Estando en Logroño no se puede dejar de ir de pìnchos por la noche, es algo típico de habitantes y turistas, nacionales y extranjeros, perderse por las calles del centro y entrar de un local a otro tomando las estupendas tapas y los vinos de la región. El lugar por excelencia es la célebre calle Laurel y sus alrededores, la travesía de Laurel y las calles Albornoz y San Agustín. Se dice que esta ruta es conocida como “la senda de los elefantes”, porque quien pasa una noche por allí, sale un poco trompa

Claro que, además de los imprescindibles vinos, también se puede tomar cerveza, sidra, calimochito… y alternativas sin alcohol como mosto, refresco, o incluso una botellita de agua mini, que vimos en algunos locales. Cualquier opción es buena para acompañar estas impresionantes muestras de gastronomía y no quedarse en el intento.

El formato es pagar tanto por la bebida como por la tapa, diferente al del sur de España, que es pagar una bebida y que la tapa venga gratis, como en Granada o en Almería.

De cualquier forma, siempre es un placer ir de pinchos o tapas y poder probar tantas cosas diferentes… ¡Hay más de 60 establecimientos en 200 metros!

¿Os venís con nosotros?

Ruta de pinchos en Logroño

La taberna del Tío Blas

En el número 1 de la calle Laurel. No tienen una tapa específica, sino que se puede elegir entre varias, como hamburguesitas, bolas de marisco, croqueta de chipirones en su tinta… Nosotros escogimos una tapa de hamburguesita de ternera y otra de pimiento rebozado y relleno de carne sobre nido de patatas paja, acompañadas por un original granizado de crianza y una sidra. La verdad es que estaban espectaculares, pero las encontramos bastante más caras que en resto de locales en los que estuvimos después.

La Tavina

Justo enfrenta del anterior, en el número 2 de la calle Laurel. Se trata de una vinoteca en la que también tienen gran variedad de tapas, incluyendo algunas dulces como para postre J Nosotros nos decidimos por dos pinchos de riquísimo tataki de atún, acompañados por unos vinitos blancos AC (uno de nuestros descubrimientos enológicos, teniendo en cuenta que no somos nada entendidos).

Pasión por ti

Seguimos la ruta de pinchos en Logroño y en el número 5 de la calle Laurel. Es un lugar con variedad de tapas, pero a nosotros nos llamó mucho la atención una de croqueta de jamón con una loncha de jamón adornando a modo de vela de barco. ¡Muuuy rica! La acompañamos de una cerveza y una sidra.

Pinchos en Logroño

El Muro

En el número 6 de la calle Laurel. En este local tienen variedad de pinchos, como patatas a la riojana, zarajos de cordero… pero hay uno que destaca, el cojonudo, que es picadillo con huevo de codorniz. Para nosotros también es imprescindible el ferrero rocher, una gran bola de morcilla y queso rebozada en trocitos de almendra… ¡Grandiosa! Aquí ya acompañamos con una coca-cola y un mosto. Nos gustó tanto que repetimos, pero con un pincho de chorizo y pimiento y unas sidras.

Bar Ángel

En el número 12 de la calle Laurel. Aquí tienen una única tapa estrella, la de champiñones con gamba; ponen tres sombreritos de champiñón a la plancha coronados por una gamba a la plancha también. Sencillamente espectacular. Estas tapas las acompañamos de un vinito blanco Anahí (nuestro descubrimiento por excelencia).

Otro local donde se puede tomar ese pincho es en el Soriano.

La gota de vino

En el número 14 de la calle San Agustín. La tapa estrella es el zorropito, un bocadito de lomo o bacon con jamón cocido pasado por la sartén, queso y alioli; ¡una mezcla muy sabrosa que hizo de este pincho uno de nuestros favoritos! Para acompañar, un mosto, que no queríamos acabar como los elefantes…

Y hasta aquí nuestra ruta por la calle Laurel y alrededores. Para una noche no estuvo mal, pero es poco en comparación con los montones de sitios que nos quedaron por probar. Se habla mucho de las patatas bravas del bar Jubera, el bocadillo de pincho moruno del bar Lorenzo, el embuchado del bar Donosti o la variedad de bocadillos de huevos rotos de la bodeguilla Los Rotos, entre muchos otros. Además, existe otra calle, más tranquila, en la que ir también de tapeo, la calle San Juan.

¡La próxima vez, nos tendremos que dividir para poder degustar más pinchos!

¿Te ha gustado esta ruta de pinchos en Logroño? ¿Qué otros locales son imprescindibles para vosotros por su tapa estrella o por su gran variedad? ¿Y algún vinito blanco para acompañar…?

¡¡Hasta el próximo post!!