Reunión es una pequeña isla situada en el suroeste del océano Índico, en el archipiélago de las Mascareñas, a aproximadamente una hora en avión desde Madagascar. No es la mejor forma de llegar, ya que existen vuelos directos desde París al pertenecer a Francia, pero nosotros aprovechamos nuestras vacaciones de dos semanas en la isla africana para conocer este pequeño departamento de ultramar francés (para hacernos una idea, la isla es un poco más pequeña que Mallorca).
Pero, ¿qué ver y hacer en isla Reunión? Realmente es mucho lo que nos puede ofrecer, sobre todo al aire libre, pues la isla es una explosión de naturaleza. ¡Tomad nota!
- Caminar entre volcanes. Hay dos, el Piton des Neiges, que es el punto más alto de la isla con más de 3000 metros de altura, y el Piton de la Fournaise , que tiene un cono de 30 kilómetros de diámetro y es uno de los más activos del mundo (su última erupción fue el 14 de julio 2017). Existe una ruta para recorrerlo bastante sencilla de hacer en coche, con varios miradores y puntos de interés para conocer el origen y evolución del volcán. Es impresionante ver los paisajes como de otro planeta, que nos recordaron al Parque Nacional de Timanfaya en Lanzarote.
Piton de la Fournaise
- Explorar circos volcánicos. Los circos son depresiones cuyo origen es uno o varios volcanes. En Reunión existen tres: Mafate, Salazie y Cilaos, formados por el hundimiento del cráter del Piton des Neiges y también por la erosión de las abundantes lluvias que caen sobre la isla. Nosotros visitamos el de Salazie, impresionante por su exuberante vegetación, que lo tiñe todo de un verde intenso, y sus altísimas cascadas, destacando la del Velo de la Novia o Voile de la Mariée.
Velo de la Novia o Voile de la Mariée
Los pitones, circos y escarpaduras de isla Reunión son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2010.
- Pasear sobre coladas de lava. Al tener un volcán activo, quedan restos de los ríos de lava que han corrido por sus laderas hasta llegar al mar. Nosotros estuvimos en la Coulée de lave 1977 que está en la localidad de Piton de Sainte Rose, famosa también por tener una iglesia rodeada de lava solidificada de la erupción del mismo año, Notre Dame des Laves.
Coulée de lave 1977
- También en Grand Brûlé, que es una gran extensión de rocas de lava de formas imposibles entre las que la vegetación se va abriendo paso; resulta sobrecogedor estar allí e imaginar lo que pudo ser la erupción…
- Ver cascadas. Son otro de los rasgos distintivos de la isla. Nosotros pudimos ver las de Niagara, Grand Mare, Bassin la Paix con impresionantes columnas de basalto, la ya mencionada Voile de la Mariée, Takamaka, Anse y Grand Galet, ya que eran fácilmente accesibles. Algunas no tenían mucha agua por no haber comenzado todavía la temporada de lluvias. Aun así resultan realmente espectaculares.
Grand Galet
- Asomarse a acantilados. Las rocas de lava también dejan preciosas vistas de cortados al borde del mar, como ocurre al sur de la isla, en un pequeño lugar llamado Jardin volcanique que descubrimos por casualidad cerca de Saint Philippe.
También en Puits des Anglais, un lugar espectacular con una piscina pública entre las rocas, y en Cap Méchant.
- Playas. Como no podía ser de otra forma, en Reunión hay playas impresionantes. Ponemos como ejemplo la de Anse des Cascades en Piton Sainte Rose, una conjunción increíble de palmeral, rocas volcánicas, vegetación infinita y cascadas al borde del mar. Hay que verlo para creerlo.
También la de Grande Anse en Saint Pierre, en la que hay que tener cuidado con los tiburones…
- Visitar uno de los pueblos más bonitos de Francia. Se dice que Hell-bourg es el pueblo más bonito de la isla y uno de los más bonitos de toda Francia (incluido en esta categoría desde 1998) por sus casitas coloniales y su situación en el circo de Salazie. Destacan su pequeña plaza y sus fuentes de agua natural.
