El último fin de semana de julio asistimos a uno de los acontecimientos que más importancia está cobrando en los últimos años, sobre todo a nivel turístico; se trata de la floración de los campos de Lavanda en Brihuega, en Guadalajara, a sólo una hora de Madrid, que tiene lugar durante todo el mes de julio.
A pesar de que es a mediados de este mes cuando la floración alcanza su máximo esplendor, no es hasta final de julio o principio de agosto cuando se produce la siega, así que aún pudimos disfrutar de su colorido.
Gracias a Turismo de Castilla La Mancha, pudimos disfrutar de un fin de semana conociendo algunas de las actividades ligadas a la lavanda, así como Brihuega, que lucía sus mejores galas en morado para celebrar este acontecimiento.
Campos de lavanda de Brihuega
Llegamos un viernes por la tarde justo a tiempo para unirnos a una de las visitas guiadas que salen desde el parque de María Cristina, situado en la entrada del pueblo por la carretera que llega desde Madrid. Fuimos a los campos de Villaviciosa, a 5 minutos en coche. Se reconocen fácilmente porque hay zonas de aparcamiento en los alrededores de un monolito conmemorativo de la última batalla de la Guerra de Sucesión, en 1710.
Allí nos explicaron las variedades de la flor y sus usos y propiedades, el porqué de los surcos al plantarla, el motivo de que se encuentre en esa zona,  el proceso de destilación para obtener el aceite esencial…
Después pudimos quedarnos a tomar unas imágenes de los campos al caer el sol. Hay que mencionar que hay bastantes abejas, por lo que es conveniente tener cuidado si nos adentramos en los campos y no molestarlas. Para poder entrar en los campos es necesario abonar 2 euros, ya que se trata de propiedades privadas.
El sábado temprano visitamos de nuevo los campos de Villaviciosa para ver sus colores con la luz de la mañana; la mejor hora es entre las 7 y las 8, o antes incluso si no importa madrugar.
También hay visitas guiadas en las mañanas, antes de que empiece el calor. Los campos de Villaviciosa son más recomendables al caer el sol y los de Malacuera al amanecer.

El domingo pudimos asistir a una demostración de siega tradicional, en la se ve cómo se cortan los tallos con una hoz y se van haciendo montones para su transporte a las destilerías.

Actividades en Brihuega

Hay muchas actividades que se pueden realizar en el mes de julio en torno a la lavanda, como paseos en globo para ver los campos desde arriba, vuelos en parapente, talleres de coctelería con lavanda, rally fotográfico, exposiciones, pero su principal actividad es el concierto del Festival de la Lavanda.

Un concierto que se celebra al aire libre y los asistente van vestidos de blanco para hacer contraste con el color de la Lavanda.  

Nosotros asistimos el sábado por la noche a un concierto en homenaje a Sebastián Durón, a cargo del grupo Música Ficta y Ensemble Fontegara (soprano y violines barrocos con violonchelo) dirigido por Raúl Mallavibarrena (clavecín).

Además, los balcones de Brihuega se adornan con detalles morados y las tiendas se llenan de productos elaborados con lavanda, como aceite esencial, jabón, miel, rosquillas… ¡tantos que no sabemos cuál elegir! 

La floración de la lavanda es algo muy antiguo pero que se viene celebrando desde hace unos años. ¡¡Esperamos que estos campos lleguen a ser tan importantes o más que los de la Provenza en Francia!!

Campos de Lavanda en Brihuega a vista de dron

Aprovechando la visita a Brihuega no perdimos la ocasión de ver los campos y sus colores desde el aire, en este vídeo se puede ver su inmensidad, colores y formas.

Brihuega

Además, tuvimos tiempo para conocer Brihuega, que tiene bastantes lugares para ver; no en vano fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1973. El pueblo fue en la antigüedad una villa amurallada, de la que se conservan algunos tramos de muralla y dos puertas de acceso, la de la Cadena al norte y la de Cozagón al sur.

Castillo de Brihuega

También al sur se encuentra el castillo de la Peña Bermeja, que fue construido originalmente por los árabes y posteriormente ampliado por los cristianos; tiene un recinto amurallado ocupado en parte por el cementerio municipal y una capilla de estilo gótico cisterciense. No pudimos ver su interior por encontrarse en obras.

Campos de lavanda de Brihuega

Al lado están la Iglesia de Santa María de la Peña, en la que destaca su elevada torre, el convento de San José, la plaza de toros y el curioso Museo de Miniaturas del Profesor Max.

Real Cárcel de Carlos III

En la plaza del Coso encontramos la Real Cárcel de Carlos III (actualmente Oficina de Turismo), el Ayuntamiento y las cuevas árabes, que nos gustaron mucho y recomendamos visitar. Para acceder a ellas hay que preguntar en la carnicería de al lado y abonar 2 euros. 

