Durante nuestro road trip por el valle del Loira no sólo vimos castillos, sino que también hicimos paradas para conocer algunas ciudades y pueblos que nos íbamos encontrando. Siguiendo el curso del río y alguno de sus afluentes, comenzamos en Orléans y terminamos en Le Mans; añadimos Chartres, donde hicimos una breve parada en el camino de vuelta hacia el aeropuerto de Beauvais. ¿Nos acompañáis a conocerlas?
Ciudades y pueblos del Valle del Loira
Orléans
Ciudad que puede ser inicio o fin de la ruta, es la capital de la región Centre-Val de Loire, famosa por haber sido liberada por Juana de Arco en 1429 durante la Guerra de los Cien Años contra Inglaterra. La Place du Martroi es la más importante de la ciudad, y en el centro tiene una estatua de Juana de Arco a caballo; es característico también su carrusel.
La rue Jean d’Arc, que lleve a la catedral y por la que circula un moderno tranvía, y la rue Royale son dos de las principales calles de la ciudad. Son muy bonitas sus fachadas y cúpulas, así como algunos edificios, como los del Hôtel Groslot y Hôtel de l’Abeille. La rue du Poirier o la rue du Bourdon Blanc mantienen algunas encantadoras casitas medievales con entramados de madera.
La Cathédrale Sainte-Croix, de estilo gótico, tiene una fachada con dos torres y tres rosetones, y en su interior hay vidrieras que narran la vida de Juana de Arco. También es un imperdible pasear por el puente George V sobre el río.
Para quien pueda pasar más tiempo en Orléans, puede seguir recorriendo calles para ver la casa de Juana de Arco, el Campo Santo, varias iglesias como las de Notre Dame la Grande de Poitiers o la de Saint-Aignan y varios museos.
Blois
A mitad de camino entre Orlénans y Tours, esta ciudad tiene un precioso barrio medieval con calles adoquinadas. Desde la Roseraie se tiene una bonita panorámica de esta parte con vistas al río y al Pont Jacques Gabriel. Al lado de este jardín está la Cathédrale Saint-Louis, que originalmente data del siglo X pero que tuvo posteriores remodelaciones.
Muy cerca de la catedral está la Maison des Acrobates, una de las casas más antiguas de la ciudad, en la rue Pierre-de-Blois. Se llama así porque en su fachada hay esculturas de pequeños acróbatas medievales. Tiene una bonita pasarela que comunica con el Hôtel de Villebresme, de finales del siglo XV. En la rue Saint Lubin se pueden ver más casas con entramado de madera.
La église Saint Nicolas fue la abadía de Saint-Laumer, de los siglos XII y XIII y de estilos románico y gótico. En el interior, es muy bonita la bóveda de la capilla Saint-Laumer.
En la parte moderna de la ciudad tenemos la Escalier Denis Papin en la calle del mismo nombre.
Quien pueda pasar más tiempo en Blois, puede ir a ver la Tour du Foix, la Maison de la magie Robert Houdin y varios museos.
Tours
Considerada la ciudad más bonita de esta ruta por sus casitas con entramado de madera, como las de la place Plumereau. También hay en la place du Grand Marché y la rue Colbert.
Entre sus edificios religiosos, está la Cathédrale Saint-Gatien con el bonito claustro de la Psalette; cuando fuimos estaba en obras, así que ponemos una imagen genérica. También la Basilique Saint Martin, de estilo neobizantino, que conserva dos torres de una antigua basílica del siglo XII: la tour de l’Horloge y la tour Charlemagne.
En la parte moderna tenemos la place Jean Jaurés, con el bonito edificio del Ayuntamiento y muy cerca de la estación de tren.
Si hay más tiempo, se puede pasear por la rue Nationale, ver varias iglesias como la de Saint Julien o la de Notre-Dame La Riche y visitar varios museos también.
Amboise
Pequeña ciudad a orillas del Loire que bien merece una parada para pasear por sus calles e ir descubriendo sus rincones. Desde el otro lado del pont Maréchal Leclerc hay una bonita vista de la ciudad.
La rue Nationale es la calle principal, al final de la cual está la tour de l’Horloge. No muy lejos está la église de Saint-Denis.
En la place Michel Debré tenemos las casitas con entramado de madera.
Ya en las afueras están el Parc des Mini-Châteaux, con miniaturas de los castillos del Loire, y la pagoda de Chanteloup.
Loches
Pequeña ciudadela medieval dominada por el castillo. Tiene 3 puertas de entrada: la porte Royal, la porte Picois, donde está el Ayuntamiento, y la porte des Cordeliers.
Es obligado un paseo por las estrechas calles del recinto medieval, desde la que se puede tener esta bonita vista con la tour de Saint Antoine al fondo.
Dentro de la ciudadela también está la collegiale Saint-Ours, del siglo XII, en la que está enterrada Agnès Sorel. Son notables sus dos cúpulas en forma de pirámide.
Chinon
Otra encantadora ciudad medieval para pasear por sus calles, como la rue Haute Saint-Maurice que después se llama rue Voltaire; en ella también encontramos casitas con entramado de madera.
Ya un poco alejadas del centro están la collegiale Saint Mexme y la chapelle Sainte-Radegonde; esta última bien merece una visita por sus pinturas murales.
Angers
Ciudad dividida en dos barrios por el río Maine. El barrio viejo es el que queda en el margen derecho, siendo la place Sainte-Croix el lugar más concurrido; allí está la maison d’Adam, construida en el siglo XVI en ladrillo y madera. Muy cerca está la cathédrale Saint-Maurice y la tour de Saint Aubin.
También se pueden ver la collégiale Saint-Martin y varios museos, como la Gallerie David.
Otras ciudades que visitamos fueron Villandry, Langeais, Saumur y la cercana Turquant con viviendas trogloditas excavadas en la roca.
Y también Le Mans y Chartres para ver sus impresionantes catedrales.
Para terminar el recorrido, otra ciudad que puedes visitar en el valle es Nantes. Aquí te dejamos lo que puedes ver en esta ciudad:
Y vosotros, ¿Qué otra ciudad o pueblo del Valle del Loira visitaríais en esta ruta?
¡No olvidéis completar este recorrido con el de los castillos!
¡¡Hasta el próximo post!!
Redactora, copyediting y planificadora de viajes.
Española, de formación economista aunque nunca me he considerado ni ejercido como tal, digamos más bien que soy inquieta intelectualmente. Intento aprender las disciplinas que me atraen, como los recursos humanos y la corrección profesional, aunque no haya podido ponerlas en práctica de momento. Pero ya tengo algunas nuevas en cola…
Me gusta, obviamente, viajar y descubrir las maravillas del mundo (he estado en más de 40 países… ¡y los que me quedan!), leer con avidez, experimentar en la cocina, aprender cosas nuevas.
Española, de formación economista aunque nunca me he considerado ni ejercido como tal, digamos más bien que soy inquieta intelectualmente. Intento aprender las disciplinas que me atraen, como los recursos humanos y la corrección profesional, aunque no haya podido ponerlas en práctica de momento. Pero ya tengo algunas nuevas en cola…
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