Villa Adriana y Villa del Este son dos de los principales atractivos de Tívoli. La primera, yacimiento de ruinas romanas y la segunda, joya del renacimiento; ambas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999 y 2001, respectivamente. No se trata de elegir entre una u otra, pues nada tienen que ver entre sí, aconsejamos ver las dos.
Las villas se encuentran a unos 30 kilómetros de Roma y a 4 kilómetros de distancia entre sí; Villa Adriana está en la parte moderna de Tívoli mientras que Villa de Este está en la parte antigua.
Durmiendo la noche previa en Tívoli y madrugando un poco, las villas se pueden ver en una mañana (mínimo un par de horas para cada una) y después dedicar la tarde a la parte antigua de Tívoli, que esconde muchos rincones inesperados.

Villa Adriana

Fue una residencia de campo ordenada construir en el siglo II por el emperador Adriano, que hizo reproducir monumentos que conoció en sus viajes por Grecia o Egipto. El conjunto se componía de palacios, bibliotecas, termas, fuentes, estatuas, jardines… Con el declive del imperio romano, dejó de utilizarse y posteriormente incluso fue saqueado para decorar Villa de Este. Para organizar la visita, lo principal es consultar alguno de los planos que hay por el recinto.
Recomendamos no perderse los lugares con agua, pues son bastante espectaculares:
  • Teatro marítimo: es un estanque circular rodeado de columnas y con restos de edificios y columnas en el centro; uno de los iconos de Villa Adriana.

Villa Adriana y villa del Este

  • Pecile: se trata de una referencia a una de las estoas de Atenas, Stoa Pecile. Fue un gran pórtico rectangular en cuyo interior había un jardín y un extenso estanque.
  • Canopo y Serapio: fabuloso estanque rodeado de cariátides y otras estatuas de estilo griego, aunque en realidad el conjunto era un homenaje a la ciudad egipcia de Canopo, en el delta del Nilo. En esta ciudad había un templo dedicado al dios greco-egipcio Serapis, por lo que en Villa Adriana también se construyó uno.

Villa Adriana y villa del Este

Pero también hay impresionantes restos de construcciones sin agua:
Sala de los filósofos, edificio con pilares dóricos, templo de Venus, termas grandes y pequeñas, plaza del Oro, las cien cámaras, patio de las bibliotecas, torre de Roccabruna… La verdad es que cada rincón es extraordinario y da idea de la grandeza que tuvo que ostentar la villa en su época de máximo esplendor. ¡Imposible elegir un rincón como favorito!
Villa Adriana y villa del Este
El precio en 2018 es de 8 euros, pero merece muuuucho la pena la inversión, ¡sobre todo si os gustan las ruinas romanas tanto como a nosotros!

Villa de Este

Fue mandada construir por Hipólito II de Este, hijo de Lucrecia Borgia y cardenal de Ferrara, que en el año 1150 tomó posesión del cargo de gobernador de Tívoli. Acostumbrado al lujo, encargó esta villa para residir en ella en lugar de en su monasterio benedictino. El conjunto consta de un palacio con extensos jardines, grutas y fuentes, para cuya construcción se expulsó a las familias que vivían allí en la época y se tomaron elementos decorativos de Villa Adriana. Fue modelo para otros jardines europeos, por ejemplo los del palacio de Caserta.
El palacio fue el edificio de gobierno de la ciudad y fue construido sobre el antiguo monasterio benedictino. Consta de dos plantas con habitaciones decoradas con frescos en paredes y techos.
Villa Adriana y villa del Este
Destacan el patio interior, con la preciosa fuente de Venus, un pasillo con mosaicos en paredes y techos y la logia con la fuente del trípode.
Los jardines son un equilibrio entre naturaleza y arquitectura. Sus numerosas fuentes hacen que pasear para irlas descubriendo sea toda una delicia. Toman sus aguas del cercano río Aniene y son preciosas, un verdadero espectáculo. Las más famosas son:
  • Fuente del óvalo: debe su nombre a su gran pila ovalada en cuyo centro hay una sibila (mujer con la capacidad de predecir el futuro).

Villa Adriana y villa del Este

  • Fuente de Diana Efesia o de la Madre Naturaleza: Diana para los romanos o Artemisa para los griegos fue la diosa de la caza y protectora de la naturaleza. Esta fuente es muy curiosa, pues tiene múltiples pechos de cada uno de los cuales brota un chorro de agua;  es copia de una estatua encontrada en el templo de Artemisa de Éfeso, y proviene de Villa Adriana.

Villa Adriana y villa del Este

  • Las cien fuentes: diversos chorros de agua que manan de rostros grotescos a lo largo de cien metros, de ahí su nombre.
  • Fuente del Órgano: en su parte superior tiene bonitas cariátides de piernas enroscadas, y en su parte inferior cuatro telamones muy serios. En su interior hay un mecanismo de agua que reproduce una melodía de órgano; resulta muy emotivo escucharla… En la taquilla informan de las horas en que suena a lo largo del día.
No confundirse a la hora de escuchar la melodía, como nos pasó a nosotros y a un grupo de gente, que estábamos esperando en la fuente de abajo…
  • Fuente de Neptuno: debajo de la anterior, forman un bello conjunto. Esta es en la que no hay que esperar la melodía.
  • Fuente de la pequeña Roma: representa la ciudad de Roma en miniatura, con la montaña Tiburtina, una barca con un obelisco que simboliza la isla Tiberina y una estatua de Roma victoriosa y otra de Rómulo y Remo con la loba. Son muy bonitas las vistas desde la terraza que está en la parte superior de la fuente.

Villa Adriana y villa del Este

  • Gruta de Diana: impresionante, decorada con  mosaicos y estatuas de cariátides.
Hay muchas otras, como la fuente de los dragones en el centro de los jardines, la fuente del búho…
El precio en 2018 es de 8 euros, el mismo que Villa Adriana.
¿Cómo llegar?
  • Desde Roma, en autobús de la compañía Cotral desde las dársenas de autobuses que hay a la salida del metro Ponte Mammolo.
  • Desde Tívoli, en el bus de la línea 4, que deja en las taquillas de Villa Adriana y a un paso de la entrada de Villa de Este. Las villas están a unos 4 kilómetros de distancia entre sí; para ir de una a otra, también en este bus.
  • En coche, aparcando en el parking del recinto (de pago) o en las calles de los alrededores en el caso de Villa Adriana (gratis). En Villa de Este hay que dejar el coche en el aparcamiento público de piazza Giuseppe Garibaldi (de pago por horas).
También se puede llegar en tren desde Roma Termini o Roma Tiburtina, pero la estación de Tívoli está más alejada que la parada del bus.
Recomendamos no ir en temporada alta, pues puede haber bastante gente. Nosotros fuimos a finales de marzo y fue todo un acierto.
En los alrededores hay algunos sitios para comer. En Villa Adriana, nosotros tomamos algo rápido en una pequeña pizzería que estaba en la calle donde habíamos aparcado el coche, (a unos minutos de la taquilla). Villa de Este está en la parte antigua de Tívoli, por lo que no hay problema.
¿Os han gustado Villa Adriana y villa del Este? ¡Son absolutamente fascinantes!
¡¡Hasta el próximo post!!
Iradier Rovira Peña