Una de las cosas que más nos llamó la atención de Perú es la cantidad de lugares diferentes que tiene; tras 6 meses allí, vimos que tiene todo tipo de lugares para conocer. Dos de estos lugares son la laguna Huacachina y las líneas de Nazca. Lugares para disfrutar uno en el desierto y el otro desde el aire.
¿Cómo llegar a la Huacachina?
Junto a dos amigos (argentino y panameño) alquilamos un coche para viajar desde Lima a estos dos puntos. La laguna  está ubicada a unos 300 kilómetros de Lima y a 5 de la ciudad de Ica.

Visita a la Huacachina

Esta laguna, llamada también oasis, es precisamente eso, un oasis en medio de un desierto que se ha formado por corrientes subterráneas y que, junto a su vegetación, forman un espacio increíble y muy turístico.
Aquí nos quedamos una noche y al llegar lo primero que hicimos fue ir a admirar la laguna con su agua color verde esmeralda, sus palmeras y el ambiente que rodea ese paraje. Hay leyendas que dicen que esta laguna se formó por las lágrimas de una doncella.
Visita a la Huacachina y líneas de Nazca
Alrededor de la laguna han aprovechado para colocar muchos puestos turísticos, de souvenirs, hoteles, empresas de actividades en el desierto e incluso barcas por si uno se anima a remar un poco.
Pero no solo el oasis es la principal razón por lo que se acercan tantos turistas a este lugar, el desierto de la Hucachina, al igual que muchos desiertos, brinda la oportunidad de hacer varias actividades o tours por la arena. Por ejemplo, se puede hacer un recorrido en buggie que incluye hacer sandboard y ver la puesta de sol en el desierto. ¡Una pasada!
El recorrido por las dunas es de entre 1 o 2 horas, en las que, con el buggie a toda velocidad, se suben y bajan dunas con sensaciones casi de una montaña rusa. 
Luego se va a diferentes dunas (unas más altas que otras) para deslizarse sobre una tabla, lo que se conoce como sandboard. Esto se puede hacer de pie o acostado en la tabla, lo que sí aseguramos es mucha diversión, rodar por la arena, algún raspón que otro y arena en lugares que nos harán preguntarnos cómo llegó la arena hasta allí.
Visita a la Huacachina y líneas de Nazca
Para finalizar la excursión, se llega a un punto estratégico en las dunas para apreciar la puesta de sol, este es un momento muy tranquilo y mágico en el que, si nos quedamos en silencio, parece que el tiempo se detiene.

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Al regresar, y para finalizar el día, es obligatorio detenerse a apreciar la laguna desde la distancia, es una de las fotos clásicas que todo turista se lleva a casa de la visita a este lugar. La imagen trae a la mente todas esas películas en las que el calor hacía a alucinar a las personas y veían oasis en el desierto.
Visita a la Huacachina y líneas de Nazca

Visita a Nazca

Desde Ica tomamos rumbo a Nazca,  que se encuentra a unos 150 kilómetros. Aquí nuestro principal interés era conocer las tan famosas y misteriosas líneas dibujadas en la arena. Muchas son las historias sin explicación de cómo estas líneas han aparecido dibujadas y la finalidad de las mismas.
Visita a la Huacachina y líneas de Nazca
Por aquel entonces (2011), la única forma de ver las líneas desde el aire era en un vuelo en avioneta que era bastante costoso (100 dólares).  Algunas de las diferentes formas que hay en el desierto son: mono, colibrí, hombre búho, pájaro, árboles, araña, ballena y formas geométricas. Si se realiza el vuelo, hay que estar muy atento para poder obtener una buena foto de las formas.
Qué ver y hacer en Perú
Otra opción para ver algo de las líneas es un mirador que han construido junto a la carretera, desde donde puedes apreciar un poco de una línea en forma de mano. Esta plataforma es totalmente gratis y, aunque no tiene la misma perspectiva que desde una avioneta, ayuda a hacerse una idea de las líneas y a formular nuestras propias hipótesis de cómo se formaron o si terminamos creyendo en las historias que rondan estas misteriosas formas.
Luego  fuimos a conocer los acueductos de Cantalloc, construido por la cultura Nazca. Mediante estos canales se extraía el agua subterránea hasta la superficie para su utilización en esta región tan árida.
Qué ver y hacer en Perú
Actualmente existen unos 30 acueductos de este estilo y muchos son utilizados hoy en día por los campesinos de la zona, no para el consumo pero sí para la siembra. Para ver estos acueductos hay que pagar unos 10 soles, que en aquel entonces eran unos 3 euros. 
Con las visita a la Huacachina y líneas de Nazca completamos este recorrido que hicimos de tantos que logramos hacer durante nuestros 6 meses en Perú. Recomendamos visitar estos lugares ya que son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1994.
¡¡Hasta el próximo post!!