¡Encuentra los 7 secretos de Bolonia!
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Neptuno y sus genitales
En la Piazza Maggiore se encuentra la Fontana di Nettuno. Esta fuente, además de ser famosa por lo obvio, que es la representación de Neptuno Dios del Mar, lo es por lo ocurrido cuando el escultor Giambologna la terminó.
La iglesia consideró que Neptuno tenía los atributos un poco exagerados y pidió a Giambologna que modificara la escultura; este aceptó pero realizó la modificación con unos cambios que permiten un efecto óptico.
Detrás de la fuente, a unos 5 metros, casi al frente de la entrada de la Salaborsa, se encuentra una baldosa de un color diferente. Al ponerse sobre ella y mirar hacia la fuente, se aprecia cómo Giambologna colocó la mano de Neptuno de tal forma que el pulgar de la mano pareciera el miembro viril del dios “a media asta”.
El arco de los susurros
Si alguna vez has escuchado que las paredes en Bolonia oyen no es solo una frase. Cerca de la Piazza Maggiore, exactamente en los pórticos del Palazzo del Podestà se encuentran en un pasillo las estatuas de San Doménico y San Petronio, que forman el “arco de los susurros”.
Se llama de esta forma porque, en la antigüedad, los curas, cuando tenían que confesar a un leproso, lo colocaban de frente a la pared de una de las estatuas y ellos se colocaban de la misma forma en la otra. Así podían escuchar la confesión sin acercarse a la persona enferma y evitaban un posible contagio.
Esto era posible porque donde se encuentra el arco, este forma una bóveda que hace que la voz se escuche en la otra esquina sin problema, nosotros realizamos la prueba y es cierto, se escucha la voz de la otra persona.
La luz de Petronio
Otros de los secretos de Bolonia se encuentra en la Basílica de San Petronio.Aquí se encuentra una meridiana, en concreto la mayor que hay en todo el mundo. Cuando el sol está en lo alto se filtra un haz de luz a través de un agujero que, al llegar al suelo, indica la fecha exacta.
Por desgracia, el día que estuvimos en Bolonia estaba lloviendo, por lo que no pudimos ver este asombroso secreto.
Las 3 flechas
En la Strada Maggiore encontramos otro de los secretos de Bolonia. En esta calle hay que buscar el pasaje Corte Isolani, donde hay una fachada de madera en la que están las tres fechas clavadas en las vigas.
El secreto es que las flechas no están a simple vista, por lo que hay que pasar tiempo buscándolas. De hecho, nosotros solo encontramos una.
Cuenta la leyenda que, desde una ventana frente a la estructura de madera, tres maleantes pretendían asesinar a un hacendado, pero al ver en otra habitación del frente una mujer desnuda, se les dispararon las flechas, saliendo en dirección de las vigas de madera. Han pasado siglos y las flechas todavía se encuentran allí.
Diavolo Faccia
El último secreto es muy fácil de encontrar. Pasando a través del pasaje Corte Isolani se llega a la Piazza Santo Stefano, donde, además de encontrar la Basilica di Santo Stefano, que recomendamos visitar, se encuentra el último de los secretos. Uno de los edificios que se encuentran en la Via Santo Stefano está decorado con caras, una de ella es la cara de un diablo.
Cuenta la leyenda que en este edificio vivía una familia muy poderosa que no era muy bien vista en la ciudad. Esta familia pagó a un escultor para que esculpiera la cara de cada miembro de la familia en la fachada del palacete y el artista, como forma de representar que en la familia habitaba el mal, esculpió la cara de un diablo.
Al pasar por esta vía no se puede dejar de buscar entre todas las cara la Diavolo Faccia.
Así que ya sabéis, si vais a esta ciudad hay que descubrir los 7 secretos de Bolonia dando un recorrido por esta linda ciudad.
Los Pórticos de Bolonia
Uno de los emblemas de la ciudad, los Pórticos de Bolonia, han sido incluidos en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2021. La capital de la Emilia-Romaña cuenta con unos 40 kilómetros de pórticos que están considerados los más largos del mundo. Comienzan en la Plaza Mayor, salen de la ciudad pasando por la Porta Saragozza y terminan en el Santuario de Nuestra Señora de San Luca.
Construidos desde el siglo XI, al principio fueron de madera y después de piedra por obligación legal, y servían para cubrir habitaciones construidas fuera de las viviendas. Terminaron siendo un lugar público de paso, pero de propiedad privada, de modo que cada propietario debe ocuparse del mantenimiento y la limpieza de su pórtico hasta hoy en día.