Cuando llega el otoño siempre buscamos esos destinos de naturaleza que nos muestren los colores ocres de esta época. En una de nuestras escapadas aprovechamos para viajar hasta el corazón del País Vasco, en el norte de España, donde se encuentra el Hayedo Otzarreta, un rincón de la naturaleza que parece haber sido sacado de un cuento de hadas.

El Hayedo de Otzarreta es un tesoro escondido en las montañas de la provincia de Vizcaya, situado dentro del Parque Natural de Gorbeia, un lugar donde la realidad se fusiona con la fantasía. Sus árboles ancestrales, sus arroyos cristalinos y su atmósfera mística hacen de este hayedo un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y los buscadores de aventuras.

¿Listos para adentraros en el Hayedo de Otzarreta y descubrir su fascinante encanto natural?

El Hayedo tiene un estacionamiento, pero nosotros dejamos el coche en el restaurante Bengoetxea, desde donde iniciamos una caminata por una carretera asfaltada que se adentra al Parque Natural de Gorbeia. Pasados unos 1,2 kilómetros, encontramos un desvío a mano izquierda que tomamos para seguir caminando en dirección al Hayedo.

En ese punto encontramos una manada de Caballos de Monte del País Vasco, que se caracterizan por ser pequeños, robustos y de patas anchas; además es una especie que se encuentra en peligro de extinción.

Hayedo de Otzarreta

Seguimos caminando unos 1,7 kilómetros hasta llegar al estacionamiento del que hablamos al inicio, que tiene espacio para pocos coches. A unos cuantos metros de allí ya pudimos ver los primeros ejemplares de hayas del bosque, que tienen troncos gruesos y un muñón del que salen muchas ramas, dan la impresión de ser manos que quieren tocar el cielo.

Hayedo de Otzarreta

Este hayedo es considerado uno de los más bonitos del mundo por National Geographic, y es que el sitio es mágico en todas épocas pero mucho más en otoño: con los colores ocres es uno de los mejores momentos para visitarlo. Recomendamos ir muy temprano para evitar muchos visitantes, ya que poder sacar una foto solo del bosque es muy complicado.

Hayedo de Otzarreta

El Hayedo de Otzarreta no es un bosque muy grande, puede tener un centenar de hayas aproximadamente aunque al entrar pareciera no tener fin, pero lo cierto es que se recorre en muy poco tiempo.

El Hayedo está dividido por el arroyo Zubizabala que, dependiendo de la época del año, puede llevar más o menos agua; en nuestra visita en 2022 había llovido poco, por lo que tenía apenas agua. Junto al cauce del arroyo se encuentran los ejemplares de hayas más antiguos y también uno de los más fotografiados, un ejemplar con las raíces fuera y que es muy colorido por el musgo que lo cubre.

Hayedo de Otzarreta

Seguimos el arroyo para ver otros ejemplares de hayas que se encuentran bordeando y casi dentro del cauce, al estar tan cerca, probablemente con el tiempo la erosión de la tierra va a ocasionar que algunos terminen en suelo.

Hayedo de Otzarreta

También tuvimos en algunas partes del arroyo unas imágenes muy otoñales con las hojas ocres que habían caído en el fondo del agua junto a las hayas; nos dieron unas bonitas postales de esta visita al Hayedo Otzarreta.

Otra de las postales que nos llevamos fue la de las hayas mirando hacia el cielo con sus ramas y el en suelo un manto de hojas ocres. A pesar que no visitamos el hayedo en el momento más otoñal ya que tenían sus árboles muchas hojas verdes fue una visita maravillosa.

Aprovechando que estábamos dentro del Parque Natural de Gorbeia, muy cerca se encuentra el Humedal de Saldropro, se trata de una zona que fue una antigua turbera, es decir, una comunidad vegetal formada principalmente por musgos, dependiente del agua de lluvia o subterránea.

