Navalcarnero es una de las once villas de Madrid, situada al sur de la Comunidad, dentro de la Comarca Sur y a poco más de 30 kilómetros de la capital. Su nombre proviene de su vínculo con el pastoreo del ganado, con los términos “nava”, tierra llana entre montañas, y “carnero”, macho de oveja para el consumo de carne.
Su fundación tuvo lugar en 1499 por la ciudad de Segovia, de la que dependió al igual que otras poblaciones de la zona a finales de la Edad Media. Tuvo un rápido crecimiento, ya que llegaron nuevos habitantes para cultivar tierras en propiedad, a diferencia del vasallaje de otros señoríos vecinos. Hubo un gran desarrollo de la agricultura y el comercio, favorecidos por la relación con Segovia y con Madrid. En 1627 la villa se independizó de Segovia y en 1649 fue el escenario de la boda de Felipe V con su sobrina Mariana de Austria; en agradecimiento, el monarca concedió a Navalcarnero el título de Villa Real.
Plaza de Segovia
Esta amplia plaza de planta irregular es el corazón de la villa, y está rodeada por unos bonitos edificios con balconadas y soportales, del siglo XVI, que por aquel entonces tenían funciones públicas: la casa del concejo, la cárcel, la casa de las carnicerías, la abacería, el pósito… Hoy en día muchos de ellos albergan restaurantes. La plaza también fue escenario de eventos festivos y lugar de paso de procesiones religiosas. Junto con la cercana Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción fue declarada Conjunto Histórico en el año 2000.
Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción
Es el templo más importante de la villa y su edificio más antiguo, que data del siglo XVI. Ha tenido posteriores reformas, por lo que es una mezcla de varios estilos. Destacan las torres, siendo la del campanario de la construcción original y de estilo mudéjar con ornamento de arcos entrecruzados. No pudimos entrar por celebración de boda en su interior.
En la parte trasera está la Plaza de Sabino Julián Martín Sánchez, con una estatua en recuerdo del mismo; fue cura párroco de la iglesia durante 32 años.
Plaza de la Puerta del Sol
Al lado de la Plaza de la Constitución encontramos esta pequeña plaza, cuyo nombre viene dado porque siempre le da el sol, presidida por una estatua de Felipe IV.
Plaza del Teatro
En ella están el Teatro Municipal y el Centro de las Artes Escénicas, y constituye el punto de encuentro cultural de la villa. También podemos ver la Fuente y Escultura de la Musa.
Muy cerca encontramos el Monumento a los Encierros en homenaje al festejo de la localidad.
Centro de Interpretación (CINC)
Ubicado en una antigua casa de labranza, supone una muy interesante visita para conocer la historia, el patrimonio y las tradiciones de la villa. El edificio, aunque rehabilitado, conserva la estructura original con las zonas de vivienda, patio, cuadra, cuevas y bodega. Estos dos últimos espacios son los más llamativos y que más nos gustaron. En Navalcarnero existe un gran entramado de cuevas subterráneas excavadas a mano y parte de ellas se encuentran bajo el Centro de Interpretación.
En la bodega se proyecta un audiovisual sobre las grandes tinajas, acerca de la importancia del vino en la zona y la evolución de la actividad vitivinícola a lo largo de su historia.
La entrada al Centro cuesta 2€ (en 2021), un precio pequeño por todo lo que se puede ver y aprender en la visita. ¡Muy recomendable!
Iglesia de San José
Se trata de un templo reformado en 2008 a imagen y semejanza de la primitiva iglesia de San José, que se levantó en el siglo XVII en el mismo lugar donde estuvo el humilladero de la cruz de Aparicio. En la cercana calle Italia se puede ver un Vía Crucis de piedra y bronce.
Portón de la calle Luis Zapata
Data de los siglos XVI y XVII y probablemente fue reaprovechada de otra construcción. Destaca la parte superior, tallada en nogal, con cruces de Alcántara.
Ermita de Santa Águeda
Preciosa ermita dedicada a la mártir cristiana Ágata de Catania o Santa Águeda, patrona de las enfermeras y de las mujeres. En el exterior hay una pequeña espadaña con una hornacina que alberga una imagen de la santa. Su interior es espectacular, con paredes y techo cubiertos por pinturas de Alberto Pirrongelli sobre la vida de Santa Águeda y otros motivos religiosos.
Portada de la Casa de la Cadena
Es una reproducción de la que perteneció a la casa que existió en la Calle de Felipe IV, donde recibieron la bendición conyugal Felipe IV y Mariana de Austria. Está situada frente al actual Ayuntamiento.
