Dos de los aspectos a tener en cuenta en cualquier viaje son el alojamiento y la comida, especialmente si no queremos dejarnos todo el presupuesto durmiendo y comiendo. Así que aquí os contamos lo que hicimos nosotros que, sin ser el máximo ahorro, tampoco fue un derroche de lujo; algo intermedio. Aun así, se llevó la mayor parte del gasto del viaje.
También partimos de que, a no ser que no lo podamos evitar, no buscamos alojamientos con baño compartido; nunca se sabe lo que se puede uno encontrar, aunque hay que decir que ya tenemos un par de experiencias y la gente es infinitamente más civilizada que en España.
¿Quieres saber donde dormimos y comimos en Escocia? Sigue leyendo

Alojamientos en Escocia

En Escocia el alojamiento es bastante caro, un hotel medio no baja de los 100 euros por noche. Y teniendo en cuenta que en verano la oferta disminuye y los baratos son los primeros que se agotan, con más razón hay que reservar con mayor antelación para que no pase como a nosotros, que incluso tuvimos que modificar un poco la ruta porque no quedaban hoteles disponibles (ni baratos ni caros) en alguna de las zonas que queríamos visitar.
En Edimburgo nos decidimos por una opción cada vez más extendida, alojarnos en una residencia de estudiantes, la Destiny Student Brae House. La ubicación, pese a no estar en el mismo centro histórico, era muy buena, así que nos arriesgamos a probar.
Una característica de las residencias es que tienen son muy laberínticas y tienen muchos pasillos largos. Las habitaciones están agrupadas en 5 o 6, con una cocina independiente totalmente equipada por grupo. Esto es muy útil a la hora de cocinarse algo uno mismo para desayunar o para cenar; a veces se puede encontrar en el frigorífico algo de comida o bebida que ha dejado algún estudiante o un inquilino anterior, perfectamente identificada con cartelitos que indican consumo gratuito, cuándo fue comprada y cuándo caduca.
La habitación era muy sencilla, con el espacio muy justo pero muy limpia, sin tv (recordemos que su función es ser un lugar de estudio y descanso), una cama tal vez demasiado estrecha para dos personas y un escritorio con las normas de la residencia. Y ya.
alojamientos en escocia
El cuarto de baño, también con el espacio estrictamente necesario, era funcional, sin amenities. En este caso, tuvimos que pagar un alquiler por las toallas, 3 libras por toalla, al haber reservado por una web de reserva conocida.
Un detalle que nos gustó es que, además de enchufes, en la pared había un par de cargadores USB, que resultan muy útiles para no andar con los adaptadores.
En esta residencia también había que pagar suplementos extras por alargar el check out de 10:00 a 12:00 (10 libras) y por guardar las maletas en recepción después del check out (5 libras por maleta).
Al final de nuestro viaje, nos volvimos a alojar en otra residencia de estudiantes que no estaba tan bien situada, pero en la que no había que pagar cargos extras por ningún concepto, la Arran House. Por lo demás, era igual que en la anterior.
Pero durante nuestro road trip tuvimos ocasión de probar otros tipos de alojamientos. Desde hoteles normales en las ciudades de paso como Dunfermline, Aberdeen, Thurso, Ullapool, Killin, Glasgow o Dumbarton hasta Bed&Breakfast y granjas.
De los hoteles destacamos que algunos estaban en edificios muy bonitos, como en Thurso,  Ullapool y Killin.
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Otros tenían unas vistas espectaculares, como en Dunfermline.
Y otros eran grandes hoteles en las afueras con muchas habitaciones, como en Dumbarton.
Las granjas nos gustaron mucho. Suelen ser grandes casas de campo cuyos propietarios, normalmente personas ya de una cierta edad, han puesto las habitaciones a disposición de los viajeros que en ellas quieran alojarse. Destacamos el trato súper agradable de estas personas, que preparan el desayuno personalmente, e intentan que los huéspedes estén como en su casa. ¡Y damos fe de que lo consiguen! Tuvimos este tipo de alojamiento en Helmsdale, Stromness y Fort William. A veces puede tocar baño compartido, pero no tenemos ninguna queja.
