Otra de las ciudades que visitamos desde Frankfurt fue Heidelberg, esta ciudad que se encuentra a 1 hora en tren desde Frankfurt también se encuentra en el valle del río Neckar es muy famoso por dos punto, por tener la universidad más antigua de Alemania y por su Palacio.
Qué ver en Heidelberg en un día
Pero nosotros vimos un poco más que esto, al llegar a la estación de trenes, tomamos un tranvía que te deja en la entrada de una peatonal de su parte antigua. De allí a través de un paseo caminando nos encontramos con edificación muy hermosas, unos un poco modernos pero que todavía conservan algún toque antiguo.
Catedral
Siguiendo este paseo llegas a la plaza del mercado, donde se encuentra la catedral, un imponente edificio color ladrillo que a su alrededor tiene mucho puesto de venta de artesanía. Frente a la catedral se encuentra uno de los edificio más antiguos de la ciudad y de estilo barroco, es el hotel Zum Ritter.
Puente de Carlos Teodoro
Otro de los puntos de mayor interés de Heidelberg es el puente antiguo mejor conocido como puente de Carlos Teodoro, caminando por la calle Steing que esta al lado de la catedral ya puede a lo lejos apreciar la puerta de Teodoro.
Estatua del mono
Justo al lado de la puerta se encuentra una de las mayores atracciones de Heidelberg, la famosa estatua del mono cuyo tradición dice que si la tocas tendrás salud y volverás a esta ciudad. Obviamente no podía faltar tomarse una foto con la estatua.
Luego de ver la estatua del mono, nos dimos un paseo por el puente de Carlos Teodoro que en su parte central está decorado con dos estatuas, una en honor a Carlos Teodoro y la otra a Pallas Atenea. En este puente encontraras muchos turistas y artistas urbanos con cuadros o con música.
Paseo de los filósofos
Pero la mejor vista de este puente es desde el paseo de los filósofos, desde allí tendrás una vista de todo el puente, la puerta de Carlos (entrada a la ciudad), la ciudad y del Palacio de Heidelberg que es nuestra siguiente parada.
Palacio de Heidelberg
El final de la visita a esta encantadora ciudad es a su Palacio. Ubicado en la ladera del Königstuhl a unos 80 metros de altura es uno de los resto arqueológicos más famosos y antiguos de Europa (1214), además la edificación renacentista más importante al norte de los Alpes. Para llegar a este palacio se tiene que tomar un funicular que te lleva hasta la cima y a unos cuanto pasos ya estás en la entrada del Palacio.
Al entrar al palacio te encontraras con jardines de pasto muy verde y en su lateral un mirador que te la una vista total de todo la ciudad antigua, el puente de Carlos y el río Neckar. Es una de las mejores vistas que puede ver y disfrutar estando en el Palacio.
Ya dentro del Palacio te encontraras con un patio interior inmenso donde puedes apreciar los acabados de las paredes con estatuas y muchos detalles. En su parte derecha puedes visitar el museo de la farmacia Alemán y en ella una reproducción de cómo se veían las antiguas farmacias con exhibidores. En las farmacias del palacio se dice que fue el origen de la Aspirina.
Luego de recorrer el museo otro punto que no se puede dejar de visitar es la terraza del palacio, a esta terraza se llega a través de un pasillo angosto. Desde esta terraza se puede apreciar una vista parecida al que se ve desde el jardín lateral de la ciudad antigua.
Y como último punto que no se puede dejar de ver en el Palacio y la cual es una de las más famosas es el Große Fass o Gran Barril, este es un barril inmenso de la cual se tiene muchas historias y mitos. Sobre este barril se encuentra una pequeña pista de baile y una de las curiosidades es encontrar las iniciales CT que hacen referencia a Carl Theodor.
Frente al Große Fass se encuentra una estatua de un duende, este duende se llama Perkeo y al igual que muchas cosas del Palacio guarda diferentes historias y leyendas. La que más se escucha de Perkeo es que Carl Theodor trajo a Perkeo de Innsbruk. Perkeo, cuyo verdadero nombre era Clemens Pankert, era un conocedor de vinos al que Carl Theodor, en uno de sus paseos por el Tirol, le preguntó «Crees que podrías tomar todo el vino del Gran Barril» a lo que Perkeo respondió «Perché no?» (Que en italiano es: por qué no?). Ahí fue cuando Carl Theodor le dijo «Ven conmigo a Heidelberg, te llamarás Perkeo y serás el guardián de mi Gran Barril el cual es el barril más grande del mundo».
Con esta pequeña historia de Große Fass terminamos el recorrido por la ciudad de Heidelberg, una ciudad que tiene muchos que ofrecer a los turistas. Les recomendamos si alguna vez están por Frankfurt no dejen de ir a esta ciudad, la verdad es que no se van a arrepentir de visitarlo.
¡¡Hasta el próximo post!!