- Visitar una plantación de vainilla. La vainilla es el emblema del país, por lo que no es raro que se haya decidido enseñar los secretos de su cultivo. Se pueden visitar varias plantaciones; nosotros estuvimos en la de Roulof, en la que aprendimos, entre otras cosas, cómo se polinizan las flores manualmente (ya que no hay abejas, pues no resisten el calor de la isla). ¿Alguien sabía que estas flores son orquídeas? (nosotros lo supimos durante una visita a un orquidario en Costa Rica).
- Descubrir templos hindúes. El hinduismo es la segunda religión de la isla, así que se puede encontrar un buen número de increíbles templos: Temple Shri Maha Kali en Saint Denis, Temple Tamoul de Bois Rouge, Temple du Colosse en Saint Benoît… y otros muchos que no pudimos ver por falta de tiempo. De todas formas, solo los vimos por fuera, ya que en todos había carteles indicando la prohibición de entrada a toda aquella persona que no fuese a rezar.
También hay en Saint André, Saint Philippe…
- Visitar iglesias. También tuvimos ocasión de ver iglesias católicas, como la catedral de Saint Denis, la ya mencionada Notre Dame des Laves, la Église Notre Dame de l’Assomption en Salazie y la preciosísima Église de Sainte Anne en Saint Benoît. Esta última es un derroche de decoración tanto en el exterior como en el interior y es monumento histórico desde 1982.
Notre Dame des Laves
Nos quedaron por ver Église du Sacré Coeur aux Colimaçons y Notre Dame de la Salette, ambas en Saint Leu.
- Buscar tumbas de piratas. En el cementerio marino de Saint Paul se pueden encontrar tumbas de piratas, como el famoso Olivier Levasseur, conocido como La Buse, además de poetas y alcaldes de la localidad. Es un lugar de paz con el fondo del océano que fue declarado monumento histórico en 2011.
- Mercadillos. Hay multitud de mercadillos en las localidades de la isla. Nosotros pudimos visitar el de Saint Paul que tiene productos de alimentación, de artesanía, ropa… y el Grand Marché de Saint Denis, en el que la mayor parte de los productos son de artesanía.
Además, hay un montón de actividades deportivas para realizar, pero que requieren de más de 5 días, como rutas de trekking, surf, paddle surf, buceo, parapente, rutas a caballo, paseos en helicóptero…
Para los amantes de los museos, también hay varios en la isla: Kelonia en Saint Leu, Acuario de Reunión en Saint Gilles des Bains, La cité du volcan en Le Tampon…
Y, por último, no podíamos dejar de mencionar la gastronomía, aunque desgraciadamente no pudimos degustarla por tener mal el estómago desde cierto día en Madagascar. Aun así, pudimos ver las recetas de algunos de platos típicos criollos como cari poulet/poisson/langouste/crevettes, un guiso de pollo, pescado, langosta o gambas, civet d’oie o estofado de ganso o samousas, una especie de hojaldres triangulares rellenos queso o carne.
Esperamos que este breve resumen haya servido para dar una idea de qué ver y hacer en isla Reunión y de lo impresionante que resulta una isla tan pequeña.
¡¡Hasta el próximo post!!
Redactora, copyediting y planificadora de viajes.
Española, de formación economista aunque nunca me he considerado ni ejercido como tal, digamos más bien que soy inquieta intelectualmente. Intento aprender las disciplinas que me atraen, como los recursos humanos y la corrección profesional, aunque no haya podido ponerlas en práctica de momento. Pero ya tengo algunas nuevas en cola…
Me gusta, obviamente, viajar y descubrir las maravillas del mundo (he estado en más de 40 países… ¡y los que me quedan!), leer con avidez, experimentar en la cocina, aprender cosas nuevas.
Española, de formación economista aunque nunca me he considerado ni ejercido como tal, digamos más bien que soy inquieta intelectualmente. Intento aprender las disciplinas que me atraen, como los recursos humanos y la corrección profesional, aunque no haya podido ponerlas en práctica de momento. Pero ya tengo algunas nuevas en cola…
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