En pleno distrito Centro de la capital, más concretamente en el barrio de Palacio, se encuentra el museo de San Isidro o de los Orígenes, verdadero tesoro escondido de la ciudad. Se trata de uno de los 11 museos que forman la red de museos municipales de Madrid, que contienen un importante patrimonio cultural accesible para todos los ciudadanos.

El museo de San Isidro ocupa el lugar donde estuvo el palacio de los Condes de Paredes de Navas, que fue construido inicialmente por la familia de los Lujanes en el siglo XVI. También fue conocido como Casa de San Isidro, por ser donde vivió y murió el santo, según la tradición; los condes de Paredes construyeron la capilla en su honor en el siglo XVII. El edificio fue derribado y reconstruido en 1974 debido a su estado de deterioro, pero conservando elementos originales como el Pozo del Milagro, el patio renacentista y la capilla de San Isidro.

El museo se inauguró el día 15 de mayo, coincidiendo con la festividad de San Isidro, del año 2000.

museo de San Isidro

En el interior se expone una colección permanente, cuyos fondos provienen del hoy ya desaparecido Instituto Arqueológico Municipal y del museo de Historia de Madrid, y que recorre los orígenes y la evolución de la villa de Madrid desde la Prehistoria hasta el establecimiento de la Corte.

Exposición permanente Museo de San Isidro

La exposición está organizada en tres partes bien diferenciadas: Antes de Madrid, Mayrit-Madrid y San Isidro. A lo largo de todo el recorrido se encuentran multitud de paneles explicativos para comprender mejor el contexto histórico de las piezas exhibidas.

Antes de Madrid

Primeros pobladores del valle del Manzanares: hace 400000 a 9000 años.

Los primeros pobladores de Madrid pertenecieron a la especie Homo Heidelbergensis, que llegó a Europa desde África. En los yacimientos encontrados, situados en los vales de los ríos Jarama y Manzanares, se han recuperado restos de algunos de sus utensilios, así como de los animales que habitaron en la zona.

Aquí destacamos tres piezas: un cráneo de uro, encontrado en un arenero en la carretera de Andalucía (Usera), un colmillo de mamut, encontrado en el arenero de Salmedina (Rivas-Vaciamadrid), y el famoso elefante de Orcasitas, un cráneo de elefante macho con enormes colmillos, encontrado en un arenero de Orcasitas (Villaverde).

museo de San Isidro

También se muestran restos de herramientas de piedra, sobre todo sílex y cuarcita, utilizadas por grupos nómadas para cazar. El Homo Heidelbergensis fabricó herramientas sencillas, mientras que el Homo Neanderthalensis ya tuvo utensilios más complejos específicos para despellejar, cortar…

museo de San Isidro

Primeras sociedades productoras: hace 9000 a 2100 años.

Los grupos nómadas se hicieron sedentarios, dedicándose a la ganadería y la agricultura. En Madrid se dio el cultivo de cereales y leguminosas, que se guardaban en vasijas y silos subterráneos. Se descubrió la cerámica, fabricándose recipientes de arcilla cocida, y apareció la metalurgia, utilizándose el cobre y después su aleación con el estaño, el bronce.

Aquí hay diversas piezas como una tinaja encontrada en Tejar del Sastre (Usera), otra de la Cañada de San Marcos (Getafe), y varios objetos de metal del Bronce final y la Edad de Hierro: vasos, cuencos, un brazalete de oro de La Torrecilla (Getafe), varias piedras molederas barquiformes…

museo de San Isidro

Hay un rincón dedicado al poblado carpetano encontrado en el cerro de la Gavia, con una maqueta de la zona y una pantalla interactiva que explica la ubicación, la historia, la distribución del poblado y las partes de una vivienda tipo.

También se pueden ver varias urnas dedicadas a los rituales funerarios, pues desde el siglo VII a. C., aparecieron las primeras necrópolis en las que se han encontrado restos calcinados de los difuntos, así como ajuares y recipientes cerámicos que habrían contenido alimentos a modo de ofrendas.

Romanos y bárbaros: hace 2100 a 1300 años.

