Cuenca goza de una situación privilegiada, sobre un espolón rocoso delimitado por las hoces de los ríos Huécar y Júcar. La ciudad alta o antigua nace como fortaleza en la Edad Media, siendo su origen el castillo musulmán de Qūnka, que dio nombre a la ciudad, cuando formaba parte de la taifa de Toledo. Tras su conquista en el siglo XII por el rey cristiano Alfonso VIII, la población se desarrolla hacia la llanura castellana y va adquiriendo poder político y económico.
La ciudad alta es hoy en día un gran centro histórico con iglesias, conventos, palacios, museos… destacando entre todos las Casas Colgadas. Por esta singularidad urbanística, Cuenca fue declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996.
Aquí os contamos un ejemplo de recorrido con algunos de los imprescindibles para ver y hacer durante un completo día en esta ciudad que se encuentra a menos de 2 horas de Madrid.
¿Qué ver en Cuenca en un día?
Gracias a la visita guiada de Cuenca Viajes conocimos la mayoría de puntos interesantes, que se encuentran en la ciudad alta. Partiendo desde la parte baja y subiendo, encontramos:
Antigua muralla y puertas de acceso
La muralla de Cuenca fue construida durante la época medieval. El trazado seguía el cauce del río Huécar, la calla de los Tintes y seguía por el cauce del río Júcar hasta llegar al castillo. La muralla tenía varios torreones, así como puertas y portillos de acceso; de estos últimos quedan la puerta de San Juan, el espacio donde estaba la puerta de Valencia y el portillo de San Pablo.
Torre de Mangana
Esta torre vigía de origen medieval ocupa el lugar donde anteriormente hubo un bastión árabe que seguramente formó parte de la muralla, después una sinagoga y más tarde los desaparecidos alcázar e iglesia de Santa María. La actual torre data del siglo XVI aunque ha sufrido varias remodelaciones. Con 28 metros de altura, ha sido torre de vigilancia y hasta catapulta; hoy en día tiene el reloj municipal y una matacana en la parte superior, añadida en el siglo XX en una remodelación en estilo neomudéjar.
Plaza Mayor
Además de la catedral, en la plaza mayor están el convento de las Petras, del siglo XVI, y el ayuntamiento, del siglo XVIII, con una característica arcada barroca. La plaza es el corazón del casco antiguo y punto de encuentro con numerosos restaurantes y bares con terrazas. Durante la Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional es escenario del paso de procesiones.
Desde la plaza mayor salen las calles de San Pedro y de Julián Romero, repletas de monumentos y rincones encantadores, que van subiendo hasta el castillo.
Plaza de la Merced
En esta pequeña plaza encontramos importantes edificios: iglesia y convento de la Merced, construidos en el siglo XVI y con dos preciosas portadas barrocas. Aquí estuvo desterrado Tirso de Molina y escribió su obra La prudencia en la mujer.
También está el Seminario Conciliar de San Julián, construido en el siglo XVIII y con portada barroca igualmente.
Por último, está el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, que fue inaugurado en 1999 y tiene un planetario.
Cristo del Pasadizo
Según la leyenda, los jóvenes Julián y Angustias, él humilde y ella noble, se juran amor ante este Cristo antes de que él se aliste en el ejército y se marche. Mientras espera la vuelta de él, ella traiciona el compromiso por otro hombre. Cuando Julián regresa, ambos pretendientes luchan por la dama y mueren en el combate. Ella, sintiéndose culpable, se recluirá en el convento de las Petras.
Ruinas de la iglesia de San Pantaleón
Construida a finales del siglo XIII con el nombre de San Juan del Hospital, fue una de las primeras parroquias de Cuenca. Después tuvo varios nombres, como San Juan Bautista, San Juan de Letrán y, por último, San Pantaleón. Solo se conserva un arco ojival correspondiente a la entrada principal y algunos símbolos del paso de los Caballeros Templarios. En su interior hay una escultura homenaje a Federico Muelas, poeta y periodista conquense.
En la misma calle hay diversas casas palaciegas, así como iglesias y conventos. Muy cerca, nos llamó la atención la posada de San José, antiguo colegio de San José del siglo XVII. Aquí vivieron el pintor Juan Bautista del Mazo y su esposa, que era Hija de Velázquez.
