Wamba es un pequeño pueblo de la comarca de Montes Torozos, en la provincia de Valladolid, a unos 20 kilómetros al oeste de la capital. Es el único lugar de España que comienza por W, aunque hasta el año 1910 su nombre fue Bamba. Este nombre proviene del rey visigodo Wamba, que fue proclamado monarca en la localidad, que hasta ese momento se llamaba Gérticos, tras la muerte de Recesvinto.
El mayor atractivo de Wamba es la iglesia parroquial de Santa María de la O, cuyo nombre hace referencia a la Virgen María a punto de dar a luz al Mesías, y que es una de las más antiguas de toda la provincia de Valladolid. De origen visigótico, predominan en ella los estilos mozárabe, ya que fue construida por monjes que llegaron desde Al-Andalus en el siglo X, y románico, cuando el edificio pasó a manos de los Caballeros Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén en el siglo XII, pasando a ser un hospital de peregrinos.
Visita al osario de Wamba
La visita comienza con una detallada descripción de la nave central, en la que se aprecia claramente el estilo mozárabe en la cabecera de tres ábsides con arcos de herradura.
Visita al osario de Wamba
En el muro del ábside central, tras lo que fue el altar, hay restos de una espectacular decoración geométrica en rojo y negro con animales; data del siglo X. En el ábside de la derecha, unos capiteles con motivos vegetales y grupos de nueve puntos.
Siguiendo en la nave central, destacan los capiteles románicos de las columnas, que narran escenas bíblicas, comenzando por Adán y Eva, siguiendo por los oficios terrenales a los que se tuvo que dedicar el hombre tras la expulsión del paraíso y terminando con el pesaje de las almas y el demonio en forma de basilisco.
Visita al osario de Wamba
Construida con un capitel visigodo “reciclado”, se puede observar una pila bautismal.
También se pueden ver restos de una pintura flamenca del siglo XV en la que se representa la Visitación de Santa Isabel, madre de San juan Bautista, a su prima la Virgen María.
Enfrente, está el retablo de la Epifanía, anónimo del siglo XVI y de influencia flamenca como el anterior. Bajo él se encuentra el sepulcro de Andrés de Arroyo y su esposa.
La visita continúa atravesando una puerta lateral con la cruz de Malta, de ocho puntas, en su parte superior. A la derecha queda la capilla de Doña Urraca, con restos de pinturas murales góticas en las que aún se aprecian escenas del bautismo de Jesucristo.
Llama mucho la atención una deteriorada columna con nervaduras en el techo dando la impresión de ser una palmera; por ello, es llamada el árbol de la vida.
Visita al osario de Wamba
También hay un baptisterio.
​Pero la iglesia aún guarda más tesoros. Atravesando otra puerta, se accede a un claustro rodeado de pequeñas capillas que no se pueden visitar, en el que se pueden ver tres tumbas, una de las cuales, la que tiene tapa, se dice que fue la de Recesvinto. 
En una de las mencionadas capillas, está la mayor de las sorpresas: el osario. Se trata del único visitable en España, un conjunto de calaveras y otros huesos, pertenecientes a monjes y enfermos del hospital. Hubo hasta más de 3000 en su origen, dispuestos de forma ordenada cubriendo paredes y el techo en un inicio; a mediados del siglo XX, el mismísimo Gregorio Marañón se llevó dos camiones llenos de estos huesos para los estudios de los alumnos de la facultad de Medicina, de la que era catedrático.
Visita al osario de Wamba
Aunque no era el primer osario que veíamos, ¡nos entraron escalofríos al sentirnos observados por tantas calaveras!
Y de esta tétrica forma concluye la visita al interior de la iglesia de Santa María de Wamba. De nuevo en el exterior, se puede ver otro ejemplo de románico en la portada, que fue añadida en el siglo XII, con decoración de rostros de personas y animales.
En la galería porticada hay una ventana sobre la cual se puede apreciar otra cruz de Malta.
Ahora ya sí concluimos nuestra visita a esta sorprendente iglesia. La forma de conocerla es mediante una genial visita guiada que dura más de una hora por todas las interesantísimas explicaciones del responsable. En 2018, esta visita tiene un coste simbólico de 2 euros por persona, que se destinan a labores de mantenimiento del lugar.
El horario para realizar esta visita es de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 durante el verano; en invierno hay que concertarla previamente contactando con la oficina de turismo de Wamba.
En los alrededores hay varias localidades para visitar, dentro de la ruta turística De Jeromín a Juan de Austria; además de Wamba y su iglesia de Santa María, están Torrelobatón, San Cebrián de Mazote, Monasterio de la Santa Espina, Urueña y Villagarcía de Campos.
¿Te animas a hacer la visita al osario de Wamba y descubrir todo el patrimonio que esconde?
¡¡Hasta el próximo post!!