Navalagamella es una localidad madrileña situada a unos 50 kilómetros de la capital, en la comarca de la Sierra Oeste de la Comunidad de Madrid, entre San Lorenzo de El Escorial y Colmenar del Arroyo. Su origen no está claro, siendo fundada posiblemente entre los siglos XI y XII durante la repoblación efectuada por el rey Alfonso VI en la sierra de Guadarrama. La construcción del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial en el siglo XVI llevó gran prosperidad a Navalagamella, obteniendo el título de villa en el siglo XVII. Durante la Guerra Civil, fue prácticamente destruida, quedando hoy en día numerosos restos de arquitectura militar.

Precisamente este tipo de patrimonio fue el que nos llevó hasta esta localidad, para lo que decidimos realizar una de las muchas rutas de senderismo que hay en el lugar: la ruta de los molinos del río Perales, que combina naturaleza, restos de molinos harineros y restos de construcciones de la Guerra Civil.

¿Nos acompañáis en esta sorprendente caminata?

Ruta de los molinos del río Perales en Navalagamella

Se trata de un recorrido circular, de unos 7 kilómetros de longitud y de dificultad fácil que se completa en unas 3 horas aproximadamente.

La ruta comienza en la parroquia de Nuestra Señora de la Estrella, donde hay espacio para dejar el coche. Desde allí hay que caminar hacia la calle Real y la plaza de España, siguiendo por la calle San Sebastián hasta llegar al aparcamiento de la plaza Marcelino Camacho; aquí también se puede dejar el coche si queremos ahorrarnos algo de tiempo o de ejercicio.

Aquí encontramos el mirador del Hondillo, situado junto la Cañada Real Leonesa Oriental, que es una vía pecuaria rodeada de encinares y utilizada por ganaderías trashumantes desde el siglo XIII. Desde él se observan las grandes extensiones de encinas y, al fondo, las cumbres de la Sierra de Guadarrama, como Siete Picos, La Maliciosa o el Alto de las Guarramillas (Bola del Mundo).

navalagamella

Para continuar, hay que tomar el camino ancho descendente. A la derecha queda un desvío señalado con el cartel “Ramal a los fortines de la Guerra Civil”; nos adentramos por él unos metros pero no llegamos a ningún sitio, así que volvimos sobre nuestros pasos y seguimos por el camino ancho. Esta senda es un atajo para llegar al final de la ruta sin pasar por los molinos harineros.

Continuamos y pasamos un descansadero que queda a mano derecha y, unos metros más adelante pero a mano izquierda, encontramos restos de puestos de tirador y fortines. Hay que estar atento, pues están en la ladera de un montículo, ocultos entre la vegetación. Si nosotros pudimos encontrarlos, ¡vosotros también!

Si, desde este punto, miramos al monte de enfrente, podemos advertir otras construcciones similares.

Retomamos nuestro paseo por el camino y pasamos dos descansaderos más hasta llegar a un cruce de caminos: hay que seguir por el que desciende a la izquierda. Después encontramos otro descansadero frente al que hay una gran encina, con 12 metros de diámetro de copa y 150 años de antigüedad, catalogada como árbol singular de la Comunidad de Madrid.

navalagamella

Más adelante, llegamos a una explanada en la que se encuentra el puente del Hoyo, en la confluencia de la Cañada Real con el arroyo de los Conejeros, que es afluente del río Perales y aquí se une a él. Fue construido entre los siglos XV y XVI, y los pastores solían pasar la noche en él. Ya en el siglo XX cayó en desuso, quedando en estado de ruina hasta que fue rehabilitado en el año 2019.

navalagamella

Desde aquí tomamos el camino de la derecha, sin cruzar el río, que discurre paralelo al mismo. En este tramo se puede disfrutar de un precioso paraje.

navalagamella

Seguimos caminando y pasamos por un conducto del Canal de Isabel II sobre el río. Hay que continuar siempre por los caminos a la izquierda, siguiendo el cauce del río.

Después bajamos por unas escaleras de piedra con barandilla de madera, y llegamos a los restos del molino de El Altillo. Este fue un molino de cubo, un tipo de molino hidráulico característico de la zona. En el lugar hay un panel explicativo con las partes de estos molinos para comprender mejor su funcionamiento.

