Carmona es una bella localidad sevillana cargada de historia, ya casi al final de la Vía de la Plata. Sus orígenes se remontan a tiempos prehistóricos, dada su ubicación estratégica sobre una meseta en pleno valle del Guadalquivir. El emplazamiento alcanzó un periodo de gran desarrollo con los tartesios y cartagineses, como así demuestran los numerosos hallazgos pertenecientes a la época.

Más tarde, durante la ocupación romana, Carmo llegó a tener el privilegio de acuñar moneda y durante el periodo musulmán sería Quarmuna, manteniendo su importancia y viendo surgir murallas, alcázares y almunias señoriales. Fernando III el Santo la devolvió al cristianismo y se construyeron iglesias renacentistas y barrocas.

Hoy en día, Carmona es una de las ciudades más monumentales de Andalucía, situada a solo 30 kilómetros de Sevilla, en la comarca de Los Alcores.

¡Vamos a conocerla!

Qué ver en Carmona en un día

Necrópolis romana

En las afueras se extiende esta otra ciudad que no es para los vivos. Se trata de una vasta necrópolis desarrollada entre los siglos I a. C. y II d. C. y atravesada por la Vía Augusta, que iba desde Cádiz hasta los Pirineos.

La visita comienza en el Museo de la Necrópolis, donde se conocen datos muy interesantes sobre los tipos de enterramiento romanos, los rituales funerarios, los ajuares, la pintura funeraria o incluso las profesiones relacionadas con la muerte. Así supimos que, en esta necrópolis se enterraron ciudadanos de clase social elevada, y la mayoría de enterramientos fueron colectivos de incineración.

Aquí se encuentra la estatua de un elefante hallada en una de las principales tumbas de la necrópolis.

Carmona

Tras el museo viene el recorrido por el terreno de la necrópolis. Las tumbas más famosas son las del Elefante, que se piensa que fue un santuario de ofrendas a los dioses Cibeles y Attis, y la de Servilia, que fue un lugar de enterramiento familiar y reproducía una lujosa mansión con un patio porticado que daba a diferentes estancias.

tumba Servilia

Pero hay muchas más, como la del Ustrinum, la de los Cuatro Departamentos o los restos de un mausoleo circular.

Ustrinum

Al otro lado de la calle están los restos del anfiteatro, que no encontramos abiertos al público. Ambos monumentos, necrópolis y anfiteatro, forman el Conjunto Arqueológico de Carmona y es Bien de Interés Cultural; la visita es gratuita.

Alcázar de la Puerta de Sevilla o de Abajo

Es la fortaleza palacio que defendía el acceso principal al recinto amurallado de Carmona, la Puerta de Sevilla, situada en el único punto con menor pendiente de la meseta donde se ubica la ciudad. Fue cimentada por tartesios y cartagineses hacia el siglo VIII a. C., y en época romana fue reforzada con el conjunto de puertas y un templo. Los musulmanes añadieron muros, barbacanas y un aljibe. Durante la Edad Media terminó de tener su aspecto actual. Hoy en día es Bien de Interés Cultural.

Carmona

Además de admirar su majestuoso exterior, con la torre del homenaje y un bonito arco árabe, recomendamos también visitar su interior por un pequeño precio. A nosotros nos gustó especialmente el Patio de los Aljibes de la primera planta, rodeado de torres; aquí estuvo el templo en la época romana y el aljibe de 7 metros de profundidad de la época musulmana.

Carmona en un día

Desde este patio se tienen unas bonitas vistas de la ciudad.

De vuelta al exterior, y entrando en la ciudad, se puede observar el lugar que ocupó el foso defensivo, de la época cartaginesa-romana:

Alcázar del Rey Don Pedro I o de Arriba

Situado en el punto más alto de la localidad, data del siglo XII cuando, en tiempos islámicos, se levantó el palacio del gobernador de Quarmuna sobre el lugar en el que hubo una antigua acrópolis romana. Más adelante, durante el siglo XIV, con el reinado de Pedro I de Castilla, alcanzó gran esplendor, al igual que posteriormente con los Reyes Católicos. Sufrió grandes daños por el terremoto de Lisboa en 1755, tras el cual fue abandonado. Hoy en día es Bien de Interés Cultural.

Actualmente está en estado de ruinas, pero en su parte oriental, aprovechando lo que fue el patio de armas, se construyó un bonito Parador Nacional de Turismo.

Alcázar del Rey Don Pedro I

Aun así, se puede visitar la parte que queda en pie, por un pequeño precio. Fue un recinto amurallado rodeado por un foso; constaba de doble muralla con varias torres y diversos patios en el interior. Nos llamaron la atención la puerta de entrada, Puerta de Marchena, con un gran arco de herradura y matacán superior.

También la torre mayor o de la Pólvora, a la que se puede subir para admirar las vistas. En diagonal estaba la torre del homenaje, de la que se conserva un escaso vestigio.

Alcázar del Rey Don Pedro I

En el exterior existe una estructura redonda llamada El Cubete, que fue el primer fortín de artillería de España, y se construyó en época de los Reyes Católicos.

Alcázar del Rey Don Pedro I

Muralla

La muralla primitiva es de época romana, aunque los tramos que se conservan en la actualidad son de época musulmana; uno de ellos se puede ver en la calle Barbacana Alta.

muralla de Carmona

La muralla tenía 4 puertas principales de acceso: la ya mencionada Puerta de Sevilla, la Puerta de Córdoba, la Puerta de la Sedía y la Puerta de Morón; las dos últimas desaparecieron, no así la Puerta de Córdoba.

