El fin de semana largo (en Madrid) del 15 de mayo decidimos pasarlo en Las Médulas (en la zona de El Bierzo, en León), un lugar que siempre veíamos en la portada de El Tiempo de la 1 (al igual que San Juan de Gaztelugatxe) y nos encantó.

Ruta por el Bierzo

El viernes día 15 salimos hacia la primera parada de nuestra ruta hacia Las Médulas, Astorga. En realidad, antes paramos en La Bañeza, pero el centro se ve en pocos minutos.

Astorga

En Astorga dejamos el coche en un aparcamiento gratuito en las afueras, y en 10 minutos llegamos a la bonita plaza mayor con el Ayuntamiento, y en otros 10 minutos a los jardines del Palacio Episcopal de Gaudí, y la catedral; ambos monumentos los vimos desde fuera.
ruta por el Bierzo en coche
Después de comer, tratamos de comprar algún producto típico de la zona, como chocolate, en especial unas tabletas azules y verdes que había en una pequeña pastelería de la calle que va de la plaza al palacio y la catedral, pero nunca abrió (al final compramos unos chocolates con forma de concha de fresa, naranja y limón en una pastelería de camino al aparcamiento), así que nos dirigimos a Ponferrada, donde estaba nuestro hotel.
Este era de aspecto medieval y estaba situado cerca del auditorio municipal, a unos 15 minutos andando del centro, y se podía aparcar con bastante facilidad, que es lo que siempre buscamos en nuestros desplazamientos.

Ponferrada

En Ponferrada salimos a recorrer el centro, pasando de camino por su majestuoso Castillo de los Templarios. Después seguimos por la calle Reloj, donde buscamos algún sitio para cenar, pero como teníamos hambre, optamos por un restaurante con menú del día aunque fuera de noche y no fueran platos típicos.
ruta por el Bierzo en coche
Y ya al hotel a descansar para afrontar al día siguiente la visita a las Médulas.

Las Medulas

sábado día 16 emprendimos al camino hacia Las Médulas. Encontramos que el lugar estaba lleno y el aparcamiento es muy pequeño, por lo que dejamos en el coche en la puerta del centro de visitantes (ya en la entrada del pequeño pueblo), donde nos dieron un mapa y nos indicaron las diferentes rutas para caminar en Las Médulas. Elegimos la más corta, que en realidad es la normal que hace la mayoría de la gente, hay otras dos pero ya para los que van específicamente a caminar preparados para unas horas de caminata.
El paisaje que se puede disfrutar adentrándose en estas colinas rojizas, restos de una antigua mina romana de oro, es impresionante, ya que este rojizo contrasta con el verdor de la abundante vegetación.
Tras hacer numerosas fotos y llegar hasta la Cuevona y después a La Encantada, iniciamos el camino de regreso. La visita en total duró como una hora.
ruta por el Bierzo en coche
Después fuimos al mirador de Orellán, desde donde se puede disfrutar de una impresionante panorámica de Las Médulas.
De allí nos dispusimos a buscar algún lugar para comer y acabamos en Cacabelos, donde tomamos un menú de caldo berciano y botillo que nos dejó prácticamente sin hueco para la cena. El caldo berciano es parecido al pote gallego, con alubias, patatas, repollo, chorizo (del Bierzo) y lacón. El botillo es una especie de embutido gigante hecho de trozos de cerdo (costillas y rabo principalmente, según nos dijeron), acompañado de patatas, chorizo y berza. Todo muy ligero…

Villafranca del Bierzo

Tras la comida, decidimos visitar Villafranca del Bierzo, uno de los pueblos que teníamos en la lista de “posibles”. Allí admiramos su Colegiata de Santa María (no pudimos entrar porque había un funeral) y la Iglesia de San Nicolás.
ruta por el Bierzo en coche
Cabe mencionar que todos estos pueblos que visitamos son rutas del camino de Santiago y nos encontramos con muchos peregrinos caminando entre cada pueblo. Ya hemos colocado en la lista de futuras cosas a hacer caminar un tramo de este camino!!!!!

Balboa

Paseando por las calles, vimos un imán que nos gustó para llevar de recuerdo en una ferretería; era como una casita con tejado de paja (palloza) y al entrar y preguntarle a la dependienta si había alguna cerca, nos indicó un pueblecito llamado Balboa, que tiene una restaurada en cuyo interior hay un bar. Como se encontraba a poca distancia (una media hora), fuimos a visitarla y quedamos impresionados por su belleza, sobre todo en el interior de la misma.
Allí, nos informaron de que en los pueblos de los alrededores también había algunas, en especial la de Cantejeira. Decidimos ir allí también, pues se encontraba a apenas 15 minutos de Balboa. Hay que mencionar que esta carretera, de Balboa a Cantejeira, es muy sinuosa, y al llegar a Cantejeira, apenas se puede dejar el coche, y la palloza es muy grande pero no se puede entrar (o no supimos cómo, no hay gente para preguntar).

Después de Cantejeira pensamos en ir a Molinaseca, otro de los pueblos de nuestra lista de “posibles”, pero hemos de decir que, aun con navegador, no lo encontramos tras un buen trecho de recorrido. Así que regresamos al hotel de Ponferrada, muy contentos tras haber descubierto las pallozas, algo con lo que no contábamos.

También tuvimos la oportunidad de ver algo de fauna local desde la carretera: un tejón bebé, un cervatillo y un par de perdices.

A dormir… zzzzzz.

El domingo día 17 salimos hacia Madrid, y de paso paramos a ver León. Fuimos a la oficina de turismo, donde nos indicaron los principales lugares de interés, como la catedral, el Barrio Húmedo (la zona antigua de bares y restaurantes, donde encontramos diversos menús del día y las famosas ancas de rana, que NO probamos), el Edificio Casa Botines de Gaudí, el Hospital de San Marcos… Nos quedaron algunos sitios por ver, pero no teníamos más tiempo si no queríamos encontrar mucho tráfico de camino a Madrid.
Y esta fue nuestra ruta. Nos quedamos con ganas de ver más pallozas y unas construcciones llamadas castros restos de antiguos poblados celtas, pero estaban más cercanas a Galicia. ¡¡Volveremos para encontrarlos!!