Durante nuestra ruta de una semana en otoño por Eslovenia, conocimos el lago Bohinj, un valle glaciar que se encuentra dentro del parque nacional Triglav y que forma el lago más grande del país. A pesar de que el lago Bled es el más conocido y uno de los iconos de Eslovenia, Bohinj nos sorprendió con su belleza, tranquilidad, naturaleza y todo lo que se puede ver y hacer alrededor del lago.
En verano es uno de los lugares más visitados para realizar actividades deportivas como kayac, pesca, alpinismo o simplemente bañarse. Nosotros lo visitamos en otoño y, a pesar de que no estaba el agua para darse un baño, no nos arrepentimos, ya que los paisajes fueron espectaculares. ¿Quieres saber todo lo que se puede hacer en el lago Bohinj en otoño? ¡Toma nota!
qué ver en eslovenia en 7 días
Llegamos muy temprano a Ribcev Laz, que es el primer pueblo al llegar al lago; aquí hay restaurantes, cafeterías y una oficina de turismo donde se indica todo lo que se puede hacer en los alrededores. Al llegar había una niebla espesa que cubría todo el valle, así que lo que hicimos fue pasear esperando a que se despejara y nos acercamos a la orilla del lago para ver la iglesia Juan Bautista que se encuentra junto al  puente.
Qué ver en el lago Bohinj
La iglesia es de origen románico pero fue reconstruida en estilo gótico en el siglo XV y abovedado a principios del siglo XVI, cuando el pintor esloveno Jernej de Loka pintó algunos frescos en su interior. El día que la visitamos estaba cerrada, al parecer solo abre los fines de semana de 11:00 a 16:00, por lo que no pudimos ver los frescos, solo algunos pintados en los muros exteriores.
Qué ver en el lago Bohinj
Por suerte, se empezó a despejar el día y, con los rayos del sol, se empezaron a ver paisajes preciosos con casas de madera entre los arboles con los colores del otoño y el agua del lago.
Empezamos a recorrer el lago y nos encontramos con la iglesia Cerkev SV Duh o del Sagrado Espíritu, una iglesia que se construyó para celebrar el fin de un largo periodo de malas cosechas; es de estilo barroco y tiene pinturas en su exterior.
Qué ver en el lago Bohinj
Cruzamos la carretera frente a la iglesia y nos encontramos con un espejo que se forma en las aguas del lago, mostrándonos un reflejo perfecto de la montaña. 
Seguimos la carretera que lleva al pueblo de Ukanac y, en el camino, encontramos un cementerio militar de la I Guerra Mundial, uno de esos acontecimientos que nos dejó la historia y que no deberían volver a repetirse.
Seguimos las indicaciones hasta llegar a los estacionamientos para visitar la cascada de Savicadesde allí ya teníamos una vista impresionante de una pared de piedra de la montaña.
Tras unos minutos caminando, nos encontramos con la caseta donde pagamos unos 3 euros (en 2017) por persona para poder entrar al sendero que sube hasta la cascada. El trayecto es de subida, pero tiene habilitadas escaleras con pasamanos de madera para que sea más fácil el trayecto.
En teoría se tarda unos 20 minutos hasta la cascada, pero nosotros lo hicimos como en 45 minutos, ya que íbamos parando porque el bosque estaba espectacular y para hacer fotos de las vistas del valle.
Llegamos al final del sendero y nos encontramos con una gran caída de agua de 78 metros de altura que termina formado un estanque de agua turquesa. Tiene una escalera para bajar hasta una puerta que se mantiene cerrada por seguridad.
Qué ver en el lago Bohinj
Esta cascada cae sobre dos paredes de piedra y luego sigue cayendo hasta llegar al lago. Desde el aire se ve así:
El regreso al estacionamiento fue todo de bajada; además, el camino entre los arboles fue impresionante en cuanto a los colores otoñales. Definitivamente, viajar en esta época del año a Eslovenia fue una decisión acertada.
Qué ver en el lago Bohinj
Llegamos al estacionamiento y como era ya hora de comida aprovechamos un restaurante que estaba allí para probar la gastronomía local. Pedimos dos tipos de sopa que en otoño e invierno se toman mucho; una fue la jota, que está hecha con repollo, beicon y costilla, pero que tiene un sabor un tanto fuerte porque el repollo está macerado en vinagre. La otra que pedimos fue ričet, que lleva cerdo en trocitos, arroz, vegetales y una inmensa salchicha; una sopa contundente y de sabor delicioso. 
Regresamos a Ukanac, desde donde tomaríamos un teleférico para subir al monte VogelSubiendo en el teleférico ya empezamos a tener unas preciosas vistas del lago con todo el bosque teñido de ocre.
Qué ver en el lago Bohinj
El teleférico sube a unos 1535 metros de altitud. En la cima hay hotel, restaurante, tiendas de deportes y una estación de esquí. En esta época no estaban en funcionamiento las sillas de la estación, pero se podía dar un paseo por el inicio de la línea.
También encontramos junto al hotel un banco donde nos quedamos unos minutos disfrutando del otoño y de las diferentes montañas de los Alpes Julianos.
En el teleférico hay un mirador que ofrece la mejor vista de las montañas y bosques que rodean el lago Bohinj. De fondo se pueden observar varios picos, entre ellos el pico Triglav, el más alto de Eslovenia con 2863 metros de altura y el que da nombre al parque nacional. 
Si ya son impresionantes las vistas desde el monte Vogel, mira estos vídeos que hicimos del lago Bohinj y la cascada Savica con el dron.

Alrededores del lago Bohinj

En los alrededores del lago también hay mucho para ver, nosotros hicimos un recorrido por diferentes pueblos. Cruzando el puente del lago, a unos pocos minutos en coche, nos encontramos con Stara Fuzina, un pequeño pueblo atravesado por el río Mostnica. Desde aquí se puede realizar un trekking hasta la cascada de Mostnica también conocida como la cascada de la roca elefante, ya que tiene una piedra que asemeja al animal. Nosotros no realizamos la caminata ya que el camino para llegar en coche donde inicia la ruta estaba cerrado por obras.
Seguimos el recorrido hasta el pueblo de Studor, que es muy famoso por el grupo de pajares de madera. La estructura de dos pisos de estos pajares es particular de la zona y han sido declarados monumento arquitectónico.
Qué ver en el lago Bohinj
Siguiendo esta carretera hay varios pueblos a los que merece la pena dedicar unos días. En varios vimos que se pueden hacer rutas de senderismo o visitar cascadas de la zona. Estos pueblos son preciosos y más envueltos en los colores del otoño.
Después de un largo día, volvimos a nuestro alojamiento ubicado en Bohinjska Bistrica, el Bohinj Eco Hotel, un hotel sostenible que está muy bien ubicado para explorar el área. Además, es ideal para visitar esta zona en invierno ya que se puede subir al monte Vogel a esquiar o relajarse en el spa del hotel.
Nosotros aprovechamos para relajarnos en las piscinas de agua caliente y en la sauna, para recorrer la zona del lago Bled al día siguiente.
¡¡Hasta el próximo post!!
Iradier Rovira Peña