Puerta de Córdoba

Estaba situada en plena Vía Augusta, que era el cardo máximo de la ciudad romana y que pasaba también por la Puerta de Sevilla para llegar a Hispalis (Sevilla). Tenía tres arcos: dos pequeños peatonales a los lados y uno central para carruajes. La segunda planta albergaba las dependencias de la guardia, que vigilaba las 24 horas del día. La parte que da al interior de la ciudad tenía función propagandística del gobierno.

Puerta de Córdoba en Carmona

En tiempos de Pedro I se construyó adosado el Alcázar de la Reina, que fue demolido durante el reinado de los Reyes Católicos. La puerta fue reconstruida en estilo neoclásico a finales del siglo XVIII. Se puede visitar su interior, aunque el día en que fuimos nosotros la encontramos cerrada. Hoy en día es Bien de Interés Cultural.

Iglesia Prioral de Santa María de la Asunción

Este templo gótico se levantó sobre lo que fue la mezquita mayor de la ciudad musulmana. De ella conserva el Patio de los Naranjos, que fue el antiguo patio de abluciones; consta de bonitos arcos árabes sobre fustes de mármol y granito, en uno de los cuales hay un calendario litúrgico visigodo.

Iglesia Prioral de Santa María de la Asunción

La iglesia fue construida entre los siglos XV y XVI, en estilo tardogótico, aunque tiene también elementos renacentistas y barrocos. En su interior destacan el Retablo Mayor, con  escenas de la vida de Jesucristo, y las nervaduras de las bóvedas.

Ayuntamiento

El edificio fue originalmente el colegio de la Orden Jesuita, construido en el siglo XVII. Tiene una bonita fachada neoclásica decorada con frontones triangulares y escudos de la ciudad. Al parecer, en su interior hay un patio con un mosaico romano, pero no pudimos verlo por encontrarlo cerrado.

Plaza de San Fernando

Fue el foro de la antigua Carmo romana, donde confluían las dos calles principales: Cardo Máximo y Decumano Máximo. Está rodea de casa con bonitas fachadas, construidas entre los siglos XVI y XIX. Entre ellas destaca una bonita casa mudéjar de ladrillo decorada con azulejos azules.

Carmona

Esta plaza tiene numerosos bares y restaurantes, por lo que suele estar muy concurrida.

Mercado de abastos

Data del siglo XIX y está situado en una plaza donde anteriormente estuvo el convento de Santa Catalina. La plaza está rodeada de blancas galerías porticadas con arcos de medio punto, en cuyas lonjas se sitúan los comercios y algunos bares.

Carmona

Hospital de la Caridad

Característico por su preciosa portada, fue construido en el siglo XVI y su función principal fue albergar a enfermos pobres de forma gratuita, ya que estaba patrocinado por la duquesa de Arcos. Sólo queda la iglesia, pero no se puede visitar.

Hospital de la Caridad

Iglesias y conventos

En Carmona hay muchas iglesias, pero a nosotros no nos dio tiempo a verlas todas en un día: Iglesia y arquillo de San Felipe, San Bartolomé, Santiago, Divino Salvador. Fuera de lo que fue el antiguo recinto amurallado, al otro lado del Alcázar de la Puerta de Sevilla, está la iglesia de San Pedro con su torre llamada Giraldilla.

En cuanto a conventos, están el de Santa Clara, el de las Descalzas, el de la Concepción y el Convento de Madre de Dios.

Casas-Palacio

Varios son los edificios nobiliarios que hay en Carmona, muestras de su espléndido pasado y grandes ejemplos de arquitectura barroca civil. Así, encontramos la Casa-Palacio de los Aguilar y la Casa-Palacio de los Rueda, esta última declarada Bien de Interés Cultural.

También están la de los Lasso, la de los Domínguez y la del marqués de las Torres, que es hoy en día el Museo de la Ciudad y Bien de Interés Cultural.

Una de las muchas casas-palacio, del siglo XVII, ha sido restaurada y convertida en un precioso hotelito con encanto, en el que tuvimos la oportunidad de alojarnos.

Museo de la Ciudad

Está ubicado en la Casa-Palacio del marqués de las Torres o Palacio de los Quintanilla.

Otros

Si disponéis de más tiempo o pasáis más de un día en Carmona, además de las iglesias, conventos y casas-palacio, hay más lugares para conocer. Antes de salir del núcleo urbano, se puede visitar el Centro Temático del Mudéjar y, ya en las afueras, como para ir de caminata, el puente y calzada romanos y la cueva de la Batida.

Qué comer y dónde

Las recetas más tradicionales de Carmona tienen como base los cultivos de verduras y hortalizas de su extensa vega: alboronías de pisto, espinacas con garbanzos, cocido con tagarninas, potaje de chícharos (judías blancas), revuelto de sagromontes… No nos dio tiempo a probarlos todos, pero los que tomamos nos gustaron mucho:

Como postre, no puede faltar una torta inglesa y un anís Los Hermanos.

La animada Plaza de San Fernando y la calle Prim son los lugares ideales para degustar todos estos platos típicos. Nosotros estuvimos en invierno, con lo que la plaza estaba algo menos animada, pero aun así con varios lugares para comer, cenar o tomar unas ricas tapas.

Y así concluye nuestra corta visita a Carmona, con un rico patrimonio que bien merece la pena un recorrido exhaustivo para no perderse nada. Cerca están las localidades de Marchena y Écija, que también merecen mucho la pena.

¡¡Hasta el próximo post!!