Desde el Hayedo tomamos un atajo por un sendero que cruza campo a través hasta llegar a un camino de montaña que lleva al Saldropo, es un paseo muy bonito dentro del parque Gorbeia.

Humedal de Saldropro

Por este camino hay que hacer unos 2 kilómetros para llegar al estacionamiento habilitado en el humedal. El camino tiene todo el tiempo a la izquierda las vistas con el monte Gorbea y el Macizo de Itxina, una zona montañosa kárstica.

Macizo de Itxina

El humedal de Saldropo abarca una superficie aproximada de 2 hectáreas con charcas alimentadas por las lluvias y pequeños manantiales, por lo que la presencia de agua sea constante y provoca que haya multitud de insectos, anfibios y vegetación acuática.

La mejor forma de conocer el Saldropo es hacer una ruta circular. Nosotros no la hicimos pero si disfrutamos del área recreativa con mesas para reponer fuerzas. También hay un centro de interpretación con información de la zona y lo que sí visitamos fue el Calero de Errekarte.

Un calero es un horno que se utilizaba para producir cal a partir de piedra caliza. Este ya no está en uso, pero se puede apreciar la forma que tuvo y es muy curioso que en su interior ha crecido un árbol.

Humedal de Saldropro

Pasamos un rato disfrutando de la zona y luego tomamos el camino hasta volver al estacionamiento donde dejamos nuestro coche.

Para llegar hasta el Hayedo hay que tomar la carretera N-240 y, en el puerto de Barazar está el restaurante Bengoetxea. A un lado del restaurante hay que coger la pequeña carretera asfaltada que se adentra en el Parque Natural de Gorbeia hasta una intersección que se desvía al estacionamiento del Hayedo.

El estacionamiento tiene pocas plazas, por lo que si no se llega temprano, puede ocurrir como a nosotros que nos encontramos en el cruce un guardabosque del parque que cerró el paso por aforo de coches; entonces nos tocó dejar el coche en el estacionamiento del restaurante. Desde allí son unos 2,8 kilómetros hasta el Hayedo, ¡un bonito paseo!

Aprovechamos el resto de la tarde para visitar algunos lugares en los alrededores, en toda la zona del Parque Natural de Gorbeia hay muchas actividades de naturaleza para realizar y sitios para ver.

A unos 40 minutos desde el Hayedo de Otzarreta encontramos la Cascada de Gujuli que es alimentada por las aguas del río Oiardo. Llegar a la cascada es muy fácil, se ha habilitado un pequeño estacionamiento desde donde sale un camino que lleva hasta una plataforma o mirador.

Cascada de Gujuli

Desde el mirador se puede ver cómo el agua se precipita más de 100 metros convirtiéndose en un espectáculo de la naturaleza. La cascada está envuelta en una leyenda que dice que el hechizo de una ninfa convirtió a un pastor de la zona llamado Urjauzi en este bello abismo de agua por haberle robado su espejo mágico.

Cascada de Gujuli

Para finalizar la tarde, fuimos a visitar el Santuario de Nuestra Señora del Oro, construido sobre un enorme bloque de roca calcárea; en sus inicios fue templo románico y más tarde gótico con ampliaciones posteriores.

Santuario de Nuestra Señora del Oro

Esta escapada la hicimos un fin de semana y nos alojamos en la pequeña localidad de Murguía que tiene una estupenda ubicación para las visitas que realizamos. Además, es muy tranquila y se come muy bien. Si necesitas reservar tu alojamiento, lo puedes hacer desde aquí:

 

En cada rincón del Hayedo de Otzarreta, en cada susurro del viento entre sus árboles centenarios, encontramos una conexión profunda con la naturaleza que nos rodea. A medida que nos despedimos de este mágico bosque, llevamos con nosotros no solo fotografías y recuerdos, sino también un compromiso de cuidar y proteger la belleza que encontramos aquí y en todos los tesoros naturales de nuestro planeta.

¡¡Hasta el próximo post!!