La Ciudad Autónoma de Melilla es una de las ciudades menos visitadas de España, muy injustamente. Situada en el continente africano, en el Cabo de las Tres Forcas, en poco más de 12 kilómetros cuadrados de superficie ofrece un notable patrimonio de fuertes, murallas y baluartes. Además, es conocida como la “Ciudad de las Cuatro Culturas” por convivir la cristiana, la musulmana, la hebrea y la hindú.

Sus orígenes se remontan al establecimiento de comerciantes fenicios en el siglo VII a. C., con el nombre de Rusadir. Posteriormente, se incorporó a la provincia romana de Mauritania Tingitana en el siglo I d. C.  Con la llegada de los musulmanes en el siglo X, pasó a formar parte del Califato de Córdoba con el nombre de Malila y en el siglo XI se independizó de este. En el siglo XV, ya como Melilla, pasó a la Corona de Castilla a manos del conquistador gaditano Pedro de Estopiñán. En 1995 se estableció como Ciudad Autónoma junto con Ceuta, pues hasta entonces había pertenecido a la provincia de Málaga.

Hoy en día, Melilla es una ciudad agradable y tranquila que esconde grandes tesoros. ¡Sigue leyendo!

Qué ver en Melilla

Melilla La Vieja

Se trata de la parte más antigua de la ciudad, llamada también “El Pueblo” o “La Ciudadela”, y fue declarada Conjunto Histórico en 1953. Está formada por cuatro recintos fortificados, construidos durante los siglos XVI, XVII y XVIII y rodeados por fosos. Los tres primeros están sobre el mar y el cuarto en tierra.

Primer recinto

Es el más antiguo y tiene numerosos puntos de interés: Puerta de la Marina, Capilla y Puerta de Santiago, Aljibes de las Peñuelas, Almacenes de las Peñuelas (Museo de Arqueología e Historia y Museo Etnográfico), Cuevas del Conventico, Plaza Pedro de Estopiñán, Hospital del Rey, cañones defensivos, faro…

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Aquí también se encuentra la Iglesia de la Purísima Concepción, del siglo XVI, que guarda la imagen de la patrona de la ciudad, Nuestra Señora de la Victoria. No pudimos ver su interior por encontrarse en obras.

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Segundo recinto

Está separado del primero por la espectacular Ensenada de las Galápagos, aunque unido a él por un puente. También llamado Plaza de Armas, bajo él que se excavaron calabozos y conserva los baluartes de San José y San Pedro, así como los restos de la Ermita de la Victoria.

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Tercer recinto

Situado sobre las murallas de la antigua medina árabe, en él destacan la torre de las Cinco Palabras (única torre medieval de la ciudad), el Baluarte de San Fernando, la Batería de San Bernabé y el Foso del Hornabeque.

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Cuarto recinto

Fue el último en construirse y alberga los fuertes del Rosario, de Victoria Grande y de Victoria Chica.

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Museos de Melilla La Vieja

Como observación general a todos los museos de Melilla la Vieja, hay que indicar que son de acceso gratuito.

Centro de Interpretación de Melilla la Vieja CIMLaV

Situado en el Torreón de las Cabras, es un espacio que explica la construcción y evolución de los recintos fortificados de la ciudad; también hay restos de la primera cerca del siglo XVI. El torreón alberga un ascensor que baja hasta la zona del puerto deportivo.

Museo de Arqueología e Historia

También conocido como Museo de las Peñuelas, está en unos antiguos almacenes del siglo XVIII utilizados como depósito de grano. A través de diversas piezas, muestra  lo que ha sido Melilla desde sus primeros tiempos; además, hay una representación de una cabaña del Paleolítico como una que se encontró en las vecinas Islas Chafarinas.

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Museo Etnográfico de las Culturas Amazigh, Gitana y Sefardí

Situado junto al anterior, este museo muestra piezas relacionadas con tres de las culturas más importantes en la historia de melilla: la amazigh o bereber, la gitana y la sefardí o hebrea. Destacan la representación de una jaima donde vivían los antiguos nómadas bereberes, la recreación de una sinagoga o una Torá o libro sagrado de los judíos.

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Aljibes de las Peñuelas

Se trata de dos aljibes del siglo XVI, situados muy próximos a los museos anteriores. Constan de cuatro puertas: las dos centrales son las entradas a los depósitos y las dos laterales llevan a los decantadores donde se recogía el agua de lluvia y se filtraba de arena y grava.

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Museo Histórico Militar

Situado en el Baluarte de la Concepción, alberga una interesante colección de objetos relacionados con la historia militar de Melilla: armas, uniformes, incluso una pequeña capilla. Desde sus terrazas se tienen espectaculares vistas de diferentes perspectivas de la ciudad.