Casas Colgadas
Es la principal atracción de la ciudad. De estilo gótico y con característico balcones de madera, fueron construidas en el siglo XIV sobre la hoz del río Huécar. Hoy solo quedan la Casa del Rey y la Casa de la Sirena. En una de ellas está el Museo de Arte Abstracto.
Puente y convento de San Pablo
El actual puente de hierro que une la ciudad alta con el convento de San Pablo, es obra de finales del siglo XIX y sigue el estilo de Eiffel. Sustituye a otro anterior de piedra del siglo XVI, que tenía cinco arcos y que fue destruido por las inclemencias meteorológicas y la voladura de uno de sus arcos. ¡Imprescindible cruzar al otro lado a pesar de su vertiginosa altura!
El convento de San Pablo, antiguo convento de los dominicos del siglo XVI, es ahora Parador Nacional de Turismo. Tiene una iglesia con bonita portada churrigueresca y en el interior un claustro que es la cafetería del Parador.
Iglesia de San Pedro
En la plaza del Trabuco encontramos esta iglesia, la primera que se construyó en Cuenca, de estilo gótico y sobre lo que fue una mezquita. Fue reconstruida en el siglo XVI y restaurada en el XVIII. Es de planta octogonal y tiene adosada una torre cuadrada. No pudimos ver su interior por encontrarla cerrada, pero sabemos que tiene un bonito techo de madera.
Arco de Bezudo y castillo
En la parte más alta de la ciudad, llegando por la calle Trabuco, se sitúa este arco, que fue parte del castillo que se construyó donde anteriormente hubo una fortaleza musulmana. El arco data del siglo XI aunque fue rehabilitado en el siglo XVI. También hay algunos restos de muralla, pero casi nada del castillo porque fue destruido en la época napoleónica.
A la izquierda del arco hay un edificio que fue sede del Tribunal de la Inquisición y después cárcel provincial. Actualmente es el Archivo Histórico Provincial, que custodia el Fuero de Cuenca.
Pasando por el arco, llegaremos al mirador del barrio del castillo, desde el que se tienen unas espectaculares vistas.
Otros
Multitud de iglesias, ermitas, conventos y casas quedan por ver recorriendo las empinadas calles de Cuenca, pero eso nos llevaría más de un día. La iglesia de San Miguel, el Almudí y las escaleras del Gallo, el túnel del Alfonso VIII… incluso la casa de José Luis Perales, son otros lugares que podemos encontrar.
Catedral de Nuestra Señora de Gracia
Dejamos para el último lugar la catedral, ya que la conocimos en una visita guiada nocturna que hicimos gracias a Cuenqueando.
Imponente, la catedral fue construida entre los siglos XII y XVI en un estilo de transición entre el románico y el gótico, con influencia normanda. Destaca su fachada, cuya parte superior pareciera estar inacabada, y sus vidrieras abstractas, cubistas y surrealistas e impresionistas realizadas por artistas contemporáneos.
Para conocer el espectacular interior, recomendamos. La catedral por sí sola ya merece un artículo por la cantidad de historia y arte que encierran sus muros. Nosotros solo mencionaremos los rincones que más nos gustaron:
– Sala Capitular o de los Cabildos, con una maravillosa puerta de entrada y un techo decorado con un artesonado renacentista.
-Capilla Honda, llamada así al estar situada por debajo del nivel del suelo de la catedral. Su techo con artesonado de motivos geométricos es impresionante.
-Capilla de San Julián, con una preciosa reja ricamente decorada.
-Claustro, con el Arco de Jamete, también renacentista, que le sirve de entrada.
-Coro, órgano, triforio… ¡Todo!
También nos sorprendió la decoración interior, inspirada en el descubrimiento de América en 1492, como se puede ver en motivos vegetales y animales que, por aquel entonces, se desconocían en Europa, tales como una mazorca de maíz, una tortuga marina, un pez globo o un armadillo. Asombroso, ¿verdad?
Junto a la catedral está el Palacio Episcopal, que alberga el Museo Diocesano, con colecciones de arte religioso procedentes de la catedral, iglesias y conventos; también alfombras y tapices. Destacan dos cuadros de El Greco.
Museos de Cuenca
Además del Museo de Arte Abstracto, el Museo de Ciencias y el Museo Diocesano, la ciudad tiene otros, altamente recomendables:
Fundación Antonio Pérez en el antiguo convento de las carmelitas descalzas, que contiene obras de arte moderno reunidas por el coleccionista que da nombre al museo.
