Peñíscola es una conocida localidad costera del Mediterráneo situada al norte de la provincia de Castellón, a una hora escasa desde Castellón de la Plana y muy cerca del Parque Natural de la Sierra de Irta. Famosa por ser destino de veraneo tiene, sin embargo, un sorprendente casco antiguo medieval de calles estrechas, expandido alrededor de un castillo templario sobre un peñón y delimitado por una sólida muralla, unido a tierra por un istmo de arena.

El lugar estuvo poblado desde hace más de 2000 años, primeramente por algún pueblo ibérico, después por los fenicios y más tarde por los griegos, que le dieron el nombre de Chersonesos, península. Más tarde llegarían los cartagineses y los romanos que, al traducir del griego al latín, lo llamaron paene  insula, casi isla. Entre los siglos VIII y XIII estuvo bajo el dominio musulmán, llamándose Banaskula. Tras este periodo, la Orden del Temple construyó el castillo, que sería sede pontificia en el siglo XIV. En el siglo XVI, Felipe II mandó construir la muralla como protección frente a la piratería. Tras diversas guerras en los siglos posteriores, a finales del siglo XIX Peñíscola perdió su importancia militar en favor de Cartagena.

Hoy en día, es una de las localidades incluidas en el listado de los pueblos más bonitos de España, además de tener la declaración de Conjunto Histórico-Artístico desde 1972.

Qué ver en Peñíscola en un día

Murallas

Rodean todo el casco antiguo de Peñíscola, adaptándose a la orografía del peñón, y fueron construidas en tres épocas: medieval, entre los siglos XIII y XV, renacentista, en el siglo XVI, y en el siglo XVIII. Hay varias puertas de acceso, baluartes y puntos de interés:

Portal de Santa María

Fue construido a mediados del siglo XVIII por orden de Fernando VI para facilitar la entrada de carros que cargaban cosechas. Adosada a la cara externa de la muralla, está la fuente de la Petxina o de la Concha, de la que brota el agua canalizada desde el manantial Font de Dins.

Peñíscola en un día

Tras pasar el arco, encontramos la Plaza de Santa María, que presenta grandes arcadas; se puede subir a un nivel intermedio por una pasarela metálica, y a uno superior para llegar a las baterías de Santa María, medieval, y Santa Ana, renacentista.

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Paseo de Ronda

Se descubrió durante unas obras de restauración en 1997. Tiene 25 metros de longitud y es de hormigón.

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Portal Fosc – Bajada de Felipe II

La rampa de Felipe II, enmarcada en la fachada renacentista, conduce al Portal Fosc, que fue construido en construido a finales del siglo XVI. En la parte exterior del portal hay una portada monumental sobre la que está el escudo del rey.

La parte interior es más sencilla, está en la Plaza del Ayuntamiento y junto a ella hay una pequeña fuente con azulejos de colores.

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Balcón de Pilatos y batería del Olvido

Este tramo de muralla con su garita de vigilancia y la batería son parte de la parte renacentista.

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Antiguas Escuelas y batería del Calvario

Este conjunto también es renacentista. Hay grandes arcadas, que servían para albergar arsenales, polvorines y cantinas. Fueron aprovechadas para ubicar escuelas entre los años 1912 y 1971, de ahí su nombre; los espacios de las cañoneras hacían de ventanas.

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Baluarte del Príncipe

Data del siglo XVIII y tiene un cañón restaurado. El edificio que lo preside, de la misma época, se usó como cuartel de artillería; hoy en día es el Museo del Mar, que no pudimos ver por encontrarlo cerrado.

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Un poco más adelante hay un bonito mirador con una garita, desde el que se tienen unas bonitas vistas del baluarte.

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Portal de Sant Pere

También llamado del Papa Luna porque fue mandado construir por este personaje en el siglo XV, proporcionando a la ciudad un acceso por mar. Al construirse el puerto, se transformó en un acceso por tierra. Tiene un gran arco sobre el que se observa el escudo del Papa Luna.

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La Porteta

Fue el embarcadero principal y el único hasta que se construyó el puerto a principios del siglo XV. El rey Jaime I lo convirtió en puerto franco para la exportación de cereales. A lo largo del tiempo también se exportaron otros productos como lana, cerámica, vino, aguardiente…

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Castillo

Entre los años 1294 y 1307 fue construido el actual castillo templario sobre los restos de la alcazaba árabe. Los promotores fueron frey Berenguer de Cardona, Maestre de la Orden del Temple en Aragón y Cataluña y Arnaldo de Banyuls, Comendador de Peñíscola. De estilo románico, el castillo se mantiene en perfecto estado de conservación, a pesar de que una parte fue destruida durante la Guerra de Independencia.

