En nuestro pasado viaje a tierras andaluzas, específicamente la provincia de Cádiz, intentamos ver la mayor cantidad de sitios posible y conocer los famosos pueblos blancos fue una de las cosas que no dejamos por fuera de esta ruta.
Los pueblos blancos de Cádiz son muchos, pero como nosotros los incluimos en una ruta con más destinos, decidimos guiarnos por uno de los itinerarios sugeridos por la web oficial de turismo de Cádiz.

Y esta es la ruta en coche por los pueblos blancos de Cádiz que realizamos, toma nota.

Ruta en coche por los pueblos blancos de Cádiz

Alcalá del Valle

Este fue el primero de los pueblos blancos que visitamos tras pasar el día conociendo en Antequera sus recién nombrados Patrimonios de la Human¡dad: Dólmenes y el Torcal.
Entre sus monumentos destaca la Iglesia Parroquial de Santa María del Valle con su original fachada. También tenemos el Monasterio de Caños Santos, la Ermita del Señor de la Misericordia, el Cortijo de la Cacería y la Fuente Grande.
Cerca están los Dólmenes de La Dehesa del Tomillo, pero los dejamos para otro viaje. En Alcalá hicimos noche y al día siguiente continuamos la ruta de los pueblos blancos.

Setenil de las Bodegas

Mucho habíamos escuchado de este pueblo por la peculiaridad de como están construidas algunas casas. Lo más llamativo de este pueblo es que parte de sus casas están encastradas en una inmensa roca que hace de techo. Estas casas se disponen en dos calles llamadas Cuevas del Sol y Cuevas de la Sombra.
ruta en coche por los pueblos blancos de Cádiz
Su patrimonio lo forman, además, los restos de un castillo-fortaleza medieval con su torre del homenaje, los restos de una muralla y la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación.
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Todo este conjunto se puede admirar tras subir las empinadas escaleras del Mirador del Carmen, que une el barrio bajo del pueblo con la zona conocida como El Carmen (por encontrarse allí la ermita de la Virgen del Carmen).

Olvera

Olvera se distingue desde lejos por las siluetas de su castillo y su Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación.
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A ambos se llega tras subir unas cuantas escaleras hasta la Plaza de la Iglesia, pero el esfuerzo merece la pena. El castillo es de la época nazarí, y la iglesia, del neoclásico, y se pueden visitar.
Aquí también está el Edificio de la Cilla, que en el pasado fue un granero y actualmente es un museo y la oficina de turismo. Hay un mirador desde el que se tienen vistas de los campos de alrededor.
La bonita calle principal es la Calle Llana, y nos da una idea del resto de las calles del pueblo.

Algodonales

En Algodonales destaca la presencia del agua, pudiendo encontrar una gran fuente, la Fuente del Algarrobo o Fuente Baja, y al lado, un lavadero antiguo.
De esta fuente parte el Sendero de las Fuentes, que va recorriendo fuentes y manantiales durante algo más de 3 kilómetros por un pinar hasta llegar a la Fuente Alta, en el otro extremo del pueblo.
También está la Plaza de la Constitución, centro del pueblo, con la Iglesia de Santa Ana. 
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Bornos

Este pueblo está a orillas del pantano del mismo nombre, junto al que tiene un embarcadero en el que se realizan actividades acuáticas en verano.
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Destaca entre su patrimonio el Castillo del Fontanar-Palacio de los Ribera, con su bonito patio porticado y sus espectaculares jardines renacentistas.

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En ellos podemos encontrar varias especies de árboles, una fuente, un estanque y algunos grutescos (elementos decorativos que recuerdan a las cuevas). Este edificio alberga la oficina de turismo de la localidad.
También hay varias edificaciones religiosas, como la Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Guzmán, los conventos de San Bernardino o del Corpus Christi, el Monasterio de Santa María del Rosario, la Iglesia de la Resurrección, la Ermita del Calvario. Cerca está el yacimiento arqueológico de Carissa Aurelia, con restos de dos necrópolis ibérico-romanas.

Arcos de la Frontera

Es el arquetipo de los pueblos blancos y podría ser de los más bonitos de España. Situado en lo alto de una colina sobre el río Guadalete, su laberíntico casco histórico está formado por calles estrechas y empinadas en las que, si alguien se aventura a pasar en coche, corre el riesgo de quedar atrapado entre dos paredes… Así que mejor recorrerlo a pie.
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Podemos encontrar varias iglesias, como la de San Pedro, la de San Francisco o la Basílica Menor de Santa María de la Asunción. También tenemos los conventos de San Agustín o el de las Mercedarias Descalzas, en el que venden dulces típicos elaborados por las monjas.
El pueblo tiene una amplia Plaza del Cabildo que está rodeada por la antigua Casa del Corregidor (ahora Parador Nacional), el campanario de la Iglesia de Santa María de la Asunción, el Castillo Ducal y el Mirador Balcón de la Peña Nueva. Cerca se encuentran las ruinas romanas de Calduba, con restos de construcciones hidráulicas.
Y hasta aquí nuestro itinerario por los pueblos blancos. Habrá que volver para recorrer otra de las rutas sugeridas por la web de turismo de Cádiz: Zahara de la Sierra, Benamahoma, Grazalema, Villaluenga del Rosario, Benaocaz, Ubrique, El Bosque, Prado del Rey.
¡¡Hasta el próximo post!!