Tokio, la capital del país, está situada hacia el centro de la costa oriental de Honshū, la isla principal del archipiélago japonés. Es una de las ciudades más pobladas del planeta, que despierta temor y fascinación a partes iguales. Muchísimos son los atractivos de esta enorme ciudad, pero aquí os contamos solamente algunos, que se podrían considerar imprescindibles para una primera toma de contacto; también algunas excursiones a ciudades cercanas.
¿Venís con nosotros?
Qué ver en Tokio – Imprescindibles
Palacio imperial o Kōkyo
Es la residencia oficial permanente del Emperador y su familia. Se trata de un complejo formado por pabellones, jardines, fuentes y hasta un foso surcado por puentes; fue construido en el siglo XX, donde anteriormente estuvo el castillo Edo, del que quedan algunas ruinas. Los Jardines del Este del Palacio Imperial, rodeados por una gran muralla de piedras, se pueden visitar libremente.
Cruce de Shibuya
Este cruce es uno de los más famosos del mundo. Al estar formado por varios pasos de cebra, se convierte en un verdadero enjambre de personas que van en todas direcciones cuando los coches se detienen en los semáforos.
Pero, a pesar de que este es el más famoso, lo cierto es que hay más cruces similares en Tokio, como uno al lado del centro comercial Nishiginza, otro en la estación de Yurakucho o este otro en el Centro de Convenciones y Espectáculos del arquitecto uruguayo Rafael Vinoly.
Muy cerca del cruce de Shibuya están la estatua del famoso perro Hachiko y el parque Yoyogi, uno de los más grandes de la ciudad, con el Santuario Meiji.
Barrio Akihabara
Este es uno de los más famosos y concurridos de Tokio, con precios económicos en sus tiendas de electrónica, videojuegos, manga y anime. Aunque no seas muy fan de ninguno de ellos, hay que visitar este barrio solo por ver las calles abarrotadas y bulliciosas y los enormes cartelones con los dibujos. De noche es un verdadero espectáculo, todo lleno de luminosos.
Templo Sensō-ji
Es el templo budista más antiguo de la ciudad, y en él se venera a la diosa de la Misericordia. Destaca la puerta de Kaminarimon (puerta de los truenos), con su grandiosa linterna de papel rojo y las dos deidades que guardan la puerta, y una pagoda de cinco pisos, con más de 50 metros de altura, la segunda más alta de todo Japón.
Torre de Tokio
Esta torre de comunicaciones, que recuerda a la Torre Eiffel de París, fue construida en 1958 y mide más de 330 metros de altura. Tiene dos miradores de pago, uno hacia la mitad de la torre y el otro en la parte superior. Es una de las principales atracciones de la ciudad.
Complejo Roppongi Hills
Se trata de un conjunto de edificios de viviendas, oficinas, lujosas tiendas… También están el Jardín Mori, con un estanque, y la torre Mori, una de las más altas de la ciudad, en cuyo último piso está el mirador Tokyo City View. Nosotros subimos a última hora y pudimos tener unas vistas nocturnas de la Torre de Tokio y del puente del Arco Iris (Reinbō burijji) sobre la bahía de Tokio.
Hay otros miradores en la ciudad, como el ya mencionado de la Torre de Tokio y el del Gobierno Metropolitano de Tokio, este último gratuito.
Cementerio Yanaka
Como ya sabéis, nos gustan los cementerios, así que fuimos a visitar este, situado en uno de los barrios más ancestrales de la ciudad. Además de por sus lápidas y tablas de madera, tan diferentes a las de un cementerio occidental, es famoso por la floración de sus cerezos en primavera. Recomendamos dedicar un par de hora a pasear y descubrir todos los rincones de este asombroso lugar.
Alrededores de Tokio
NIKKO
Ciudad situada a 150 kilómetros al norte de Tokio, posee un conjunto de santuarios y templos, rodeados de frondosos bosques, que son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1999. Solamente hicimos una excursión de un día desde Tokio, así que no pudimos verlos todos, pero aquí os contamos los que se consideran imprescindibles:
Rinnō-ji
Es un templo budista, fundado por el monje Shodo Shonin y conocido por sus tres grandes budas de madera laqueada en oro, que representan las tres montañas sagradas de Nikko: Nantai, Nyoho y Taro.
Tōshō-gū
Este santuario sintoísta es la gran atracción de Nikko, ya que tiene una decoración muy profusa. Sus elementos más importantes son el Shinyosha (establo sagrado), famoso por sus tres monos sabios tallados en madera que representan los principios de no ver maldades, no oír maldades y no decir maldades (¿estarán inspirados en estos los iconos del whatsapp?) y la impresionante Yomeimon (puerta del crepúsculo), con un arquero guardián y más de 500 estatuas que representan diversos animales y criaturas mitológicas.
Futarasan
Situado al lado del anterior, también fue fundado por el monje Shodo Shonin, y es el santuario protector de Nikko. Es muy bonito el torii de cobre en la entrada al santuario.
Puente Shin-Kyo
Este característico puente rojo de madera sobre las aguas turquesas del río Daiya, es sagrado, ya que fue levantado en el lugar donde, según la leyenda, el monje Shodo Shonin cruzó el río montado en dos serpientes gigantes. Para los japoneses, es uno de los puentes más bonitos del país.
ODAWARA
Ciudad situada a unos 90 kilómetros al suroeste de Tokio, a ambos lados de la desembocadura del río Sakawa. Esta es otra excursión de un día desde Tokio, para ver su famoso castillo. El original fue construido en el siglo XV durante la era Edo, pero lo que se ve ahora es una reconstrucción del siglo XX; en su interior hay un museo con objetos sobre la historia de la ciudad y del castillo. Tenía carácter defensivo, por lo que se levanta sobre un muro de piedra; destaca su torre principal.
Este castillo se encuentra en unos jardines con cerezos y unas jaulas de monos que da pena verlos y no tienen relación con el lugar; anteriormente había un elefante que no se podía mover por estar en un espacio muy pequeño rodeado de un foso con agua.
Otros lugares de interés
Además de Nikko y Odawara, otras ciudades típicas para una excursión desde Tokio pueden ser Hakone, Kamakura, Narita, Kawagoe, Yokohama... En cuanto a naturaleza, cómo no, el majestuoso monte Fuji, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2013 junto a todo el Parque nacional de Fuji-Hakone-Izu.
¿Dónde alojarse?
Además de los hoteles normales, tipo occidental, existe el alojamiento típico japonés, el ryokan, para conectar con las costumbres tradicionales: caminar descalzo, dormir en un futón con suelo de tatami y puertas correderas… Los mejores no están en Tokio, sino en otras ciudades.
Para los más atrevidos, recomendaríamos los hoteles cápsula, tan de moda últimamente… tienen que ser toda una experiencia, ¡aunque creemos que no para más de una noche! Los puedes reservar desde aquí
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¿Cómo desplazarse por Japón?
A pesar de que nos gusta mucho alquilar un coche por la flexibilidad que supone, para nuestra estancia en Japón elegimos el transporte público, ya que la red de transportes de Japón es excelente. Con el famoso Japan Rail Pass, podréis moveros fácilmente tanto por Tokio, ya que incluye todas las líneas de metro, como desplazaros a otras localidades, puesto que incluye la mayoría de líneas de tren bala o alta velocidad japonesa (Shinkansen) y algunos ferris.
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¿Tenéis en mente viajar a Japón? ¿Ya tenéis una idea de qué ver en Tokio? Esperamos que este pequeño resumen os ayude a planificar vuestro recorrido por Tokio y sus alrededores.
¡¡Hasta el próximo post!!