En el mes de octubre tuvimos la oportunidad de participar, junto con otros bloggers de toda España, en un gran blogtrip de 3 días en las islas Baleares con el objetivo de promocionar el turismo de invierno #BetterInWinter. Gracias a la Agencia de Turismo de las Islas Baleares y Baleares Travel Bloggers, se organizaron varios grupos para distribuirse en las 4 islas y participar en distintas actividades que no tenían nada que ver con la playa. Nosotros estuvimos acompañados por grandes compañeros como La Ratona Viajera, Travel me Softly, 365 sábados viajando yMapamundi de Sandra como nuestra anfitriona, en uno de los dos grupos que se organizaron para Mallorca.
En un segundo grupo se encontraban Viajamos Juntos, Un país para recorrérselo, Gastando Suela, Viaje con Pablo y TravelRocks como anfitriona, recorriendo otros puntos de Mallorca. Lo primero que hicimos al aterrizar el viernes en el aeropuerto de Palma fue recoger el coche, cortesía de Sixt #BalearesIrreSIXTible, con el que íbamos a visitar distintos lugares de la isla.
También recogimos unos regalitos por parte de Galletas Quely: quelitas, palitos con aceite de oliva, palitos con semillas de chía y palitos con chocolatinas. ¡Los snacks perfectos para darnos energía durante nuestro blogtrip!
Después fuimos a nuestro hotel, el AC Ciudad de Palma, en el que íbamos a pasar nuestras siguientes 2 noches, para dejar el equipaje.
Y ya nos lanzamos a la calle para comer unos llonguets riquísimos en el barrio de Portixol, tomando así el primer contacto con la gastronomía mallorquina. De camaïot, de trempó, de sobrasada… ¡Todos muy ricos!
Y ya por la tarde, mientras el resto de compañeros iban llegando, nos dedicamos a ir descubriendo la ciudad: los baños árabes, la catedral y el Parc de la Mar, la lonja…
Y por fin llegó el momento de encontrarnos todos en la cena. Acudimos al restaurante Pesquero para tomar una fantástica degustación de diferentes platos mallorquines, principalmente marineros: croquetas de rape y gambas, sepia a la mallorquina, frito marinero, pulpo a la mallorquina, pescadito frito… Una verdadera delicia y muestra muy surtida de la cocina de la isla. De postre, gató mallorquín de almendra con helado de almendra o vainilla y pudding de la casa. ¡Un final muy dulce!
En esta cena también nos acompañó David Sastre, de la Agencia de Turismo de las Islas Baleares. Y así terminó nuestro primer día en Mallorca, no sin inmortalizar el momento del paseo desde el restaurante hasta el hotel.
Comenzamos el sábado, segundo día de blogtrip, con un tiempo excepcional y, tras desayunar en el hotel AC Ciudad de Palma, tomamos los coches de Sixt y nos dirigimos a nuestro primer destino: la feria agrícola y artesana de Santanyí. Esta localidad del sur de la isla conserva parte de unas antiguas murallas y tiene una bonita iglesia del siglo XVIII, la parròquia de Sant Andreu. El mercadillo tiene lugar los miércoles y sábados en la Plaza Mayor y calles cercanas, y tiene muchos productos típicos, artesanías…
Aquí aprendimos que hay una tela tradicional mallorquina, llamada tela de lenguas, cuyo uso es muy variado: cortinas, bolsos, ropa.
Después de pasear y curiosear por los puestos del mercadillo, pusimos rumbo a nuestro siguiente destino, la Cala Mondragó, situada en el Parque Natural Mondragó. Dejamos el coche en el aparcamiento y llegamos a la cala S’Amarador para ir caminando al borde del mar hasta llegar a Cala Mondragó. El color del mar era espectacular y, con el sol tan espléndido que lucía, ¡en más de una ocasión pensamos en lanzarnos al agua con ropa y todo!
Con mucha pena por tener que dejar la playa, volvimos al coche para ir a nuestro siguiente punto, el castillo de Santueri, en Felanitx. Situado en la cima del pico del mismo nombre, tiene una historia y curiosidades que nos explicó a las mil maravillas una de las guías que allí se encontraba. Por ejemplo, que la torre del homenaje sirvió como almacén y como prisión o que tuvo 5 aljibes, 1 pozo y acequias porque tuvo función de almacenar agua además de defensiva.