Museo Sacro y Cuevas del Conventico

La entrada a este conjunto, situado entre el Baluarte de la Concepción y el faro, está en un edificio que fue un antiguo convento de frailes capuchinos. A nivel de calle está el Museo Sacro, con una colección de piezas litúrgicas de los siglos XVII a XX. Pero el verdadero tesoro se encuentra bajo el suelo. Se trata de un complejo sistema de cuevas excavadas en tres niveles de altura en un acantilado, aprovechando algunas grutas naturales, que datan del siglo XVIII y fueron utilizadas como almacenes y como refugio de la población durante conflictos bélicos.

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Desde el nivel inferior se accede a una pequeña playa con un gigantesco arco parabólico que ayuda a sostener el entramado de cuevas.

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Es la única visita que ha de reservarse previamente (por teléfono) y se hace guiada. Nos pareció un lugar increíble que es imprescindible conocer.

Fuerte de Victoria Grande

Situado en el cuarto recinto, data del siglo XVIII. Tiene una única entrada con un puente levadizo y un patio triangular en el interior.

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Hospital del Rey

Levantado en el siglo XVIII, fue durante más de dos siglos el hospital de la ciudad y hoy en día es sede del Archivo General. Tiene un patio interior con fotografías de monumentos de la ciudad antes y después de su restauración. Si está cerrado, hay que llamar para que abran.

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Museos privados

Museo Egipcio

Situado junto a la plaza de toros, este museo ya no forma parte de la red de Melilla La Vieja.  Inaugurado en 2021, es el segundo museo egipcio más importante de España por detrás del de Barcelona. Alberga una colección de más de 200 piezas originales, con antigüedad de hasta 4000 años a. C., distribuidas en tres plantas: planta baja  sobre generalidades del Antiguo Egipto, primera planta dedicada a aspectos de la vida cotidiana y segunda planta con ajuares funerarios, sarcófagos y momias de animales. De esta última planta destaca el conjunto funerario de Querta (hijo de Hoy y Tenenimenu) y una momia humana de una mujer desconocida pero bautizada “Nefer”.

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Para visitar el museo hay que concertar visita guiada por teléfono o en su web, pudiendo elegir horario de lunes a sábado a las 10:00 o a las 12:00; es necesario un grupo mínimo de 8 personas para que la visita se realice. El precio es de 6€ en 2023.

Otros museos privados son el Museo Eléctrico y el Museo de Fósiles y Minerales.

Las cuatro culturas

Las religiones de las cuatro culturas que conviven en Melilla se ven representadas en sendos templos, que solo pudimos ver por fuera:

  • Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús: iglesia de estilo neorrománico construida en el siglo XX.
  • Mezquita Central: construida a mediados del siglo XX.
  • Sinagoga de Or Zaruah o Yamin Benarroch: de estilo modernista.
  • Oratorio Hindú: el único de la ciudad.
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Plazas

Plaza de la Maestranza

Situada en el primer recinto de Melilla La Vieja, en ella están los Almacenes y los Aljibes de las Peñuelas.

Plaza de Pedro de Estopiñán

También en el primer recinto amurallado, en ella están la antigua Casa del Gobernador, en cuyo interior hay importantes excavaciones arqueológicas, y la Torre de la Vela o Torre del Reloj, que fue una antigua torre vigía; además hay una estatua del conquistador.

Plaza de las Cuatro Culturas

Situada a los pies de Melilla La Vieja, es un homenaje a las culturas cristiana, musulmana, judía e hindú, que conviven en la ciudad. Esta gran plaza siempre está muy concurrida pero especialmente por la tarde, cuando la gente se pone elegante y sale a tomar algo y cenar en los numerosos locales de ocio y restaurantes; en ella también está la oficina de turismo. 

Plaza de España

Situada en el ensanche modernista, es la plaza más importante de la ciudad. Es circular y en ella se encuentra el edificio del Ayuntamiento, así como la entrada al Parque Hernández y las letras de la ciudad. 

Plaza Menéndez Pelayo

Situada frente a la iglesia del Sagrado Corazón y rodeada de calles comerciales, tiene una escultura de Cervantes y Don Quijote. 

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Ensanche modernista

Melilla es la segunda ciudad española con mayor patrimonio modernista, por detrás de Barcelona. Está situado en el llamado “Triángulo de Oro”, en torno a la Plaza de España. Varios de los edificios modernistas más importantes son obra del arquitecto catalán Enrique Nieto, discípulo de Gaudí y que llegó a ser arquitecto municipal de Melilla.