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Especialmente atento fue el trato que recibimos de Jan Wetton en Hemsdale. Además de darnos un pequeño desayuno rápido en su porche con unas vistas espectaculares, nos preparó otro para llevar, pues teníamos que salir muy temprano para coger el ferry que nos llevaría hasta las islas Orcadas. Fruta, yogur griego, huevos cocidos… ¡todo un detalle por su parte!
¡Ah! Ya se nos olvidaba mencionar que en todos los alojamientos (excepto en las residencias de estudiantes, hay un pequeño kit para café y té: calentador de agua, tazas, sobrecitos con varios tipos de café y té… hasta galletitas o pastelitos para acompañar. ¡Para disfrutar de un dulce momento de relax!
Y estos fueron todos los tipos de alojamientos que utilizamos en Escocia. La experiencia fue positiva en todos ellos, pero quizás recomendamos más las granjas por la cercanía del trato con sus propietarios. Todo estos alojamientos los puedes reservar desde aquí.
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Comida
Uno de los aspectos que más nos gusta de los viajes es la gastronomía, probar los platos típicos de cada lugar, a veces tan diferentes de los nuestros. En Escocia había probamos varios platos:
Haggis, neeps and tattiesel haggis es el plato nacional de Escocia, hecho con vísceras de cordero u oveja mezcladas con cebolla, avena y especias, acompañado por puré de colinabo (cruce entre repollo y nabo) y puré de patatas.
El haggis también se vende en forma de longaniza en algunos supermercados.
Full scottish breakfastdesayuno tradicional escocés completo, compuesto por black pudding (especie de morcilla en rodajas y a la plancha), bacon a la plancha, baked beans (alubias estofadas), huevos fritos o revueltos, salchichas, tomates y/o champiñones a la plancha, hash browns (masa de patata frita en triangulitos) y pan de molde con mantequilla. A veces también lleva haggis.
En la mayoría de hoteles sirven este desayuno con todos los ingredientes o a gusto del comensal.
Un desayuno típico escocés es también el porridge, avena hervida en agua o leche, pero no lo llegamos a probar.
Fish and chipsfilete de pescado blanco muy rebozado, acompañado por patatas fritas y guisantes enteros o bien en puré.
Hay bastante pescado, especialmente bacalao y el famoso salmón escocés, uno de los mejores del mundo. Y también carne: vacuno Angus de Aberdeen, cordero…
En cuanto a las bebidas, destacan el excelente whisky escocés, la cerveza, la sidra y la ginebra.
Nosotros probamos la mayoría de estos platos en la cadena de restaurantes Wetherspoon, que ya mencionamos en nuestro post sobre Bristol, que nos gustó mucho por su gran variedad y sus precios más que asequibles.
Pero si se quiere ahorrar un poco más o no emplear mucho tiempo en la comida, hay una opción económica y rápida: los deal meal de los supermercados. Casi todos tienen una sección de refrigerados (muy fácilmente identificable) en la que, por 3 o 3,5 libras, se puede combinar un sándwich/wrap/ensalada/pasta más un snack/dulce/fruta y una bebida (hay muchísima variedad de refrescos). Los supermercados más numerosos son Tesco y Coop (en este último tienen una gelatina de frambuesa realmente deliciosa).
alojamientos en escocia
En algunas ciudades hay tiendas llamadas Poundland, en las que todo cuesta 1 libra, y se pueden hacer combinaciones interesantes.
También está Marks&Spencer, una especie de Corte Inglés del Reino Unido, en el que la sección de supermercado ofrece una variedad inimaginable de comida rápida y platos preparados a muy buen precio. Nosotros compramos allí platos para calentar en las cocinas de las residencias de estudiantes.
La verdad es que, entre estas distintas opciones de alimentación, comimos muy bien en Escocia. ¡Las recomendamos todas!
¡¡Hasta el próximo post!!