Qué ver y hacer en Mallorca en otoño
Tras una intensa mañana, nos dirigimos a la finca y bodega ecológica Can Feliu, en Porreres, para participar en una cata de vinos de elaboración propia y después disfrutar de una barbacoa para reponer fuerzas. Can Feliu produce vinos ecológicos y ofrece agroturismo en una casa payesa del siglo XVII restaurada en un entorno único para disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad del campo. También se puede asistir a catas de sus vinos con y sin tapas, visitar sus instalaciones vinícolas, celebrar eventos…
Así que, después de conocer el proceso de elaboración de los vinos y participar en una pequeña cata, nos sentamos a dar buena cuenta de una barbacoa de carne con ensaladas de la casa y de postre dos suculentas ensaimadas, una rellena de crema y otra de nata. ¡¡Sin palabras!!
Por la tarde, ya con energías renovadas, fuimos a conocer algo de historia de la isla, en concreto el yacimiento prehistórico de Son Fornés, constituido por dos talayots circulares y restos de viviendas de un poblado y una muralla. Los talayots son unas construcciones de piedras con una columna central para sustentar el techo, muy comunes en el siglo X a.C. Impresionante entrar en uno de ellos a través de un estrecho conducto. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1996.
La visita se completa con el Museo Arqueológico de Son Fornés, ubicado en el Molí d’en Fraret, en Montuiri, para conocer el modo de vida de los habitantes del poblado a través de los objetos que se encontraron en las excavaciones del yacimiento. Una pena que no lo pudimos ver por estar cerrado en las tardes de sábados y domingos.
Después pasamos por Binissalem, que tiene una iglesia, Santa María de Robines, con una llamativa torre y un bonito interior.
Y ya nos dirigimos a nuestro punto final de la jornada, la NIt del Vi en Inca, un evento organizado para mostrar los mejores vinos de los pequeños productores (petits cellers) de Mallorca y en el que pudimos hacer una cata libre. ¡Una estupenda forma de terminar el día!
El domingo, tercer y último día de blogtrip, el tiempo amaneció lluvioso, perfecto para nuestra primera actividad, que fue una visita a la Fundación Pilar y Juan Miró. El artista estuvo siempre muy unido a Mallorca, ya que varios familiares suyos y su esposa eran de la isla, y finalmente se trasladó a vivir en ella. El conjunto lo integran el edificio, el estudio original de Miró, una colección permanente de su obra, jardín con esculturas, tienda, biblioteca y auditorio.
Sin duda, una de las visitas culturales más recomendables en Mallorca. Para más información:
Después, aprovechando que la lluvia ya era más débil e intermitente, fuimos al castillo gótico de Bellver, otro de los iconos de la isla. Se encuentra a unos 2,5 kilómetros del centro de la ciudad. Llama mucho la atención su planta circular y su patio interior de dos pisos repleto de arcos con un pozo, ya que hay un aljibe debajo. Actualmente alberga exposiciones de arte y se puede visitar libremente y subir hasta el último piso para admirar las vistas de la ciudad y la bahía.
Qué ver y hacer en Mallorca en otoño
A partir de aquí ya empezamos a despedir a algunos compañeros, ya que los vuelos de regreso comenzaron a salir. Los que teníamos los vuelos por la tarde, regresamos a la ciudad para comer de nuevo llonguets y seguir descubriendo rincones como el interior de la catedral, el jardín del Rey o S’Hort del Rei y las calles del casco antiguo con sus edificios modernistas.
Y esto es todo lo que hicimos durante este estupendo fin de semana largo en Mallorca, #BetterInWinter en una inmejorable compañía.
Agradecemos la participación de todas las empresas colaboradoras, de la Agencia de Turismo de las Islas Baleares y de Baleares Travel Boggers, en especial de Sandra (MapamundideSandra) y Nadia (Travelrocks) por ejercer de anfitrionas. Ojalá podamos volver pronto a Baleares y seguir conociendo todo lo que nos falta, que es mucho.
Si viajas por una semana a Mallorca te recomendamos este post:
¡¡Hasta el próximo post!!