Situada junto al río Segre, Lleida es una ciudad con mucha historia. Sus orígenes se remontan a los tiempos en que el pueblo íbero de los ilergetes construye un pequeño poblado amurallado llamado Iltirda o Iltirta, allá por el siglo VI a. C. Tras la invasión cartaginesa, el poblado fue tomado por los romanos, que lo llamaron Ilerda. Después llegaron los visigodos, que lo llamaron Lerita, y más tarde los árabes, quienes le pusieron el nombre de Larida, la ciudad lejana, y la ocuparon durante cuatro siglos.

Ya en la Edad Media, Leyda tuvo un periodo de esplendor que se vio empañado en la Edad Moderna a causa de guerras y enfermedades. La ciudad se recuperó posteriormente y experimentó un gran crecimiento a ambos lados del río Segre.

Hoy en día, Lleida ha sabido combinar su pasado histórico con su actual presente innovador y sus numerosas propuestas culturales.

A nosotros nos sorprendió mucho por la gran cantidad de lugares interesantes por conocer.

Qué ver en Lleida en un día

Conjunto Monumental Cerro de la Catedral Vieja o Turó de la Seu Vella

En el centro de la ciudad se levanta este impresionante conjunto monumental, el más importante de Lleida. Debido a sucesivos conflictos bélicos, todo el montículo, en el que había un barrio gótico, fue arrasado y en su lugar se construyó una fortificación militar. Los únicos edificios no derribados, la catedral y el castillo, fueron convertidos en cuarteles militares hasta mediados del siglo XX. La entrada principal al conjunto amurallado es la Puerta del León, sobre la que se ve el escudo de los Borbones y la figura de un león.

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Nosotros entramos por un acceso al que llegamos en el ascensor del Canyeret desde la calle Ronda de la Seu Vella, que también llega hasta la calle Canyeret y la céntrica plaza de Sant Joan. Hay otro acceso más por ascensor desde el Parque de Santa Cecilia.

Catedral Vieja o Seu Vella

Fue construida a lo largo de los siglos XIII y XIV en el lugar donde estuvo una antigua mezquita musulmana, y su estilo es de transición entre el románico y el gótico. Durante la Guerra de Sucesión, tras ser la ciudad conquistada por las tropas de Felipe V, la catedral se convirtió en prisión y después en cuartel militar.

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En el exterior son preciosos sus grandes ventanales góticos, así como la altísima torre-campanario octogonal, con 60 metros de altura y que data del siglo XV. Tiene siete campanas, cada una con su nombre. Dos de ellas datan del siglo XV, dan las horas y se llaman Silvestra y Mónica. Las otras cinco son del siglo XX y se llaman Meuca, Marieta, Crist, Puríssima, y Bàrbara.

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La catedral tiene cuatro portadas: Puerta de San Berenguer, Puerta de la Anunciación, Puerta de los Apóstoles, Puerta de los Ahijados o dels Fillols. Esta última, la más popular, debe su nombre a que por ella entraban los recién nacidos que iban a ser bautizados en la catedral.

A la catedral se accede por La Canonja, un conjunto de edificios que acogían a los canónigos que constituían la Catedral. No pudimos admirar el interior de la catedral por encontrarla cerrada.

Castillo de la Suda o del Rey

Está situado estratégicamente en el punto más alto de la ciudad. El nombre árabe de la Suda significa área urbana cerrada, por lo que hace referencia a la fortaleza andalusí construida durante el siglo IX y que fue el refugio del último Califa de Córdoba, Hisham III. Más tarde fue el palacio donde hacían parada los diferentes reyes de la Corona de Aragón en la época medieval.

Aquí tenemos una imagen del castillo visto desde la puerta del Revellín de la Media Luna.

Fortificación y restos arqueológicos

El recinto fortificado que rodea el cerro ya existió en tiempo de los romanos y fue mantenido a lo largo del tiempo. Actualmente conserva varios tramos de muralla borbónica, baluartes, torres vigía…

También hay diversos restos de muralla romana, silos medievales y pozos de hielo. Estos últimos forman parte del Museo del Agua, por lo que recomendamos contactar previamente para asegurar la visita.

Catedral Nueva

Fue construida en el siglo XVIII debido a la toma de la Catedral Vieja como cuartel militar. De estilo barroco, tampoco pudimos ver su interior porque también la encontramos cerrada.

Antiguo Hospital de Santa María

Justo enfrente de la Catedral Nueva está este edificio de estilo gótico-plateresco construido en los siglos XV y XVI. En su interior hay un maravilloso patio con una escalinata de piedra que sube a una galería con altos arcos ojivales. Actualmente, es la sede del Instituto de Estudios Ilerdenses.

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Capilla de Santiago o del Pie del Romero

En la confluencia de las calles Mayor y Caballeros encontramos esta pequeña capilla, que fue construida a finales del siglo XIV y dedicada originalmente a la Virgen de las Nieves.  Según la leyenda, el apóstol Santiago se paró aquí para sacarse una espina clavada en el pie con la luz de unos farolillos de varios ángeles que bajaron del cielo. Hoy día está en la ruta del Camino de Santiago Catalán.

Palacio de la Paeria

Este edificio, que es la sede del Ayuntamiento, fue construido en el siglo XIII y tiene dos fachadas: una románica de grandes ventanales con columnas, que da a la plaza de la Paeria, y otra neoclásica, que da a la Avenida de Blondel junto al Segre.

En su interior hay un bonito patio con arcos y un pozo. En el sótano, donde estaban unos antiguos calabozos, hay un museo en el que se pueden ver restos arqueológicos y de la historia leridana, como el retablo gótico de la Virgen de los Ediles o dels Paers, del siglo XV, el armario de los Privilegios o la Carta Pobla, primera constitución leridana del año 1150.

