Laguardia es una preciosa villa medieval de la provincia de Álava, País Vasco, capital de la comarca o cuadrilla de Rioja Alavesa. Si algo es típico de Laguardia es su red de bodegas subterráneas, que ocupan la totalidad del subsuelo de la villa, por lo que la mayoría del turismo que recibe lo hace para visitar alguna de las bodegas y degustar sus vinos.
Pero Laguardia es mucho más que bodegas, sobre todo para los que no estamos muy interesados en el tema, que podemos encontrar un montón de cosas más para ver. ¡Por algo está en el listado de los pueblos más bonitos de España…!
El lugar estuvo habitado ya desde la Prehistoria, hace más de 4500 años, como bien muestran los numerosos restos arqueológicos encontrados. Mucho después, la aldea fue fundada en el siglo X por el rey navarro Sancho Abarca en lo alto de un cerro, ordenando construir un castillo que tendría función defensiva; el rango de villa vendría en el siglo XII con el rey Sancho VI.
Lo mejor para descubrir Laguardia es recorrer sus tres calles principales, que se disponen de norte a sur a lo largo del trazado medieval que aún se conserva en el casco antiguo.
¡Comenzamos!
Qué ver en Laguardia
Muralla
Partiendo desde el castillo de Sancho Abarca, fue levantada en el siglo XIII durante el reinado de Sancho VII El Fuerte con torreones almenados. Tiene la particularidad de que en algunos tramos está ocupada por viviendas.
Inicialmente había cuatro puertas de acceso: Páganos al oeste, Mercadal al sur, San Juan al sureste y Santa Engracia al noreste. En el siglo XV se añadió una quinta, la puerta Nueva o de las Carnicerías, al este, que va directamente a la plaza mayor.
Especialmente bonita es la puerta de San Juan, que tiene un torreón convertido en campanario, adosado a la iglesia de San Juan Bautista.
Iglesia de San Juan Bautista
Situada al sur de la villa se encuentra esta iglesia fortaleza, que formaba parte de la muralla defensiva. En su exterior destaca la fachada sur con la portada de los Abuelos, de los siglos XII-XIII y de estilo gótico.
En el interior, el altar mayor barroco dedicado a San Juan Bautista y el órgano.
Especial mención se lleva la Capilla de la Virgen del Pilar, añadida a la iglesia en el siglo XVIII y de estilo neoclásico. Tiene planta octogonal y de sus ángulos parten columnas corintias que terminan en esculturas de ángeles músicos. Contiene una talla de la Virgen del Pilar de Laguardia con decoración de uvas, que perteneció a la antigua puerta principal de la iglesia.
La visita es de pago y guiada; en 2019 sólo se puede entrar los sábados a las 12:15, por una pequeña puerta en la calle Santa Engracia.
Iglesia Santa María de los Reyes
Al final de la calle Mayor tenemos esta iglesia gótica que es el monumento más importante de Laguardia desde el punto de vista artístico, ya que guarda en su interior la joya de la villa: un gran pórtico de piedra tallada del siglo XIV y policromado en el siglo XVII. Representa a la Virgen sobre un pedestal rodeada por los Apóstoles a ambos lados y un tímpano superior con escenas de su vida: la Anunciación, la visita a su prima Isabel, la Adoración de los Reyes Magos… Simplemente espectacular. A un lado del pórtico se ven las figuras de Sancho Abarca y su esposa.
Y aún sin reponernos de esta maravilla, pasamos al interior del templo, donde destacan el retablo mayor del siglo XVII y un fantástico Belén del siglo XVIII, que tiene unas 70 figuras, algunas de ellas articuladas.
La visita es de pago y guiada a cargo de la oficina de turismo.
Torre Abacial
Esta torre fue construida en el siglo XII con función de vigilancia, debe su nombre a la creencia de que pudo formar parte de un monasterio templario. Cuando perdió su carácter defensivo, pasó a ser el campanario anexo de la iglesia de Santa María, a la que estuvo unida por un corredor aéreo hasta el siglo XIX.
La torre tiene cuatro pisos y se puede subir hasta el último, pasando por los pisos donde se encuentran las campanas; ¡tención para no subir cuando suenen!
Desde la terraza del último piso se pueden admirar unas grandiosas vistas en 360º de la sierra de Cantabria y de hasta 5 provincias: Álava, La Rioja, Navarra, Burgos y Soria.