Molinos de navalagamella

Continuando el camino aparecen los restos del molino Baltasar; se trata del cubo, que es una parte cilíndrica de piedra donde el agua adquiría presión antes de mover la rueda.

molinos de navalagamella

A continuación hay que seguir caminando hasta llegar a una casa y rodearla; a este punto llega el Ramal a los fortines de la Guerra Civil cuyo desvío dejamos a tras al principio de la ruta. Dejamos atrás la casa y tomamos el pequeño camino ascendente que hay a la derecha, antes de un aparcamiento, hasta llegar a un camino ancho que sube hacia el pueblo. Justo antes de las primeras casas, hay que tomar el camino de la izquierda.

Finalmente, llegamos al último punto de la ruta, un impresionante fortín. Se trata de la Posición Calvario, ubicada junto a la carretera M-510 que conecta Navalagamella con Valdemorillo. Formaba parte de un sistema defensivo construido por el ejército nacional contra los ataques republicanos. Está construida con hormigón y ladrillo, y parcialmente excavada en la roca; se puede bajar y recorrer la galería, que en sus inicios estuvo totalmente abovedada.

Desde aquí se puede llegar hasta el punto de partida, la parroquia de Nuestra Señora de la Estrella. Pero nosotros decidimos enlazar con la ruta de fortines.

Ruta de fortines

Esta ruta también es circular, pero más corta que la anterior, ya que tiene algo menos de 4 kilómetros de longitud y se tarda en completar alrededor de 1 hora y media.

Nosotros hicimos la ruta al revés y la comenzamos donde habíamos terminado la anterior, en la Posición Calvario. Desde aquí tomamos el camino ascendente hacia el pinar y, a unos 300 metros a la izquierda, encontramos los restos de un observatorio (no confundir con una construcción cuadrada que está unos metros antes).

Fortines de navalagamella

Continuamos por el camino y, a la derecha de un cruce de caminos, encontramos un pequeño fortín.

Fortines de navalagamella

Después, tomamos un sendero de frente que va entre el pinar, continuamos por el camino que gira a la izquierda y, en otro cruce de caminos, seguimos de frente. Cogemos un sendero que va por detrás de algunas casas y giramos a la derecha. En un nuevo cruce de caminos, tomamos el de la izquierda y llegamos a una zona con una serie de construcciones, que eran las que se divisaban a lo lejos desde los primeros restos que encontramos en la ruta de los molinos. Hay que decir que están okupadas y llenas de trastos y basura, por lo que no pudimos verlas. Es una pena que estos restos históricos se encuentren en esta situación y que se siga promoviendo la ruta sin advertir de esta circunstancia. ¡Avisados quedáis!

De todas formas, si hubiéramos seguido, habríamos llegado a esos primeros restos de la ruta de los molinos, por lo que no continuamos. En su lugar, nos acercamos en coche hasta otro fortín situado a pocos kilómetros, en el término municipal de Colmenar del Arroyo: el llamado Blockhaus 13.

Blockhaus 13

Este es más impresionante aún que el de la Posición Calvario ya que, aunque fue construido en la misma época, se encuentra mejor conservado, siendo declarado Bien de Interés Cultural a finales del año 2019. Tiene unas escaleras que permiten subir a la cubierta y se puede también acceder al interior.

Blockhaus 13

Esta fortificación formaba parte de un proyecto de construcción de varias más para la defensa de la retaguardia por parte del bando nacional mientras se sitiaba la ciudad de Madrid; estaba planificado construir otra justo enfrente, al otro lado de la carretera. De todas ellas, solo llegó a terminarse esta a principios de 1939.

Recomendaciones

Para realizar estos dos recorridos sin perdernos, utilizamos unos mapas con indicaciones que se pueden descargar en el móvil, disponibles en la web de turismo de Navalagamella. Más tarde supimos que incluso existe una app, Sendas audioguiadas por Navalagamella, disponible gratuitamente en Google Play o en Apple Store. ¡Más fácil imposible!

En cuanto a la comida, en el pueblo hay varios lugares donde reponer fuerzas, aunque nosotros llevamos algo desde casa puesto que ya habíamos organizado estar todo el día de caminata.

Cómo llegar a Navalagamella

Además de en coche, tardando unos 45 minutos, desde Madrid se puede llegar en transporte público, en el autobús interurbano 642 que va desde el intercambiador de Moncloa hasta Colmenar del Arroyo; también en el número 645, que sale igualmente desde el intercambiador de Moncloa y va hasta Cebreros, en la provincia de Ávila.

Y así terminamos nuestra estupenda jornada de senderismo en Navalagamella. Seguramente volveremos, pues vimos otras rutas también muy interesantes que combinan naturaleza y patrimonio, como la del Campamento militar La Peña y la del Puente del Pasadero y Las Tejoneras.

¡¡Hasta el próximo post!!