Ermitas cardinales
A lo largo del siglo XVI se levantaron 4 ermitas que marcaban el final de los caminos y el comienzo de las calles que confluían en la actual Plaza de Segovia. Estas ermitas fueron la de San Cosme y San Damián al este, la de San Sebastián al oeste (hoy desaparecida), la de San Juan Bautista al norte y la de San Roque al sur.
Otras ermitas
- Ermita de la Veracruz, enfrente de la Iglesia de la Asunción. La original se construyó en el siglo XVII, pero sufrió una gran reforma en el año 2000 al estar muy deteriorada. Nosotros la encontramos cerrada.
- Ermita de la Cofradía de Nuestro Hermano Jesús Cautivo del Amor, del año 2005. Al lado hay una reproducción de un lavadero tradicional en recuerdo de los que existieron en la villa en el pasado.
- Ermita San Isidro, a 2,5 kilómetros al noroeste del núcleo urbano.
Plaza de la Virgen de la Cueva
Aquí encontramos el humilladero con el mismo nombre que la plaza y el pozo de las Nieves, que debe su nombre a un posible desaguadero que existió para purgar el agua de la nieve.
A poca distancia está la Plaza del V Centenario con el Monumento a la Fundación de Navalcarnero. También la Plazuela de Damián Casas en homenaje a un vecino del lugar.
Plazuela de la Cruz del Buen Camino
En ella están la Fuente y la Cruz y de los Cardeñas, recuperados de otras construcciones de Navalcarnero. No muy lejos está la Plazuela del Tío Canor, con una fuente del mismo nombre.
Parque Histórico de San Sebastián
Este bonito parque está a poca distancia del casco antiguo, se puede ir y volver caminando. En la valla exterior hay un gran escudo de Navalcarnero. En el interior destaca el Paseo de los Personajes Ilustres, con estatuas de Isabel la Católica, Mariana de Austria, o personas relacionadas con el arte y la cultura de la villa. También hay un antiguo depósito de agua.
Parque Museo Feliciano Hernández
Se trata de un gran espacio verde con un bonito estanque y varias obras del escultor abulense Feliciano Hernández, afincado en Navalcarnero.
Ruta de trampantojos
Un trampantojo trampantojo o “trampa ante el ojo” es una pintura que engaña al ojo, creando sensación de profundidad a través de la perspectiva. En Navalcarnero hay varios, pintados por el artista pacense Alberto Pirrongelli, que muestran escenas de la vida cotidiana del pueblo. Actualmente está pintando el interior de la Iglesia de San Pedro.
Segadores: calle Cruz Verde
Vendimia: plazuela Tío Canor
Centenario: plaza del V Centenario
Casa de Vecinos: plaza de Damián Casas
Mercado Medieval: calle San Roque
Gloria Fuertes: calle de la Constitución
Casas e iglesia parroquial: calle Pozo del Concejo
Fuente: calle Pozo del Concejo
Baile Regional: plazuela de Fidel Borrajo
Piensos Alonso: Plaza del Calvario
También hay trampantojos en el Museo del Vino, pero actualmente se encuentra cerrado al público.
Gastronomía
Son típicos los asados de carne, como lechazo, y los platos de caza menor, como conejo y perdices. También está la olla del segador, una variedad del cocido madrileño. Nosotros tomamos un sencillo menú de entrecot con ensalada y tartas variadas de postre, en uno de los restaurantes de la Plaza de Segovia.
Los vinos de Navalcarnero forman parte de la Denominación de Origen de Vinos de Madrid desde 1990.
Cómo llegar
Además de encoche, como generalmente solemos movernos nosotros, a Navalcarnero se puede llegar desde Madrid en la líneas 528 y 538 de autobuses interurbanos, ambos se cogen en Príncipe Pío.
Nos sorprendió mucho Navalcarnero por su rico patrimonio, tanto antiguo como contemporáneo. ¡Perfecto para pasar un día cerca de Madrid!
¡¡Hasta el próximo post!!
Española, de formación economista aunque nunca me he considerado ni ejercido como tal, digamos más bien que soy inquieta intelectualmente. Intento aprender las disciplinas que me atraen, como los recursos humanos y la corrección profesional, aunque no haya podido ponerlas en práctica de momento. Pero ya tengo algunas nuevas en cola…
Me gusta, obviamente, viajar y descubrir las maravillas del mundo (he estado en más de 40 países… ¡y los que me quedan!), leer con avidez, experimentar en la cocina, aprender cosas nuevas.