Belmonte es un bonito pueblo de la provincia de Cuenca, perteneciente a la comarca de La Mancha Baja, lugar de nacimiento del ilustre Fray Luis de León. Está situado a poco más de 150 kilómetros de Madrid y se llega en menos de 2 horas, por lo que supone una escapada perfecta para un fin de semana.

Los orígenes de la población son inciertos, aunque existen indicios de que ya hubo ocupación romana. Posteriormente en la Edad Media, el Infante don Juan Manuel, Señor de Villena, tomó posesión de Alarcón, siendo Belmonte una aldea perteneciente. En el siglo XIV, el rey Pedro I de Castilla independizó a Belmonte de Alarcón, lo convirtió en Villa y lo incorporó a la Corona. Enrique III de Castilla donó la villa a Don Juan Fernández Pacheco, primer Marqués de Villena. Los siglos XVI y XVII supusieron un gran desarrollo de la Villa con un gran crecimiento de la población, lo cual terminó en siglos posteriores debido a la desamortización eclesiástica y diversas contiendas.

Hoy en día, Belmonte es un pueblo con encanto, declarado Conjunto Histórico Artístico desde 1968 y que fue el Pueblo más Bonito de Castilla-La Mancha en 2016.

Qué ver en Belmonte

Castillo

Fue construido en 1456 por orden de Don Juan Pacheco, primer Marqués de Villena, sobre el cerro de San Cristóbal. De estilo gótico mudéjar, es el símbolo de Belmonte y fue declarado Monumento Nacional en 1932. Más que un castillo es un palacio, y destaca por su original estructura en forma de estrella, sus torreones y su patio de armas triangular, además de los dos lienzos de muralla que conserva.

Pero su interior sin duda vale una visita. La puerta de acceso tiene en su parte superior el escudo en relieve de Don Juan Pacheco con las armas de Pacheco y Acuña, tras la cual hay otra puerta con un paje restaurado con los escudos del marqués de Villena, su segunda esposa María Portocarrero y el primogénito de ambos.

Belmonte

Esta da paso al patio de armas con galerías de arcos de medio punto, reformados en el siglo XIX con ladrillo. En el patio hay un aljibe o pozo de agua excavado en roca, con más de 40 metros de profundidad; también está la torre del homenaje, que ahora es un espacio musealizado con armaduras actuales, pero que en el pasado siempre funcionó como cárcel.

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Varias son las estancias del castillo dignas de admiración:

  • Escalera principal de subida, del siglo XIX.
  • Salón de Gobierno con artesonado original del siglo XV.
  • Sala de Embajadores con una espectacular cúpula mocárabe del siglo XV sobre un friso de yesería con la leyenda de San Jorge; además, en los alféizares de las ventanas hay un increíble bestiario gótico esculpido en piedra, con un total de 59 figuras bíblicas y mitológicas.
  • Dormitorio de Don Juan Pacheco, con una espectacular cúpula de madera con astros que tenían lapis specularis (yeso) de la cercana mina romana “La Condenada” y que brillaban al sol.
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También se puede caminar por el adarve y apreciar los detalles de la muralla, así como ver el patio de armas desde lo más alto del castillo.

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Nosotros pudimos realizar un vídeo a vista de dron y aquí dejamos las imágenes que tomamos:

La visita al castillo puede completarse con el Trebuchet Park, que es el mayor parque de máquinas medievales de asedio a escala real del mundo. Estas máquinas fueron utilizadas entre los siglos V y XV, servían para superar una muralla (por arriba, por abajo, atravesándola…) y están reconstruidas con el máximo rigor histórico. ¡Hay más de 40!

Además, el castillo es escenario del Campeonato Mundial de Combate Medieval que se celebra anualmente desde 2014.

La visita al castillo puede hacerse por libre o guiada, teniendo ambas coste; nosotros escogimos la visita guiada, con unas fantásticas explicaciones a cargo del personal de Rutour Belmonte. También existen visitas teatralizadas. La visita al Trebuchet Park tiene coste aparte.

Muralla

De las murallas originales, del siglo XV, se conservan dos tramos que bajan del castillo hasta el pueblo. Uno llega hasta la Puerta de Chinchilla y tiene una torre albarrana, y el otro llega hasta lo que fue la Puerta de San Juan, hoy desparecida, de la que solo queda un torreón.

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Puertas

De las 5 puertas de acceso que tuvo la muralla, quedan actualmente 3:

  • Puerta de Almudí o del Rollo: estuvo situada junto a lo que el pósito o almacén de cereales, y también estaba cerca el rollo de justicia o picota. Además, alberga una talla en bronce del Cristo de los Ausentes, obra del siglo XX.
  • Puerta de la Estrella: tiene doble arco y está dedicada a la Virgen de la Estrella, además tiene este símbolo  por la posible cercanía que tuvo en el pasado a una sinagoga judía; también fue conocida como Puerta de Toledo o de Monreal por estar orientada a estas localidades.
  • Puerta de Chinchilla: es la puerta más antigua y vistosa, que debe su nombre porque está orientada hacia Chinchilla de Montearagón. En el siglo XVIII se construyó sobre ella una pequeña capilla de la que aún quedan restos.
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Ermita Nuestra Señora de Gracia

La Virgen de Gracia es la patrona de Belmonte y, según la tradición, se apareció a unos pastores en el lugar en que se construyó esta ermita en el siglo XIII. La portada perteneció a la antigua ermita de Santa Quiteria, ya desparecida, y en su interior hay una imagen de la patrona, que es una talla románica de madera.