Nosotros vimos los impresionantes restos arqueológicos y nos pareció increíble que en pleno centro de la ciudad haya tanta historia. ¡Imprescindible!

La Judería o Cuirassa

La judería leridana fue una de las más importantes de la Corona de Aragón, pues alrededor del siglo XV, la comunidad judía alcanzaba más del 10% de la población de la ciudad. Se extiende por las céntricas calles Mayor, Caballeros y Compañía, y debe su nombre a las antiguas coiraças andalusíes que delimitaban internamente la medina musulmana.

Ruta modernista

Nos encantan los edificios modernistas, así que al saber que en la ciudad había una ruta para descubrirlos, no dudamos en seguirla, y vimos todos estos edificios:

Casa Magí Llorens, de los años 1905-1907; Casa Melcior, del año 1910; Casa Morera, del año 1922 y Casa Baró, del año 1921.

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También están la Casa Bergós , Casa Xammar,  Casas de Balasch y Teatro Municipal del Escorxador. Otras ruta modernistas que te pueden interesar que hemos visto son:

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Edificios singulares de la avenida Blondel

Además, en la avenida Blondel, durante todo su recorrido paralelo al río Segre, hay varios edificios con fachadas singulares, a cada cual más bonita que la anterior. Nos llamaron la atención el edificio de la antigua Banca Llorens, del año 1930, que después fue el Banco Hispanoamericano, como se aprecia en el reloj. Y la Casa Segura, del año 1875, con sus arcos de herradura y ojivales, así como sus cabezas humanas y animales.

Ruta de las fuentes monumentales

Se trata de un itinerario por la primera distribución moderna de aguas de la ciudad, formada por el Depósito del Plan del Agua y las fuentes que repartían sus aguas. Estas se abastecían del canal de Pinyana y son la de la Enseñanza, la de San Lorenzo, la de la Costa del Jan, la del Hospital o de los Enanitos y la del Roser. Esta última nos gustó especialmente; es una bonita fuente de piedra tallada adosada a la pared del edificio del antiguo Convento de los Dominicos, actual Parador de Turismo, en la calle Caballeros.

Muralla de la ciudad

La ciudad ya tuvo muralla desde la época musulmana, siendo ampliada en varias ocasiones hasta el siglo XV. En el siglo XIX se derribó prácticamente por entero, quedando hoy en día una única puerta de acceso, el Arco del Puente; es un arco de estilo neoclásico del siglo XVIII, con arco de medio punto y bóveda de crucería en su interior. Junto a él hay una estatua de Indibil y Mandoni, caudillos ilergetes del siglo III a. C., gracias a los cuales la ciudad no sería destruida en los conflictos entre Cartago y Roma.

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Curtidurías o Adoberías

Son las más antiguas de España, pues datan del siglo XIII, y las mejor conservadas. Se pueden observar, excavados en la roca, los depósitos utilizados para la transformación de una piel seca en cuero flexible.

Iglesias

Varias son las iglesis para visitar en la ciudad. Las principales son la de San Lorenzo y San Martín. La de San Lorenzo, construida en el siglo XII en estilo románico, es la más importante tras la Catedral Vieja, y es característico su alto campanario octogonal. La de San Martín fue construida también en el siglo XII en estilo románico.

Además, están las de San Pedro Apóstol  y la de San Juan, esta última en la plaza del mismo nombre.

Museos

La ciudad cuenta con un buen número de museos. Nosotros no pudimos conocerlos porque solo estuvimos de paso, pero si disponéis de tiempo, os recomendamos que visitéis alguno de los siguientes: Museo de Lleida, Casa de los Gigantes, Museo de la Automoción Roda Roda, Museo de arte Jaume Morera.

Especial atención le habríamos dedicado nosotros al Museo del Agua, que está formado por el Depósito del Plan del Agua, el Campamento de La Canadiense, los pozos de hielo mencionados en el  Conjunto Monumental Cerro de la Catedral Vieja y el Molino de San Anastasio. Toda una lección sobre la relación de la ciudad con el agua.

Conjunto Monumental de Gardeny

Es uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura templaria de Cataluña. Su origen fue un convento construido en siglo XII por la Orden del Temple en el cerro de Gardeny. Posteriormente fue modificado, transformándose en fortín militar. El conjunto está formado por el castillo, parte de muralla y la iglesia románica de Santa María de Gardeny.

También hay un Centro de Interpretación de la Orden del Temple.

Aparcamiento

No es difícil aparcar en esta ciudad, pero no queremos dejar el post sin hacer la recomendación, o advertencia más bien, de no aparcar en la zona de la Catedral Vieja. Nosotros tuvimos una muy mala experiencia y la policía nos dijo que, aunque no lo parezca, se trata de una zona conflictiva, a pesar de estar cercanos los juzgados. Así que mucho mejor gastar un poco en un aparcamiento vigilado.

Gastronomía

Y para terminar, algo más agradable, como lo es siempre la comida. El elemento más representativo de la cocina leridana es el caracol. Se puede cocinar a la llauna (en chapas metálicas) y acompañado de alioli o vinagreta, a la brutesca (a fuego lento), a la gormanta (picante)… Como a nosotros no nos gustan los caracoles, nos decidimos por un empedrat de lentejas y una chuleta de cerdo con samfaina. De postre, ¡crema catalana!

También se puede comer panadons, que son unas empanadas saladas rellenas de espinacas, pasas y piñones, así como los platos típicos catalanes: escalibada, embutidos, cassoles…

En definitiva, Lleida nos pareció una ciudad con mucho por descubrir, y la verdad es que nos habría gustado estar más de un día para poder conocer lo que nos quedó pendiente. Tal vez en otra ocasión…

¡¡Hasta el próximo post!!