Se ve también el peculiar edificio de una bodega, que simula las ondulaciones de la sierra de Cantabria; este edificio es obra de Santiago Calatrava, autor también de emblemáticas como la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia entre muchas otras.
La visita es de pago.
Reloj del ayuntamiento
En la plaza mayor destaca el bonito edificio porticado del ayuntamiento, del siglo XIX, en cuya fachada se encuentran el escudo de la villa y un reloj que, al dar ciertas horas, deja salir de su interior unos simpáticos autómatas que representan a los bailarines del grupo de danzas de Laguardia.
Los horarios para ver a los autómatas son diferentes en verano y en invierno, y figuran en una placa justo debajo del reloj. Va un poco adelantado, así que es recomendable acudir 5 minutos antes de la hora 😊
En la plaza mayor también está el antiguo ayuntamiento, de estilo renacentista (siglo XVI) y en cuya fachada tiene un escudo imperial de Carlos V, así como una placa con las medidas utilizadas en el comercio durante la Edad Media para evitar fraudes.
Estanque celtibérico de la Barbacana
Se encuentra resguardado por el edificio del centro de interpretación y se descubrió casualmente al iniciar las obras para un aparcamiento. Fue construido hace unos 2100 años para almacenar el agua de un manantial que se encuentra a 80 metros de altura, y tenía una capacidad de hasta 300000 litros. Se trata del estanque más grande de Europa construido en la Edad de Hierro.
Además del estanque, se pueden ver un horno de fundición y un pozo medievales, este último reconstruido, que se levantaron sobre el estanque, oculto por el paso del tiempo.
La visita es de pago y guiada. Nosotros disfrutamos de una fantástica explicación a cargo de Quark Arqueología, que hace un repaso de la historia de Laguardia desde la Prehistoria hasta nuestros días a través de las vitrinas con reproducciones de piezas encontradas en la villa y sus alrededores (los originales están en el museo Bibat de Vitoria). Creemos que es fundamental para comprender el importante papel que tuvo la población desde sus orígenes, así como el porqué de los numerosos restos arqueológicos descubiertos.
Otros lugares de interés
Podemos completar nuestra visita con algunos otros puntos de interés:
Casa Garcetas: edificio del siglo XVII rehabilitado, alberga la oficina de turismo.
Casa Palacio de Samaniego: del siglo XVII, en ella nació el famoso fabulista Félix María de Samaniego y actualmente forma parte de las dependencias de la Diputación Foral de Álava.
Casa de la Primicia: el edificio civil más antiguo de la villa (siglos XIV-XV).
Plaza del Gaitero: con el conjunto de escultura Viajeros, del año 2004.
Paseo del Collado: agradable paseo arbolado que rodea la villa por fuera, entre las puertas de páganos y Santa Engracia; en la curva hay un templete con el busto de Félix María de Samaniego.
Museos: Centro temático del Vino Santa Lucía, Casa Museo la abadía de Morata.
Complejo lagunar
No podemos irnos de Laguardia sin conocer sus lagunas, que son Biotopo Protegido, Humedal de Importancia Internacional (sitios Ramsar), y están incluidas en la Red Natura 2000 como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Se trata de tres humedales, dos de los cuales son estacionales, es decir, que tienen agua según la cantidad de precipitación que caiga (en verano suelen estar secas); se trata de Carralogroño y Carravalseca.
El tercero, Prao de la Paul, es un pequeño embalse que se puede rodear caminando entre viñedos y que tiene un mirador para avistamiento de aves.
Es muy fácil llegar a este embalse desde el pueblo bajando en el cómodo ascensor de la calle Camino la Balsa, a la altura de la puerta de San Juan.
Se puede conocer todo el complejo en una caminata de unos 11 kilómetros que va por los itinerarios GR 120 (Camino Ignaciano) y GR 38 (Ruta del Vino y el Pescado).
Ruta de dólmenes
Por si todo esto fuera poco, en los alrededores de la villa hay toda una ruta de dólmenes que nos entusiasmó tanto que vamos a dedicarle un post específico, junto con el yacimiento arqueológico del poblado de La Hoya:
Laguardia está muy cerca de Logroño, a donde se puede ir a tomar unos pinchos por la noche:
La verdad es que pasamos una escapada sensacional conociendo la Rioja Alavesa. Y vosotros, ¿a qué esperáis?
¡¡Hasta el próximo post!!