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Casa Bellomonte

Se trata del antiguo corral de comedias de la villa, del siglo XVII. Actualmente es una casa museo cuyo interior es la recreación de una vivienda típica del siglo XV, con cada una de sus habitaciones tal y como pudieron ser en esa época según las actividades que se realizaban en ellas.

En la planta baja hay una armería histórica, con piezas que son réplicas de las del siglo XV y una estancia que muestra el proceso de transformación de la lana; destaca la preciosa cocina, desde la que se accede a la cueva que servía para almacenar vino y alimentos. En la segunda planta se encuentran las habitaciones y el salón.

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Es imprescindible visita guiada con reserva previa en Rutour Belmonte.

Ermita de San Antón y Santa Lucía

Esta ermita está construida sobre una antigua mezquita árabe, donde estuvo situado el barrio de la morería en los siglos XIV, XV y XVI. La fachada es sencilla y sobre el pequeño campanario hay una veleta que hace alusión a San Antón, el patrón de los animales, pues tiene un perro que muerde el rabo a un cerdo.

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Casa natal de Fray Luis de León

Fray Luis de León nació en Belmonte en 1527 y fue un religioso agustino que llegó a ser uno de los escritores más importantes del Renacimiento español, dedicándose también a otras disciplinas. Fue catedrático de teología en la universidad de Salamanca y sufrió a la Inquisición, que lo encarceló en Valladolid al acusarlo de defender los  textos hebreos de la Biblia frente a las versiones latinas. Al incorporarse de nuevo a sus clases, 5 años más tarde, pronunció su célebre frase “como decíamos ayer…”

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Convento de las Concepcionistas

El convento fue fundado en 1581 aunque se habitó unos años después cuando llegaron cuatro monjas desde el Convento de la Concepción en Cuenca. En el exterior destaca la puerta de acceso, del siglo XVII, con arco de medio punto sobre el que hay un frontón triangular con una hornacina.

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Hospital de San Andrés

Aunque actualmente está en ruinas, tuvo gran importancia en su época. Lo fundó Don Juan Fernández Pacheco, primer marqués de Villena, por bula del papa Benedicto XIII para curar enfermos pobres y hospedar peregrinos. Hoy en día podemos ver  parte de la fachada y la puerta de lo que fue la iglesia. También se puede ver cómo está el interior desde un pequeño parque elevado en una calle adyacente.

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Colegiata de San Bartolomé Apóstol

Se comenzó a construir en 1459 por orden de Don Juan Pacheco, sobre la antigua iglesia de Belmonte. El exterior, de estilo gótico, destaca por la torre y la Puerta de los Perdones, pudiendo apreciarse restos de lápidas en las escaleras de acceso. Hay otra puerta, en la fachada sur, llamada Puerta de San Pedro o San Pablo o del Sol, de estilo plateresco con un óculo de lapis specularis.

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En el interior son notables varios rincones:

  • Capilla de la Anunciación: con una bonita reja del siglo XVI, precioso arco de entrada con columnas helicoidales decoración vegetal, bóveda con nervadura, retablo plateresco, dos capillas funerarias donde descansan los abuelos de Fray Luis de León, y un crismón visigodo. Una verdadera joya.
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  • Capilla de Bautismo, con una pila bautismal del siglo XV en la que fue bautizado Fray Luis de León.
  • Altar Mayor con un retablo del siglo XVII a cuyos lados se encuentran los sepulcros en alabastro de los padres y abuelos del marqués de Villena.
  • Coro historiado más antiguo de España, en madera de nogal con magníficos relieves de escenas sobre el AT y el NT; se hizo en el siglo XV para la Catedral de Cuenca pero en el siglo XVIII se adquirió para la Colegiata.
  • Órgano del siglo XVIII con 960 tubos.
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La Colegiata se puede visitar por libre o con visita guiada, ambas con un pequeño coste. Nosotros escogimos la visita guiada, nuevamente con Rutour Belmonte.

Mirador

En la parte trasera de la Colegiata hay un pequeño jardín en el que se puede ver lo que podría haber sido el antiguo rollo o picota de la villa medieval. Además, hace las veces de mirador, pues tiene unas bonitas vistas del castillo.

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Plaza del PIlar

Esta gran plaza rectangular debe su nombre a los dos pilares que flanqueaban su entrada;  hoy solo quedan vestigios de viviendas porticadas. Hay dos fuentes  en dos de sus laterales, una de ellas con acceso en rampa para servir de abrevadero al ganado.

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Convento de Franciscanos

Situado en la Plaza del Pilar, fue construido por orden Don Juan Pacheco a mediados del siglo XV sobre la anterior ermita de Santa Ana del siglo XIV. En el siglo XX el edificio fue cedido a los Trinitarios, que lo usaron para la enseñanza primaria hasta 1973. La iglesia mantiene sus funciones, pero el resto del edificio es centro de salud.

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Palacios

En Belmonte hay dos bonitos edificios que actualmente se han transformado en fantásticos alojamientos con restaurante que mantienen todo el encanto del pasado: el Palacio Buenavista y el Palacio del Infante Don Juan Manuel.  Hay una explicación más amplia de ambos en el artículo Dónde comer y dormir en Belmonte.

Molinos

En las afueras del pueblo hay varios de los típicos molinos de viento manchegos. Hay uno que conserva su maquinaria original y que en ocasiones se encuentra abierto, pero nosotros no tuvimos suerte.

Belmonte

Disfrutamos mucho nuestra estancia en Belmonte, con su magnífico patrimonio, sus fantásticos alojamientos y su rica gastronomía. Una visita totalmente recomendable.

¡¡Hasta el próximo post!!