Abadías de Escocia
Abadía de Holyrood
Abadía de Cambuskenneth
Abadía de Dunfermline
Seguimos el recorrido hasta la ciudad de Dunfermline, donde se encuentra una de las abadías con mayor significado para los escoceses, ya que en ella se encuentra el cuerpo del rey Robert The Bruce, pero solo su cuerpo, ya que su corazón fue extraído para intentar llevarlo, según deseo de Robert, a Tierra Santa; tras varios acontecimiento no llegó a su destino y está enterrado en la abadía de Melrose, en el sur de Escocia.
Esta abadía se encuentra en pie y alberga a su alrededor un precioso cementerio con cruces celtas y pasto verde. En el año 1128, por orden de David I de Escocia, pasó de ser monasterio benedictino a abadía.
En su interior se puede ver cómo se alzan columnas, ventanales y arcos; también dónde se encuentran los restos de Robert the Bruce bajo un mosaico y arriba un dosel de madera tallada.
En vida, Robert the Bruce se implicó mucho en la reconstrucción de esta abadía cuando casi fue destruida por las tropas inglesas, por esto fue enterrado en el altar de la abadía y como homenaje se colocó en cada cara de la torre principal “King Robert the Bruce”.
Abadía de Arbroath
La siguiente parada en nuestro recorrido fue la localidad de Arbroath. Su abadía tiene como característica su color rojizo, al estar construida con piedra arenisca, y fue fundada por Guillermo I de Escocia en 1178 para un grupo de monjes Benedictinos. Esta abadía tuvo su momento importante en la historia escocesa, ya que allí tuvo lugar la redacción y firma de la declaración de Arbroath, que es la declaración de independencia de Escocia, en 1320.
Al igual que en muchas otras, solo hay ruinas de la que fue considerada en su momento la abadía más rica de Escocia por las recaudaciones que se obtenían del pueblo. Ya en su puerta principal se pueden apreciar los muchos detalles que debió tener el edificio en su momento, con sus arcos, ventanales y un semicírculo donde se encontraba un gran rosetón.
Hoy en día se pueden visitar sus restos e incluso subir a parte de las torres que quedan en pie, desde donde se puede ver las bases de las columnas que existieron en su momento y la forma cruciforme de su planta.
Originalmente, la abadía tenía una torre central con una aguja que era visible desde muchos kilómetros en el mar, sirviendo como punto de referencia. Además, en la fachada sur hay una forma conocida como Round O (la O redonda), que los habitantes de Arbroath llamaban Reid Lichties (en escocés reid significa rojo) que en las noches se iluminaba sirviendo como faro para los marinos.
También hay un gran cementerio precioso; esto es algo común en Escocia, encontrarse bellos cementerios al lado de abadías, catedrales e iglesias.
A pesar de que está casi toda en ruinas, aún se pueden visitar restos de su sacristía, parte del coro, el presbítero y partes interiores.
Priorato de Inchmahome
A pesar de que no es una abadía como tal, la incluimos porque un Priorato era considerado una ramificación de una abadía y solamente se diferenciaba en que el monje superior llevaba el título de prior en vez de el de abad. Hasta el lago Menteith nos fuimos a conocer las ruinas de este priorato, que es muy curioso porque se encuentra en una isla en mitad del lago.
Tras un breve paseo en un bote desde el puerto del lago Menteith, encontramos las ruinas de este priorato, que no tiene nada que envidiar al resto de abadías que visitamos en cuanto a belleza e importancia, ya que esta fue visitada en tres ocasiones por Robert the Bruce.
Ampliamos información sobre este priorato en nuestro post “Visita al Priorato de Inchmahome”, donde damos más detalles de este lugar tan especial.
Abadía de Paisley
Muy cerca de Glasgow encontramos la abadía de Paisley, en la ciudad del mismo nombre, y que es considerada la quinta más grande de Escocia. Esta abadía en el siglo XII fue una de las más conocidas y apreciadas por las familias reales de la época como los Bruce y los Stewart.
El edificio es de estilo gótico y no puedes dejar de entrar para admirar sus ventanales y altas columnas, aunque lo que realmente llama la atención de esta abadía son sus gárgolas que decoran fuera, y en especial una que tiene forma de… ¡alien!
Al parecer, en 1991, unas 12 de las antiguas gárgolas se encontraban en mal estado, por lo que pidieron a un artesano de Edimburgo que las reemplazara y por ello una tiene forma de este alienígena. En ese año se estrenaba la tercera película de esta saga, por lo que se cree que el artesano le hizo un guiño a la película de Ridley Scott.
Y estas son las abadías que vimos en el norte de Escocia; seguramente hay muchas otras que se nos quedaron sin ver, pero por tiempo no hubiéramos podido…
¿Conoces otras abadías de Escocia? Déjanos un comentario y así las tenemos en cuenta por si volvemos.