Indiscutiblemente el lago Bled, junto con el dragón que se encuentra en Liubliana, es uno de los símbolos de Eslovenia que atrae todos los años miles de turistas a sus orillas, así que no podíamos dejar de conocerlo en nuestra ruta por este país.
Este lago de origen glaciar de los Alpes Julianos es el único de Eslovenia que tiene una isla natural, la isla Bled, por lo que es todavía más curioso y atractivo. En verano este lago está repleto de personas bañándose o haciendo kayak o remando; de hecho, por sus buenas condiciones para remar, este lago ha sido sede de los campeonatos mundiales de remo en 1966, 1979, 1989 y 2011.
Nosotros lo visitamos en otoño, por lo que la opción de baño estaba descartada, pero no nos arrepentimos de viajar en esta época ya que las vistas del lago y sus alrededores con los colores de otoño fue todo un espectáculo. ¿Quieres saber qué ver en el lago Bled en otoño? ¡Toma nota!
Qué ver en el lago Bled en otoño
A pesar de que no nos bañamos, nosotros recorrimos su orilla, no en su totalidad pero si una buena parte, ya que hay habilitadas pasarelas de madera que lo bordean; vimos personas paseando sus perros y haciendo ejercicio.
En cualquier época del año un imprescindible es visitar la isla de Bled. Hay dos formas de hacerlo, pagando unas barcas llamadas pletnas que te cruzan hasta la isla o, como hicimos nosotros, alquilando una barca de remos para poder llegar a la isla nosotros mismos. Vimos varios que lo hacían nadando pero no somos tan intrépidos.
La isla tiene dos embarcaderos donde puedes dejar la barca y desde allí hay 99 escalones hasta llegar a la parte más alta de la isla donde hay varios edificios, entre ellos cafetería donde puedes tomarte algo contemplando otra perspectiva del lago.
Pero su principal atracción es su iglesia de la Asunción de la Virgen, del siglo XV, en la que según la leyenda, si tocas la campana de la torre y pides un deseo, se cumple. Esta campana tiene su historia, en el siglo XVI fue construida por mandato del Papa de la época después de que una tormenta azotara la isla destruyendo la torre y enviando su campana al fondo del lago donde se encuentra actualmente; hay quien la oído repicar en días de lluvia… Es necesario pagar para entrar a la iglesia.
Volvimos en nuestra barca alquilada a la orilla del lago y desde donde teníamos una vista de nuestro siguiente punto a visitar, el Castillo de Bled.
Antes de ir al castillo, aprovechamos para caminar a un claro para poder hacer este vídeo del lago a vista de dron.
Subimos al Castillo de Bled, que se construyó sobre un acantilado de 130 metros de altura sobre el lago, por lo que tiene una ubicación privilegiada. El castillo es llamado Blejski, pero todo el mundo lo conoce como el castillo de Bled por estar ubicado en este lugar.
Para visitarlo por dentro hay que pagar unos 8 euros, pero vale la pena hacerlo ya que a pesar de que es pequeño es muy bonito. Al entrar se pasa por un arco que tiene una plataforma elevada que tuvo función defensiva en su momento, ya que por su posición había porque formas de atacarlo.
Ya dentro del castillo, se pueden apreciar detalles como la torre románica, que es su parte más antigua. El castillo está dividido en dos patios; en el primero, además de la torre románica y otros edificios, encontramos un antiguo pozo de agua.
Para llegar al segundo patio hay que subir una de las dos escaleras que hay para subir y allí encontramos una capilla del siglo XVI que sobresale por sus colores en su exterior y por sus frescos ilusionistas del año 1700 en su interior.
Junto a la capilla hay una tienda de souvenirs donde encontramos artesanías muy bonitas, como dragones trabajados en metal, uno de los símbolos del país.
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También hay una cafetería y, en el edificio más grande, un gran museo donde se explica cómo se formaron los Alpes Julianos. Pero, definitivamente, el principal atractivo de esta parte del castillo es la vista que se tiene del lago y la isla Bled, es de postal.
¿Cómo llegar al lago Bled?
Desde Liubliana en coche se llega en unos 50 minutos, y en bus en una hora y media. Incluso si tomas un vuelo al aeropuerto de Liubliana, desde allí es tan solo media hora. Nosotros lo visitamos desde Bohinjska Bistrica, donde teníamos nuestro hotel.
¿Qué ver en los alrededores de Bled?
Al encontrar a los pies de los Alpes Julianos hay lugares naturales en su alrededor que vale la pena conocer, uno de ellos es el lago Bohinj, que se encuentra a una media hora de Bled y que es mucho más grande que éste.
Aunque no es tan conocido, tiene muchos atractivos a su alrededor; nosotros le dedicamos un día a conocerlos y todo lo que hicimos lo puedes leer aquí: Qué ver en lago Bohinj y alrededores.
También desde Bled se puede visitar la garganta de Vintgar. A tan solo 15 minutos en coche, encuentras un paraje natural espectacular que es una de las visitas imprescindibles si estás cerca del lago Bled.
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Se trata de un cañón excavado por el río Radovna de casi 2 kilómetros de longitud, donde se han habilitado un sendero de madera y puentes para hacer el recorrido y disfrutar de sus aguas turquesas y de los colores del bosque.
Si tienes más tiempo, puedes recorrer todos los pueblos que hay entre Bled y Bohinj, o hacer algunas rutas dentro del Parque Nacional Triglav. Terminamos nuestra visita al lago Bled y nos dirigimos a conocer Liubliana, la capital de Eslovenia.
¿Ya tienes una idea de qué ver en el Lago Bled? Y a ti, ¿te gustaría conocer el lago Bled?
¡¡Hasta el próximo post!!