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En el este castillo y vivió sus últimos años el Papa Benedicto XIII, Pedro Martínez de Luna, más conocido como el Papa Luna, quien realizó algunas reformas transformándolo en residencia papal; también lo habitó Clemente VIII.

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En la visita al castillo se puede ver la planta baja con el zaguán, las caballerizas, el cuerpo de guardia y un aljibe, y el patio de armas, que da acceso a distintas dependencias, como el comedor, el estudio, la biblioteca, la capilla, el salón gótico, el salón del Cónclave y las mazmorras.

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Al estar el castillo en la parte más alta del peñón, se tienen bonitas vistas de la ciudad.

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La entrada al castillo cuesta 5€ en 2021 y también incluye la visita al Parque de Artillería.

Iglesia de la Virgen Ermitana

Está dedicada a la Virgen Ermitana, que es la patrona de Peñíscola. Se encuentra anexa al castillo y fue construida en estilo barroco valenciano a principios del siglo XVIII, en torno a una antigua capilla en la que ya se veneraba a esta Virgen en los primeros años del cristianismo. En el exterior destaca la torre campanario cuadrada y el escudo del rey Felipe V de la fachada. En su interior se encuentra enterrado Sancho de Echevarría, el gobernador que ordenó su construcción.

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Faro

Fue construido a finales del siglo XVIII y ha sido reformado en varias ocasiones. Está situado junto al castillo y actualmente acoge el Centro de Recepción de Visitantes del mismo.

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Parque de Artillería

Situado bajo el castillo y junto al mar, era el lugar donde estaban instaladas las piezas de artillería que servían de defensa del castillo. Hoy en día ha sido restaurado como jardín botánico con palmeras, olivos, lavandas y especies autóctonas del Parque Natural de la Sierra de Irta. Pero también mantiene sus antiguas estructuras militares: rampas, túneles, fosos, polvorín… ¡Es fascinante ir descubriendo sus rincones!

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En el parque encontramos una escalera que da directamente al mar, con más de cien peldaños. Según la leyenda, la construyó en una sola noche, el propio Papa Luna con sus propias manos.

Iglesia Parroquial de Santa María

Tiene su origen en el siglo XIII, levantada sobre los restos de la antigua mezquita árabe, y fue reconstruida tras un incendio en el siglo XV. El edificio actual es del siglo XVIII en estilo neoclásico, aunque conserva algunos elementos románicos y góticos de las épocas anteriores.

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Casa de les Petxines o de las Conchas

Esta original vivienda de tres pisos tiene, además de su fachada decorada enteramente con conchas como homenaje al mar, unas bonitas ventanas ojivales y el escudo del Papa Luna. Su construcción es moderna, de mediados del siglo XX; se debe a una familia humilde que, debido a su precaria situación económica, se ofreció como guía turística para el incipiente turismo.

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Bufador

Es una brecha en las rocas en la que se cuela el agua del mar los días en este está agitado. Se encuentra al final del callejón Baixada Bufador.

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Ruta de Cine de Peñíscola

Peñíscola ha sido, y continúa siendo, escenario de diversas películas y series, siendo las más famosas El Cid, El chiringuito de Pepe o la archiconocida Juego de Tronos (hay un local llamado El chiringuito de Pepe, pero es para tomar copas). En cada uno de los rincones que han aparecido en estas producciones se pueden encontrar paneles explicativos. Tal vez os interese el post Escenarios de Juego de Tronos en Peñíscola.

Qué comer en Peñíscola

Al ser una localidad costera predominan los productos del mar, como sus pescados y mariscos, entre los que destacan los cargols punxents (cañadillas) con D.O. Peñíscola y los langostinos. Las recetas son variadas, pasando por los arroces y fideuás marineros, el suquet de peix y el all i pebre de rape. Hay infinidad de restaurantes donde degustar estos y otros platos, en menús del día o a la carta, tanto en el casco antiguo como en la zona turística. Nosotros probamos una mini parrillada, fritura de pescaditos, mejillones al vapor y una gran fideuá de marisco.

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También hay especialidades dulces, como los pastissets de carabassa, unas empanadillas a base de calabaza con miel y requesón (aunque también los hay con otros rellenos como boniato, chocolate…) y los flaons de almendra y requesón.

Alrededores de Peñíscola

Al estar muy cerca el Parque Natural de la Sierra de Irta, hay multitud de rutas de senderismo para disfrutar de la naruraleza.

Próximas están también las localidades interiores de la comarca del Maestrazgo.

¡¡Hasta el próximo post!!