En el barrio de Chamberí se esconde este pequeño tesoro, testigo de grandes eventos de pelota vasca a finales del siglo XIX. El frontón Beti Jai, cuyo nombre significa “siempre fiesta” en euskera, es un edificio singular, tanto por su arquitectura como por su estética; también por su tipología, ya que es el único frontón que queda de los cuatro que llegó a haber en Madrid en esa época.

Frontón Beti Jai

Un poco de historia

Los frontones en Madrid se construyeron en respuesta al gran auge del deporte de la pelota vasca a finales del siglo XIX. La cuna de este deporte fue San Sebastián, lugar que eligió para pasar sus vacaciones veraniegas la reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena tras la muerte de su esposo Alfonso XII. Así, se decidió la construcción de varios frontones en la capital para que sus habitantes disfrutasen del juego de moda.

frontón Beti Jai

Primero se construyó el Jai Alai en 1891, después el Fiesta Alegre en 1892 y después el  Euskal Jai en 1893. Por último, el Beti Jai, que se inauguró el 29 de mayo de 1894, a imagen y semejanza del frontón del mismo nombre que había en San Sebastián.

Tiempos gloriosos

El promotor de la obra fue el empresario vasco José Arana quien, viendo además una oportunidad de negocio, encargó al afamado arquitecto Joaquín Rucoba la construcción de un fastuoso frontón a través de su empresa Sociedad Arana, Unibaso y Cía. El presupuesto fue de 2000000 de reales de la época, lo que venía a ser unas 500000 pesetas o unos 3000 euros. El edificio se construyó en estilo neomudéjar, recordando su muro interior de ladrillo a la Plaza de la Ventas. Por el contrario, la fachada principal, que da a la calle Marqués de Riscal, es de estilo neoclásico, siguiendo la pauta estética del ensanche de la Castellana que se llevó a cabo a partir de 1860. Hoy en día aún se puede ver el sello de la sociedad de José Arana.

frontón Beti Jai

La cancha de juego tiene 67 metros de largo, más grande que las canchas de otros frontones. Hay 4 pisos de gradas con capacidad para 4000 espectadores sentados; estas gradas destacan por su arquitectura de hierro en columnas, capiteles y decoración vegetal.

frontón Beti Jai

Se inauguró el Beti Jai con gran esplendor, la “Capilla Sixtina” de la pelota vasca lo llamaban. A los juegos asistían todas las clases sociales: monarquía, nobleza, burguesía, clase obrera. Había que pagar entrada para asistir a los partidos y, además, las casas de apuestas hacían su agosto. Los partidos eran un verdadero acontecimiento social. Además, contaba el frontón con todos los adelantos de la época, teniendo en la pared frente a las gradas el primer contador eléctrico; hoy solo queda el hueco.

Tiempos de declive

Pero no duró mucho este ritmo. Entre la imposibilidad de llenar varios frontones todos los días, rumores de partidos amañados  y un creciente interés por el fútbol, 3 años después el frontón comenzó a ser escenario de otros eventos: en 1897 un concierto del Orfeón pamplonés, en 1901 exhibiciones hípicas, en 1905 fue lugar de pruebas del primer teledirigido…

frontón Beti Jai

Así pues, diversas actividades se alternaron con algunos partidos hasta que en 1919, 25 años después de su inauguración, los herederos de José Arana lo venden a la firma americana de coches Studebaker, después fue un concesionario de Harley Davidson… Durante la Guerra Civil fue cárcel y más tarde una fábrica de yesos. A partir de los años 50, el frontón pasó a albergar oficinas y almacenes, pera lo que se tapiaron las gradas, lo que hizo que se conservasen mejor. En los años 70, la Citroën instaló un taller de chapa y pintura durante 20 años. Después cayó en el abandono y fue lugar okupado.

En 2008 surge la plataforma ciudadana Salvemos el frontón Beti Jai de Madrid y en 2011 se declara Bien de Interés Cultural en calidad de Monumento, para evitar la especulación urbanística. En 2015, fue adquirido por el Ayuntamiento y se iniciaron las obras de rehabilitación: recuperación de materiales originales hasta en un 95% y reconstrucción de otros, como la cubierta de madera.

frontón Beti Jai

A partir de 2019 se comenzaron las visitas para el público.

Cómo visitar el frontón Beti Jai

A pesar de poderse visitar, no se puede acceder libremente. Hay que hacerlo mediante visita guiada gratuita, dentro del programa Pasea Madrid del Ayuntamiento. Es necesario inscribirse previamente en la web, una vez salen las plazas disponibles, que suele ser el mes anterior al inicio de las actividades del programa. Por ello, hay que estar atento a las fechas que se informen en la página web.

https://patrimonioypaisaje.madrid.es/paseamadrid

En el caso del Beti Jai, nosotros hemos asistido en las visitas de marzo-abril.

¡Una estupenda visita cultural para aprender sobre la historia de Madrid!

¡¡Hasta el próximo post!!