Cuevas árabes Brihuega

Se trata de un laberíntico entramado de pasadizos subterráneos que sirvieron de escondite en los siglos X y XI, con una longitud de unos 9 kilómetros por debajo de las calles del pueblo, de los que hoy se pueden visitar 600 metros. Destacan dos conjuntos de arcos visigodos. Mencionar que la temperatura en el interior de las cuevas se mantiene constante a 12 grados.

Los horarios de las cuevas para fin de semana en verano son de 10:00 a 14:00 y de 16:30 a 19:30, de martes a domingo.

Real Fábrica de Paños de Carlos III

Otro de los atractivos de Brihuega es el jardín romántico de la Real Fábrica de Paños de Carlos III. No es muy grande pero es muy bonito y está en altura, por lo que desde allí se tienen unas buenas vistas del castillo y el tramo de muralla. El precio de la entrada es de 2 euros, para contribuir a su mantenimiento.

Los horarios del jardín para el verano (del 15 de junio al 31 de agosto) son de martes a jueves de 11:30 a 14:30 y de viernes a domingo de 11:30 a 14:30 y de 17:00 a 20:00.

Y, por último, vamos a hablar de las fuentes, importante patrimonio de Brihuega. Conocida como “jardín de la Alcarria” por sus muchos manantiales, tiene hasta 12 fuentes que se pueden conocer en una ruta por el pueblo, pero nosotros vamos a mencionar solamente algunas de ellas como las de las Eras del Agua en el parque de María Cristina, las del Coso y la Blanquina o de los 12 caños junto con el lavadero municipal.

¡A buen seguro que la próxima vez que visitemos Brihuega, haremos la ruta completa!

Comer y dormir en Brihuega

El pueblo tiene varios establecimientos donde disfrutar de la gastronomía de la zona. Nosotros estuvimos en el restaurante La Peña Bermeja, un caserón rural con especialidad en cocina creativa y platos a la brasa, ya que tienen un gran horno de leña a la entrada. ¡Las imágenes hablan por sí solas!

En cuanto a alojamientos, también existen varias opciones. Nosotros nos alojamos en el hotel spa Niwa, donde la atención es exquisita y está cuidado hasta el más mínimo detalle, como surtido de infusiones de cortesía, fruta fresca en la habitación, surtidor de agua purificada… Tiene un amplio catálogo de tratamientos y masajes, como el relajante o el sensitivo. Y el desayuno es sencillamente fantástico.

Hay que indicar que en Brihuega no hay muchos alojamientos por lo que te recomendamos reservar con tiempo tu hotel, lo puedes hacer desde aquí.

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Alrededores de Brihuega

Cívica

Después pudimos ir a conocer algunas localidades cercanas, como Cívica, Cifuentes y Yela. Cívica es una aldea, hoy en día abandonada, que destaca por tener una pared de roca con multitud de cavidades, pasadizos, arcos, escaleras… mezcla de los caprichos de la naturaleza y la acción del hombre. 

Civica

Se ve desde la carretera, pudiendo aparcar en un merendero que hay enfrente. Nos habría gustado recorrer el interior de estas galerías, pero había alambradas y vallas. En cualquier caso, visto desde fuera resulta, cuanto menos, curioso.

Por el camino pudimos ver varios campos de preciosos girasoles.

Cifuentes

Cifuentes sorprende por su rico patrimonio, además de ser el lugar de nacimiento de la princesa de Éboli. Allí también nace el río Cifuentes, en el parque de Los Manantiales, donde brota en agua y va canalizada hasta una balsa para hacer funcionar un antiguo molino.

Hay tres barrios bien diferenciados: uno árabe, del que solo queda la Puerta Salinera con dos torreones, uno judío, con un edificio que se cree que fue una sinagoga, y uno cristiano, el que más edificios conserva. 

En este último sobresale la Iglesia del Salvador, en la plaza de la Provincia. Se trata de una iglesia de estilo románico-gótico en la que destaca su Portada de Santiago, con influencia del románico francés; representa la batalla de la fe y la idolatría con virtudes y vicios, en capiteles y columnas hay escenas de la vida de Cristo y en la parte superior un rosetón.

También está el convento de San Blas, donde se sitúa la Oficina de Turismo, con una preciosa fachada. En su interior hay una pequeña exposición sobre personajes y datos históricos.

Por último, la Ermita y Hospital del Recuerdo y el castillo de Don Juan Manuel. Mencionar también que por esta localidad pasa el Camino de Santiago, en la etapa va desde Cifuentes a Mandayona, dentro de la llamada ruta de la lana.

Yela

Este pequeño pueblito tiene, en la plaza de la Olma, la Iglesia de Nuestra Señora de los Llanos, original del siglo XIII, que fue destruida durante la guerra civil y reconstruida a partir de 1950; es un buen ejemplo de románico alcarreño seguntino.

Alrededores de Brihuega

Muy cerca está la fuente de la Plaza, también remodelada.

Y hasta aquí nuestro fin de semana alcarreño en los Campos de Lavanda de Brihuega. Esperamos volver pronto porque es una zona que nos gusta mucho.

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¡¡Hasta el próximo post!!

Iradier Rovira Peña