En la ruta modernista podemos incluir las siguientes paradas: edificio del diario El Telegrama del Rif, Cámara de Comercio, Casa Tortosa o antiguo Economato Familiar, Casa Melul, edificio La Reconquista, Casa de los Cristales, edificio El Acueducto y Palacio de la Asamblea (sede del Ayuntamiento).

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Fuertes exteriores

Para reforzar la seguridad de la ciudad, en el siglo XIX se construyeron diversos fuertes en el exterior de la ciudad, casi haciendo frontera con Marruecos, formando el llamado “Quinto recinto fortificado”. Actualmente se conservan ocho, todos ellos de planta circular o pentagonal. Nosotros no vimos ninguno, pues es necesario disponer de coche.

Qué hacer en Melilla

Pasear por el Parque Hernández

Situado en el ensanche modernista junto a la Plaza de España, es el parque más grande y antiguo de la ciudad, de principios del siglo XX.

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Ir a la playa

La ciudad cuenta con dos kilómetros de playas de arena fina, divididas en dos zonas:

  • Playas Zona Norte: Playa de Horcas Coloradas, Playa de la Alcazaba, Ensenada de los Galápagos, Cala de Trapana.
  • Playas Zona Sur: Paya de la Hípica, Playa del Hipódromo, Playa de los Cárabos, Playa de San Lorenzo.

Además, también se pueden practicar deportes náuticos y submarinismo.

Disfrutar de la gastronomía

En la cocina melillense, de tradición mediterránea, ocupan un lugar importante los productos del mar, pero también se encuentran platos provenientes de la mezcla de culturas. Además, la costumbre del tapeo está muy arraigada y nosotros la seguimos en varios locales.

Bar La Cervecería: situado en el ensanche modernista, es uno de los más emblemáticos de la ciudad. Pedimos tapas de un exquisito pollo a la moruna, cazón en adobo, gambas disfrazadas (rebozadas), el especial de la casa (perrito de lomo adobado a la plancha, tortilla de patatas, atún y mayonesa) y su famoso caldero del Rif (guiso especiado de ternera, patatas y verduras). Se llena enseguida, así que hay que ir temprano; a nosotros nos dejaron amablemente una mesita que estaba reservada para después.

La Gaviota: local nada glamuroso del barrio del Carmen sirve tapas marineras según la pesca que se haya llevado al mercado cada día, por lo que no tiene una carta fija. Nosotros disfrutamos mucho porque nos gusta el pescado y tomamos raya, chopitos, rosada y una vistosa paella que sacaron mientras estábamos allí. Se llena rápido, por lo que es recomendable acudir temprano o bien esperar un poco, como nos tocó a nosotros.

Rincón Casa Sadia: situado no muy lejos del anterior, es uno de los locales de referencia en la ciudad y además tiene la distinción de un solete Repsol. Tomamos tapas de inspiración árabe como pastelas de mariscos y de pollo (hojaldres rellenos) y sus tradicionales pinchos morunos de ternera, pollo y atún, preparados al carbón. Además, son típicas las patatas bravas con un aliño especial a base de especias morunas y los caracoles.

Cafetería Dolce Vita: no es de los locales más famosos pero decidimos probarlo por cercanía a nuestro alojamiento. Situado en la concurrida Plaza de las Culturas, tiene una amplia terraza en la que tomamos unas tapas de salmonetes, puntillas, perrito de corvina y flamenquines.

Cafetería Navona: situada también en la Plaza de las Cuatro Culturas, su aspecto no es el más elegante, pero nos decidimos a entrar por tener ciertos platos marroquís, como el tachnift (pan árabe) y el pañuelo moruno (especie de crep). Tomamos tachnift de carne, tortilla, tomate y queso y pañuelo de salmón con philadelphia. Todo un descubrimiento.

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Tomar té con churros

La influencia árabe está presente también a la hora del desayuno o la merienda, ya que es típico tomar un delicioso té moruno de hierbabuena con churros. A priori puede parecer una combinación extraña para los que estamos más acostumbrados al chocolate espeso y oscuro, pero la verdad es que está muy rico. Nosotros fuimos a Mantelete, cerca de la Plaza de las Cuatro Culturas, que es uno de los sitios más típicos para tomarlos.

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Cómo llegar a Melilla

Hay varias formas de llegar a Melilla, dependiendo del punto de partida. Nosotros fuimos desde Madrid en vuelo regular, que es la forma de llegar también desde Barcelona, Málaga, Granada, Sevilla y Almería. También se puede llegar en barco desde Motril, Málaga y Almería.

Y así termina nuestra visita a la Ciudad Autónoma de Melilla, una gran desconocida, con un magnífico patrimonio para descubrir y una gente amable y hospitalaria. 

¡¡Hasta el próximo post!!