Esta época supuso el fin de la Antigüedad y la expansión del Imperio Romano, que conquistó al pueblo celtíbero carpetano que habitaba en Madrid.

Aquí destaca el gran mosaico de Carabanchel o de las Cuatro Estaciones, encontrado en el siglo XIX en la Finca de los Condes de Montijo (Carabanchel). Está datado entre los siglos IV y V d.C. y representa las estaciones del año; en el centro se aprecia un fragmento de una pantera llevada por la mano de un hombre, que podría ser el dios Baco.

museo de San Isidro

Esta decoración era típica en los comedores de las villas romanas, explotaciones agrarias situadas en las proximidades del agua. También se expone una maqueta de una de estas villas.

Se exhiben también otras piezas, encontradas en la villa romana de Villaverde Bajo, que fue la primera villa romana excavada en Madrid. Estas piezas son objetos de uso cotidiano y restos de pinturas murales y mosaicos de las habitaciones. Destaca una pequeña cabeza, de culto doméstico, que representa al dios Silvano, protector del mundo agrícola y silvestre al que pertenecían las villas romanas.

Hay una interesante pantalla interactiva en la que se explican las vías romanas madrileñas dentro de la red de vías de la península, así como la función de miliarios, mansiones y mutationes; también hay un curioso navegador “de la época” que calcula la ruta entre dos puntos de la península.

Con el declive del imperio romano, a principios del siglo VI d.C., la zona de Madrid pasó a formar parte del reino visigodo de Toledo. En Daganzo de Arriba se encontró una necrópolis visigoda con más de 50 enterramientos y un panteón con los cuerpos de tres guerreros y sus armas; destaca una espada con una vaina adornada en plata.

Mayrit-Madrid

Llama la atención una espectacular maqueta que muestra la evolución urbana de Madrid desde el siglo IX al XVII, además de un vídeo en el que se explican las diferentes murallas que tuvo la ciudad.

museo de San Isidro

Madrid andalusí: desde 711 a 1085.

Madrid fue fundada, a mediados del siglo IX, por el emir cordobés Muhamad I para contener los avances cristianos y las contiendas de la ciudad de Toledo. Se llamó Mayrit, que significa «arroyo madre», por el arroyo que entonces fluía por la actual calle Segovia. Más tarde, se convirtió en una ciudad con mezquita, zoco, baños… así como una muralla con tres puertas de acceso. Además, una fortaleza que fue reconstruida varias veces a lo largo de la historia hasta ser el actual Palacio Real.

Aquí se exponen piezas cerámicas de uso cotidiano, como ollas, cuencos, jarras, candiles… la mayor parte recuperada de excavaciones en la Cuesta de la Vega y la plaza de Oriente.

Destaca un hornillo portátil o anafre que tiene una olla encima; esta olla tiene tres marcas verticales hechas con el dedo por el alfarero que la fabricó, simbolizando las tres iniciales del nombre de Alá -Allah- (faltaría una última letra).

La religión es parte fundamental en la vida musulmana y por ello son frecuentes las referencias a Alá y a su poder. Otro ejemplo, un ataifor o fuente con la inscripción “todo el poder”.

Además, hay una maqueta de una vivienda andalusí, una típica casa con patio central.

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Madrid, una villa castellana: desde 1085 a 1561

La época musulmana terminó con la conquista cristiana por el rey castellano Alfonso VI, a finales del siglo XI. En 1085, gracias al pacto firmado entre Alfonso VI y el rey de Toledo, Yahia al-Qadir, Madrid pasó al reino de Castilla y se repobló con habitantes del norte peninsular. La población estaba formada por labradores y pastores que trabajaban en la propiedad de un señor; algunos propietarios de pequeñas parcelas, artesanos y comerciantes. Pequeños reductos de musulmanes y judíos vivían en sus propios barrios: los musulmanes mudéjares extramuros y la judería en los alrededores del Alcázar.

De esta época se exponen diferentes piezas, como elementos de uso cotidiano: taza, escudilla, olla, cantimplora… Nos gustaron un fragmento de placa tallada y una botella de peregrino, ambos del siglo XIV.

Lo más llamativo es la reconstrucción, con una sorprendente proyección, del claustro del primitivo Monasterio de San Jerónimo, fundado por Enrique IV en 1461, con restos que se encontraron durante las obras de ampliación del Museo del Prado.

