Siempre asociamos Tívoli, la antigua Tibur romana, con Villa Adriana y Villa de Este, pero ¿por qué nadie nos había dicho que la parte antigua de la ciudad es tan bonita? ¿Por qué ni siquiera la mencionan en las guías de viajes? ¡¡Tremenda injusticia!! Tívoli es una ciudad preciosa que tiene unas cuantas cosas muy interesantes para ver.
Situada a orillas del río Aniene, a poco más de 30 kilómetros de Roma, su casco histórico es pequeño, por lo que puede recorrerse fácilmente andando en unas horas. Su mayor atractivo es perderse por las entramadas calles medievales, llenas de encanto.
Aunque habrá que dedicar algo más de tiempo si queremos entrar en las iglesias y en los lugares históricos. Si solo tenéis unas horas, aquí os contamos lo que se puede ver en un paseo por la ciudad.
Empezamos nuestro recorrido en la plaza Giuseppe Garibaldi, donde dejamos el coche. Al lado están los restos del anfiteatro Beso y el castillo Rocca Pia, fortaleza del siglo XV construida sobre el anfiteatro.
Qué ver en Tívoli en un día
Cerca tenemos la plaza Trento, con la entrada a Villa de Este y la iglesia Santa María Mayor, en cuyo interior se encuentra la tumba de Hipólito II de Este, el cardenal que encargó la construcción de la villa que lleva su nombre. Destaca su portal gótico, con un arco de mármol blanco sobre él, y el campanario, de estilo similar al de la catedral.
Nos dirigimos hacia Via Trevio, y pasamos por la fuente de los tres leones para llegar a la plaza del Plebiscito, en la que se encuentra la iglesia de San Biagio.
Seguimos por Via Palatina y Via Ponte Gregoriano hasta llegar a la plaza Rivarola, con una bonita torre del reloj. De esta plaza sale la preciosa Via S Valerio que lleva directamente  a la catedral de San Lorenzo.
La catedral es de estilo barroco, construida en 1635 sobre otra del siglo V que estaba en el primitivo foro romano.
Al lado hay un antiguo lavadero público, con una curiosa inscripción según la cual se prohíbe la entrada a los hombres cuando había mujeres dentro. También está la mensa ponderaria, del siglo I A.C., en cuyo interior hay pesos y medidas de referencia utilizados en la época romana, al igual que los encontrados en las ruinas de Pompeya.
Qué ver en Tívoli en un día
Si volvemos a la plaza Rivarola, podemos continuar por el puente Gregoriano, que fue un regalo del Papa Gregorio XVI a los habitantes de la ciudad.
Qué ver en Tívoli en un día
Desde este puente se tiene una bonita vista de la Villa de Manlio Vopisco, una antigua villa romana del siglo II en la que habrían estado los templos de la Acrópolis y que está dentro del parque Villa Gregoriana. Al fondo se aprecia el templo de Vesta, de planta circular y rodeado de columnas, de igual manera que en el templo de Hércules Víctor de Roma; a su lado está el templo de Sibila.
Qué ver en Tívoli en un día
Si continuásemos por Via Quintilio Varo, llegaríamos a la cascada de Tivoli. Nosotros preferimos volver sobre nuestros pasos para seguir descubriendo bonitos rincones, ya que estaba anocheciendo. En nuestro paseo fuimos viendo muchas calles, con ese aire decadente que da un aspecto tan especial. Aún se pueden observar algunas casas-torre medievales que servían para defender la ciudad.
También nos detuvimos a observar las puertas de las casas, muchas decoradas con arcos. Callejeando, llegamos a la plaza de la Columna (Piazza Colonna), un rincón con mucho encanto.
Seguimos para desembocar en una delas calles más típicas de Tívoli, Via Campitelli. En ella encontramos la iglesia de San Pedro de la Caridad, de estilo románico y construida sobre las ruinas de una antigua villa romana; destaca su bonito campanario.
Qué ver en Tívoli en un día
Y más adelante, por la misma calle, llegamos a una de las joyas de la ciudad: la casa gótica, que data del siglo XIII y se caracteriza por su escalera exterior hacia una segunda planta y unos pequeños arcos ojivales sobre la entrada a la primera planta. Al lado hay una casa que conserva una columna de la construcción original.
Qué ver en Tívoli en un día
Continuando se gira a la izquierda en Via del Colle, donde están la iglesia de San Silvestre, con frescos del siglo XII, y al lado la fuente de Logorio y Lagani, del siglo XVI; más adelante, el santuario de Hércules Víctor.
Encontramos cerrados tanto la iglesia como el santuario.
¿Cómo llegar?
  • En coche, aparcando en la piazza Giuseppe Garibaldi, que está a un paso del centro y de la entrada a Villa de Este (por plaza Trento). Hay varias zonas de aparcamiento en las afueras.
  • En autobús Cotral desde las dársenas de autobuses que hay a la salida del metro Ponte Mammolo.
  • En tren desde la estación de Roma Termini hasta la estación de Tívoli, que queda al otro lado del río.
Y hasta aquí nuestro breve pero intenso recorrido por la sorprendente Tivoli. Fue una pena que encontrásemos gran parte de instalaciones e iglesias en misa o cerradas por estar en horario de invierno, ya que no pudimos tomar fotos de los interiores. Siempre puede ser una excusa perfecta para volver y verla con más calma… ¡no nos importaría en absoluto!
Y vosotros, ¿conocéis la ciudad de Tívoli? Pues ya tienes una idea de qué ver en Tívoli en un día.
¡¡Hasta el próximo post!!
Rebeca Gavilán Yela
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