El segundo fin de semana de noviembre tuvimos la oportunidad de disfrutar de la V Tuitquedada Micológica, que en este año 2017 tuvo como escenario la reserva natural del valle de Iruelas, en localidades como Navaluenga, El Barraco y Cebreros. Una vez más, todo fue posible gracias a Daniel López, organizador de todas las ediciones de la Tuitquedada.
Qué ver en Navaluenga en un fin de semana
Además, estuvimos en compañía de otros bloggers de toda España, como Viaje con Pablo, Viajamos Juntos, La gran escapada, Mapa y mochila, Dónde te metes, Viajeros al blog, Gastando Suela, Yendo por la Vida, Viajando en furgo, El mundo con peques, Un viaje creativo, Sin visado, Woman to Santiago y Furgo Bidaiak. ¡Todo un lujo!
El encuentro comenzó el viernes por la noche con la llegada de los bloggers a los alojamientos oficiales, las casas rurales Río Alberche y El Cortijo de Gredos, propiedad de Rodrigo Martín, situadas en Navaluenga.
​Después, hubo una barbacoa en la que pudimos degustar productos de la zona, como queso de cabra de Quesería Valdecabras, unas exquisitas morcillas artesanas de Sotillo Pablo Díaz, hamburguesas y panceta de I.G.P. Carne de Ávila y de postre una deliciosa tarta de queso con membrillo Santa Teresa. Para acompañar, vino Telúrico de Bodega Finca Fuentegalana. Un auténtico festín.
El sábado comenzó frío, pero nos abrigamos bien y salimos a una caminata en búsqueda de setas. El recorrido elegido fue la ruta micológica RNVI 1 Navaluenga “La Lobera”, una ruta circular de casi 5 kilómetros que se tarda en recorrer alrededor de 2 horas. Contamos con la ayuda de un guía de Patrimonio Natural y otro experto en micología, Alejandro y Antonio, que nos explicaron todo acerca del entorno y de las setas que íbamos encontrando. 
Por desgracia, la sequía de este año hizo que no fueran muchas, solo alguna macrolepiota y seta de anís, aunque en la zona sea habitual encontrar boletus edulis y boletus regius. A falta de setas, algunas cestas se llenaron de castañas, pues el paraje es hábitat para castaños, además de robles, nogales, pinos silvestres, pinos resineros y muchos helechos, preciosos con su color marrón.
Qué ver en Navaluenga en un fin de semana
También pudimos apreciar los colores del otoño, escuchar el crujir de las hojas caídas en el suelo al pisarlas, e incluso ver un buitre negro sobrevolando nuestras cabezas, ya que la zona es el hogar de estas aves, suponiendo una de las colonias más numerosas de Europa, águilas imperiales e incluso algún águila real.
Además, pudimos observar restos del despoblado de La Lobera, antiguo asentamiento de los que abundan en todo el Alberche y que servían como estancias de verano para el ganado; por ejemplo, un abrevadero para los animales o lo que debió de ser un corral.
Qué ver en Navaluenga en un fin de semana
Después volvimos a Navaluenga para reponer fuerzas tomando un típico menú abulense  compuesto de unos entrantes, como embutidos, revuelto de setas, patatas revolconas, setas rebozadas y guiso de judías blancas, y segundos platos, como chuletón de Ávila, cabrito asado o lubina para los menos carnívoros. De postre, una deliciosísima milhoja de nata y crema. ¡Espectacular! Y para acompañar todo, vinos 7 navas de la Bodega Garnacha Alto Alberche.
La tarde nos tenía reservada una visita a la Bodega Garnacha Alto Alberche donde su director, Rafael Mancebo Fernández, nos explicó la elaboración de sus vinos 7 navas (hay 7 pueblos en la comarca del Alto Alberche que incluyen “nava” en su nombre), con denominación de origen Vinos de la Tierra de Castilla y León. La visita incluyó una pequeña cata que nos permitió saborear estos vinos.
Qué ver en Navaluenga en un fin de semana
Por la noche asistimos, en el Ayuntamiento de Navaluenga, a la presentación de varios proyectos para fomentar el turismo en la zona. La introducción corrió a cargo del alcalde del pueblo, Armando García y del responsable del Área de Turismo, Asuntos Europeos y Energía de la Diputación de Ávila, Rafael Pérez.
Especial importancia tiene el proyecto Night Light Interreg Europe (observación de estrellas en la provincia de Ávila), presentado por Roberto Rodríguez-Pindado, técnico del Área de Turismo, Asuntos Europeos y Energía de la Diputación de Ávila.
Después, hubo una degustación de productos abulenses en la que Sonsoles de Ávila auténtica nos habló sobre la empresa y sus productos, y cocinó un exquisito guiso de cochinillo de PorkyÁvila con setas, migas de corteza crujiente, brotes de rábano y crema de patata con aceite de oliva. Por su parte, Ismael González, mejor cocinero de Castilla y León en el XII Concurso de Cocineros de Castilla y León, cocinó unas judías blancas de la zona.
También hubo exposiciones sobre los vinos de Cebreros con la reciente Denominación de Origen Vinos de Calidad de Cebreros y la potenciación del turismo familiar en Navaluenga con alojamiento en casas rurales. Y completamos la cena con empanada y yemas al ron Santa Teresa, dando así por concluida una completa jornada.
El domingo dedicamos la mañana a conocer dos museos de la zona: el Museo de la Naturaleza Valle del Alberche, en El Barraco, y el Museo Adolfo Suárez y la Transición, en Cebreros.
En el Museo de la Naturaleza pudimos conocer muchas curiosidades acerca de la flora y la fauna de la zona, a través de sus cinco salas temáticas: sala principal de aves y mamíferos, sala del bosque, sala del río, sala de la caza y la pesca y sala de la noche. Nos recibió Belén Castellano y la visita guiada corrió a cargo de Ángel Pérez, que nos dio una magnífica lección sobre animales y vegetación.
Qué ver en Navaluenga en un fin de semana
​En el Museo de Adolfo Suárez y la Transición, aprendimos un montón acerca de esta importantísima etapa política en España y nuestro primer presidente del Gobierno en la democracia, gracias a la magistral explicación de Cristina Recio. Durante la visita, estuvimos acompañados por Sandra González, Teniente de Alcalde del Ayuntamiento. Cabe decir que el Museo está situado en Cebreros como homenaje a Adolfo Suárez, ya que nació en esta localidad; como peculiaridad del Museo, decir que su ubicación aprovecha las ruinas de la primera iglesia de Cebreros, del siglo XIV, lo que hace que el edificio tenga un toque original.

​Una vez terminada la sesión cultural, nos dirigimos de nuevo a Navaluenga para degustar unas tapas micológicas: setas crudas con zumo de limón, pan con queso de setas, croquetas de setas y pollo en escabeche con setas y zanahorias. ¡Una auténtica delicia!

Y, con mucha tristeza, pero con algunos regalitos de Santa Teresa y Soles de Gredos, tenemos que poner punto final a esta V Tuitquedada Micológica. Agradecemos la organización a Daniel López, la participación a todas las empresas colaboradoras y la implicación de los organismos de Navaluenga, El Barraco y Cebreros.
¡¡Hasta el próximo post!!