Madrid, de villa a Corte: siglos XVI-XVII

A principios del siglo XVI, Madrid fue una ciudad próspera cuya población aumentaba rápidamente. Debido a las frecuentes visitas de los reyes de la casa de Trastámara, se terminó construyendo una residencia permanente, el Real Alcázar, en el lugar donde estuvo la fortaleza islámica. En el año 1561 se produjo el establecimiento de la Corte en Madrid.

De esta época se exhiben algunos azulejos, menaje de cocina y un espectacular fragmento de dintel del Alcázar Real, rescatado de la Plaza de Oriente.

Las piezas estrella son los cenotafios de Don Francisco Ramírez, El Artillero, y de Doña Beatriz Galindo, La Latina, segunda esposa de Francisco. Él fue militar y secretario de Fernando el Católico, y ella, maestra y consejera de Isabel la Católica. Estos bonitos monumentos funerarios fueron realizados en alabastro, alrededor del año 1530.

San Isidro

El Pozo del Milagro

Cuenta la leyenda que el hijo de San Isidro se salvó de morir ahogado en este pozo. El pequeño cayó al agua por accidente, el matrimonio comenzó a rezar a la Virgen y el agua fue subiendo de nivel hasta que pudieron recuperarlo.

Sacristía

En esta sala encontramos obras de arte relacionadas con San Isidro y su esposa. Destacan una reproducción fotográfica del arcón gótico del siglo XIII que contuvo los restos del santo, estando el real en la catedral de la Almudena; el cuerpo está en la Real Colegiata de San Isidro.

También hay una reproducción del Códice de Juan Diácono, igualmente del siglo XIII. En sus primeras páginas, el manuscrito recoge los cinco milagros que realizó el santo en vida.

Capilla

La capilla del antiguo palacio, casa de San Isidro, fue construida en el lugar exacto donde se dice que vivió San Isidro con su esposa Santa María de la Cabeza. Fue reformada en varias ocasiones posteriormente, siendo su decoración actual del siglo XVIII; las pinturas murales de las bóvedas fueron realizadas por el pintor madrileño Zacarías González Velázquez. El óvalo central representa la apoteosis de San Isidro.

museo de San Isidro

Otras dependencias del museo

Patio renacentista

Este precioso patio, de planta cuadrada, tiene una fuente en el centro así como dos plantas con cuatro galerías de columnas toscanas adornadas con volutas y el escudo de los Lujanes.

museo de San Isidro

Aquí se ven varias esculturas procedentes de antiguos monumentos de Madrid: un oso y un dragón del antiguo escudo de Madrid, que sirvieron como caños en la fuente de Cibeles;  tritones y nereidas de las cuatro fuentes del Prado; dos reproducciones de las esculturas de San Isidro y Santa María de la Cabeza que están en las hornacinas del puente de Toledo.

museo de San Isidro

Jardín arqueobotánico

Situado en la parte posterior del museo, junto al ábside gótico de la Capilla del Obispo, el jardín reúne algunas especies vegetales del Madrid medieval.

Almacén visitable

Aquí hay una gran cantidad de restos arqueológicos y paleontológicos de yacimientos de Madrid. Hay que avisar en la recepción del museo que se desea conocer el museo para que acompañe alguien.

Datos prácticos

El museo de San Isidro está situado en el número 1 de la Plaza de San Andrés, en el barrio de Palacio del distrito Centro. Es fácil llegar en transporte público.

Su horario es de martes a domingo y festivos de 10 a 20 horas; en verano (del 16 de junio al 15 de septiembre), de 10 a 19 horas.

La entrada es gratuita, por ser un museo municipal. El acceso es libre, no son necesarias reserva previa ni visita guiada.

Nos encantó conocer este museo de Madrid, no muy conocido a pesar de su indudable aportación para conocer los orígenes más remotos de la ciudad actual. Fue un descubrimiento sorprendente, ya que no sabíamos que en Madrid se hubieran encontrado tantos restos arqueológicos. ¡Recomendamos la visita sin duda!

¡¡Hasta el próximo post!!