Noruega es un país impresionante pero muy extenso, con mucha variedad de lugares y experiencias para disfrutar. Desde su historia vikinga hasta sus característicos fiordos, pasando por sus pintorescos pueblos y su cosmopolita capital, Noruega ofrece un sinfín de posibilidades en rutas que combinan una espectacular naturaleza con una singular cultura.
Nosotros nos decidimos por un road trip por el sur de Noruega durante una semana en el mes de septiembre, cuando todavía no hace frío aunque sí puede que llueva, como nos ocurrió. Aquí dejamos 10 lugares que vimos y que consideramos imprescindibles.
¿Queréis conocerlos?
Qué ver en el sur de Noruega en una semana
Oslo
La capital del país fue fundada por el rey Harald III Haardrade en el año 1048. Se trata de una ciudad con una gran oferta cultural concentrada en gran parte en su centro histórico, llamado Kvadraturen por su forma cuadriculada: fortaleza de Akershus, catedral del Salvador, Palacio Real… Una imagen muy típica de Oslo es su ayuntamiento (Rådhuset), una zona muy habitual para pasear, al lado del puerto. Algo más alejado está el Museo de los Barcos Vikingos, con los dos barcos vikingos (drakkars) mejor conservados del mundo. El famoso parque de las esculturas de Vigeland, que tiene el nombre de su creador, destaca por su monolito, una escultura de granito de 17 metros de altura que está compuesta por más de 100 figuras humanas entrelazadas.
¡Por cierto, el único día que tuvimos soleado!
Roca del púlpito o Preikestolen
Una de las imágenes más conocidas de todo el país es esta impresionante roca, a más de 600 metros sobre el fiordo Lysef. Fue formada por acción Para llegar, hay que dejar el coche en un gran aparcamiento de pago, en el que también hay una tienda de souvenirs e incluso un par de alojamientos, y hacer una caminata de dos horas en subida; al llegar arriba, la vista merece el esfuerzo.
Bergen
Esta encantadora ciudad es la segunda en tamaño e importancia después de Oslo. Fue fundada por el rey vikingo Olaf Kyrre en 1070 y está considerada como la puerta de entrada a los fiordos. El barrio de Bryggen es el más antiguo de la ciudad y de todo el país, y es la imagen más conocida de la ciudad con sus casitas de madera. Tiene una bonita fortaleza, Bergenhus, un mercado de pescado y varios museos; también es muy interesante una visita a la iglesia de Santa María, que tiene un púlpito muy llamativo. Algo muy habitual es subir en funicular al monte Fløyen y admirar la vista panorámica de la ciudad.
Cascada Tvinde o Tvindefossen
Se encuentra a unos 15 minutos al norte de Voss, una localidad del circuito panorámico que une Bergen Oslo y Bergen. Es muy fácil llegar, ya que se ve desde la carretera; hay un pequeño aparcamiento y se camina unos metros. No es muy grande pero su fácil acceso hace que sea una parada muy agradable. También hay una tienda de souvenirs y un área para camping de caravanas.
Aldea vikinga Njardarheimr
Ubicada en la localidad de Gudvangen, se trata de la reproducción de un antiguo poblado vikingo en la que se retrocede en el tiempo para ver cómo era la vida hace más de mil años en estas tierras. Hay un gran restaurante donde degustar platos elaborados según las tradiciones vikingas de la época.
Iglesias de madera o Stavkirkes
Las iglesias de madera son típicas construcciones medievales vikingas. La localidad de Kaupanger tiene una muy bonita, que es la que visitamos nosotros, junto con la de Dombås.
En la zona también está la de Fantoft en Bergen, la de Urnes que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1979, y la de Hopperstad en Vik. Hay muchas más repartidas por el país; una muy bonita es la de Telemark, aunque no la vimos porque no nos quedaba cerca de los lugares a visitar en nuestra ruta.
Glaciar Briksdal o Briksdalsbreen
Fue el primer glaciar que vimos (¡en la vida!) y la verdad es que nos impresionó mucho, sobre todo por sus tonos azulados. Está situado en el Parque Nacional de Jostedalsbreen y forma parte del mayor glaciar de la Europa continental, que da nombre al parque. Para llegar hay que dejar el coche en un estacionamiento con cafetería, tienda de souvenirs y albergue y tomar un trollcar (de pago) o bien caminar casi una hora, pues el glaciar va retrocediendo y cada vez hay más distancia hasta donde termina la lengua de hielo.
Fiordo Geiranger o Geirangerfjord
Este espectacular fiordo, junto con el de Nærøyfjord en Gudvangen, son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2005, como parte de los Fiordos del oeste de Noruega. Es uno de los fiordos más turísticos del país ya que, además de su belleza, cuenta con maravillosas cascadas como la de las Siete Hermanas, el Velo de la Novia y el Pretendiente. Nuestra primera vez en un barco nos mareó un poco, pero valió la pena por las vistas.
Ålesund
Esta es una ciudad que nos encantó. Está formada por siete islas unidas por túneles y puentes. Se caracteriza por sus edificios de estilo art nouveau en el centro histórico, que surgieron al reconstruir la urbe tras un incendio a principios del siglo XX; estos edificios son mucho más sobrios que en otros lugares de Europa como Riga, por ejemplo. También podemos pasear por el puerto, donde se ven antiguos almacenes de pesca.
Pero si hay algo que tenemos que hacer, definitivamente es admirar la maravillosa vista de las casitas y el fiordo Geiranger subiendo al mirador panorámico de Fjellstua en el monte Aksla; se puede llegar en coche, en bus o a pie… ¡subiendo más de 400 escalones! Por suerte, arriba también hay una cafetería y un restaurante para reponer fuerzas. También encontraremos un búnker alemán de hormigón de la II Guerra Mundial.
Trondheim
La antigua Nidaros medieval, breve capital del país en esa época, es la ciudad más al norte a la que llegamos en nuestro road trip, aunque está en la zona centro del país. Fue fundada por el rey Olav Tryggvason a finales del siglo X en la desembocadura del río Nidelva; posteriormente alcanzó gran importancia comercial y hoy en día es una ciudad moderna con un trazado de cuadrícula también, al igual que Oslo, y la tercera más poblada del país. El monumento más importante es la catedral, Nidaros Domkirke, que se levantó en la Edad Media con una mezcla de estilos y, tras un incendio, se reconstruyó con estilo gótico del siglo XIX.
Un imprescindible es pasear por la zona del llamado embarcadero (Piren) y ver las preciosas casitas y almacenes de colores, así como el puente de la ciudad vieja (Gamle Bybro), característico con sus arcos rojos.
Pero esta ciudad tiene muchos más puntos de interés, como la plaza mayor (Torget), la fortaleza Kristiansten y varios museos. Incluso una isla, Munkholmen, con una fortaleza que también ha sido monasterio y prisión. ¡Demasiadas cosas para el poco tiempo que pudimos estar!
Y esto es todo lo que vimos durante nuestra semana en el sur de Noruega. Sabemos que nos faltaron muchas otras, así que… ¿quién sabe si volveremos para seguir conociendo el sur o tal vez pasar al norte…?
Y vosotros, ¿qué otros lugares conocéis en Noruega?
¡¡Hasta el próximo post!!