Visita a los Everglades
Muy importante: siempre en todo el parque hay que hacer caso a todas las advertencias, porque aunque parece que los cocodrilos son muy perezosos, pueden atacar en cualquier momento. Cuando uno de estos te lanza esta mirada, impone respeto.
A pesar de haber visto ya cocodrilos, decidimos seguir la carretera en la que estábamos (US 41) y la decisión no pudo ser más acertada. Durante el recorrido, al lado derecho queda un canal de agua con abundante vegetación entre la que, mirando con atención, se pueden ver montones de caimanes, aves acuáticas bastante grandes buscando peces para comer o extendiendo sus alas al sol, e incluso, en alguna piedra, tortugas de negro caparazón.
Aunque no se debería parar a orillas de la carretera, nosotros lo hicimos cuando no teníamos tráfico detrás, ya que desde el coche se podían ver los caimanes y demás animales. Si lo hacéis, ha de ser con mucho cuidado y, sobre todo, sin bajarse para intentar acercarse a los animales. ¡Hay que ser precavido!
Siguiendo por la US 41, está la reserva de los indios Miccosukee, pero no la visitamos por falta de tiempo, y porque preferimos seguir explorando la naturaleza en su estado más puro.
A continuación nos adentramos en la Reserva Nacional Big Cypress, y nos detuvimos en un área habilitada con paneles informativos, baños y habilitadas con pasarelas en la que se pueden observar distintas especies de vegetación y animales, como caimanes, aves, tortugas acuáticas y unos peces llamados peje lagarto de Florida.
También paramos en el Big Cypress Swamp Welcome Center, donde hay manatíes en un gran lago que hay en la parte trasera. Aquí se deja muy claro que está prohibido volar drones dentro de la reserva, lo que me dejó triste.
A lo largo del camino, había carteles informativos de que podía haber panteras cruzando la carretera.
Desafortunadamente, solo nos quedamos en eso… en los carteles, sin conseguir ver ninguna, aunque bien es verdad que son animales de costumbres más nocturnas.
Más adelante, nos desviamos a la izquierda para conocer Everglades City. Al ser temporada baja, no había mucha gente, pero un buen lugar de reunión de locales y turistas es el encantador Sweet Mayberry’s Café and Gifts, donde fuimos estupendamente atendidos por Ane (¡del País Vasco!) y su marido Jason.
Allí tomamos una enorme ensalada mediterránea y unos tacos cubanos, acompañados por sendos Arnold Palmer (se trata de una bebida mezcla de té helado y limonada popularizada por un famoso golfista americano con ese nombre… ¡simplemente deliciosa!). Y de postre, un buen pedazo del famoso key lime pie… ¡espectacularrrrrrrrr!
Tienen más cosas, como tartas, smoothies, helados… ¡y hasta cortado! Además de productos de artistas locales (jabones, velas…) y folletos turísticos informativos de la zona. Os dejamos su web para que podáis ir eligiendo qué tomar antes de vuestra visita a Everglades.
http://www.sweetmayberryscafe.com/
Pero Everglades City tiene más cosas para ver, como su museo, que es gratuito y cierra muy pronto (a las 16:00 horas), por lo que hay que darse prisa para visitarlo (nosotros NO pudimos). Pasamos por el Ayuntamiento y fuimos hasta una simpática torre de observación de madera, en la que, en teoría, hay que pagar 2 dólares por subir y desde la que se tienen una bonitas vistas.
Además, a exactamente 5 minutos en coche está la isla de Chokoloskee, desde la que salen pequeños cruceros para recorrer la zona y ver la puesta de sol, aunque, para no variar, terminan muy pronto. Aun así, tuvimos la oportunidad de maravillarnos con estas vistas de las Diez Mil Islas:
En esta isla se encuentra el SmallWood Store&Museum, una antigua tienda donde hay artículos muy antiguos que se usaron como trueque entre pobladores con los indios. Por desgracia, también estaba cerrado, pero aquí dejamos esta foto para que se pueda identificar.
Después, nos tocó deshacer el camino andado para volver a Miami, pero pudimos hacer otras dos paradas para ver más cocodrilos y alguna curiosidad, como la oficina de correos más pequeña de Estados Unidos, que está operativa y todo.
Ya casi anocheciendo, nos detuvimos en el Oasis Visitor Center, aún dentro de la Reserva de Big Cypress, que tiene un largo corredor de madera sobre el que ver cocodrilos y aves. A la hora a la que llegamos, ya casi era de noche, por lo que no quedaban muchos ejemplares.
Durante el regreso a Miami, ya de noche, nos encontramos con muchas serpientes a orillas de la carretera, lo cual es normal, ya que son animales que salen de noche.
Y así concluimos nuestra improvisada visita a los Everglades y Big Cypress. Para no haberla planificado y haberla hecho en un solo día, creemos que pudimos ver bastantes cosas, aunque obviamente, nos dejamos muchas otras en el tintero. Solamente con la gran cantidad de información de los centros de visitantes y haciendo todas las paradas de la ruta, se podrían emplear más de un día.
Al menos esperamos que sirva como ejemplo de todo lo que se puede ver y hacer en un espacio natural tan importante. Tal vez nos decidamos a volver para hacer esta ruta con más calma, e incluso también la de la autopista 75. Merece la pena.
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¡¡Hasta el próximo post!!