Tras la visita, se puede entrar en una caseta que hay al lado en la que se puede ver, a través de imágenes, los trabajos arqueológicos de excavación llevados a cabo para dejar al descubierto la construcción; también dos maquetas, en las que se puede observar la Motilla del Azuer vista desde arriba y la Motilla de las Cañas (dentro del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y no visitable) vista como sería antes de efectuar trabajos de excavación (imagen mostrada anteriormente).
La forma de llegar hasta Motilla del Azuer es con visita guiada, comprando previamente la entrada a través de la web del yacimiento, donde además se puede consultar el calendario de disponibilidad de turnos para la visita y más información referente a la visita:
http://www.motilladelazuer.es/
Pero la visita no estaría completa sin conocer más detalles sobre la prehistoria en Daimiel, así que fuimos al Museo Comarcal de Daimiel, en cuya planta semisótano pudimos poner en contexto el yacimiento y ver piezas extraídas del mismo durante los trabajos de excavación.
También se puede proseguir el recorrido para ver la posterior evolución con otras culturas, como íberos y romanos.
Además, en la planta baja está una parte de la Colección Carranza de cerámica, considerada la más importante de España. Se pueden ver piezas procedentes de diversos lugares del país, como Talavera la Reina o Sevilla, y de otros países europeos, como Holanda o Portugal.
Por último, en la planta alta, se hace un recorrido desde el mundo moderno hasta la actualidad, a través de diversos objetos. También hay un espacio dedicado al arquitecto Miguel Fisac, que nació en Daimiel y a toda su obra, con sus edificios más destacados.
Y así termina una escapada de lo más instructiva a la vez que no muy conocida, y solo a un par de horas desde Madrid. ¡Esperamos que esta visita a Motilla del Azuer despierte muchas ganas de conocer este yacimiento porque merece muuuucho la pena!
¡¡Hasta el próximo post!!