Museo de Cuenca, con restos arqueológicos procedentes de las excavaciones de las ciudades romanas de Segóbriga, Valeria y Ercávica.
Nosotros fuimos al Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha (MUPA) para ver a su estrella Pepito, un dinosaurio jorobado de la especie Concavenator Corcovatus (cazador jorobado de Cuenca), cuyos restos fueron encontrados en el yacimiento de Las Hoyas.
El museo fue inaugurado en 2015. Tiene una planta baja con varias salas dedicadas a los periodos prehistóricos, como Paleozoico, Mesozoico… y una planta superior con salas dedicadas a los yacimientos de Las Hoyas, con más de 20000 muestras, y Lo Hueco, con más de 12000. Además, cuenta con un jardín exterior con reproducciones de dinosaurios.
Hoces del Huécar y del Júcar
El paseo junto al cauce del río Huécar permite contemplar la ciudad desde fuera, con la típica estampa de las Casas Colgadas. Al paseo del Huécar se puede llegar por la Bajada de San Martín, desde donde se ven los rascacielos de San Martín, construcciones de adobe altas y estrechas del siglo XVI.
Siguiendo el cauce del río, pero por el interior de la ciudad, discurre la ronda de Julián Romero, desde la catedral hasta el castillo.
El paseo del Júcar tiene lugares como la ermita de San Julián y una playa artificial junto al río. Aquí encontramos los ojos de la mora, pintados en dos oquedades de la pared rocosa de la hoz, en un lugar donde se arrojaba al vacío a los condenados a muerte por el Tribunal de la Inquisición.
Nuestro guía de Cuenca Viajes nos contó la leyenda que esconden estos ojos: una doncella mora se enamoró de un muchacho cristiano, carpintero de profesión, al cual encargaba objetos de madera para poder verse; la historia no tuvo un final feliz, ya que el hermano se ella acabó con la vida del joven al enterarse del romance; dicen que ella murió de amor en el lugar donde están ahora los ojos…
La ciudad baja
La ciudad baja es consecuencia del desarrollo urbanístico de Cuenca. Aquí encontramos el Hospital de Santiago, la iglesia de la Virgen de la Luz de estilo rococó, el puente medieval de San Antón…
La calle Tintes sirve de división entre la ciudad alta y la ciudad baja y debe su nombre a las instalaciones fabriles que hubo en ella; se convierte en el paseo del Huécar.
¿Qué hacer en Cuenca?
Gastronomía
Algo imprescindible en Cuenca es disfrutar su gastronomía. Zarajo, morteruelo, ajoarriero, gachas o caldereta de cordero son algunas de las recetas que hay que saborear sí o sí en nuestra visita, bien en plato bien en tapa, en algunos de los numerosos bares y restaurantes de las calles del centro. Para terminar, el dulce alajú, de origen árabe, y el famoso licor resolí.
Rutas de senderismo
Si tenemos más de un día en Cuenca, podemos hacer algunas de las rutas de senderismo que hay en torno al casco histórico de la ciudad:
Sendero oriental de Castilla-La Mancha, que lleva a varios miradores. Tiene bastante desnivel y se tarda algo más de 4 horas en completar (para los que estén en buena forma…).
Sendero periférico de las hoces de Cuenca, que rodea el caso histórico y es sencilla de realizar en unas 2 horas.
Ruta de la hoz del río Júcar, que va por el valle del río. Es el recorrido más largo pero de dificultad fácil.
Otros lugares en la provincia de Cuenca
La provincia de Cuenca es una caja de sorpresas y esconde lugares asombrosos como las ruinas de la ciudad romana de Segóbriga, el monasterio de Uclés, la Ciudad Encantada, el Ventano del Diablo, la laguna de Uña, el nacimiento del río Cuervo, la hoz de Beteta… Os lo contamos en nuestro post:
También hemos visitado algunos yacimientos arqueológicos como Recópolis y Ercávica, hemos realizado la ruta de las Caras de Buendía y hemos conocido las lagunas de Cañada del Hoyo.
Visita a las lagunas de la Cañada del Hoyo
Y, cómo no, no podía faltar una ruta de castillos, que nos gustan mucho:
Ruta de los castillos del Marqués de Villena
Es evidente que Cuenca tiene mucho que ofrecer, así que esperamos poder seguir conociendo esta gran provincia. ¿Qué otros lugares nos recomendáis?
¡¡Hasta el próximo post!!