Durante nuestra ruta de 15 días por Galicia visitamos varias ciudades y localidades, además realizamos varias rutas de naturaleza muy interesantes. Durante nuestro paso por A Guarda, aprovechamos un día para hacer la ruta de los Muíños do Folón e do Picón, en castellano los molinos de Folón y Picón.

Se trata de una ruta de senderismo en la que se puede ver un grupo de hasta 60 molinos en cascada, que datan del siglo XVIII. Están considerados una maravilla de la ingeniería hidráulica y un rico patrimonio etnográfico de la comarca del Bajo Miño, habiendo sido declarados Bien de Interés Cultural desde 1998. Además, es una de las concentraciones de molinos fluviales más importantes de Europa.

¿Nos acompañas en esta ruta?

Ruta de los molinos de Folón y Picón

Iniciamos la ruta desde el área de aparcamiento, donde también hay un merendero y aseos. Desde allí se puede iniciar la ruta ya sea a favor o en contra de las manecillas del reloj, ya que al ser una ruta circular, se volverá al mismo punto de partida.

Nosotros lo realizamos en contra de las manecillas del reloj, no por ninguna razón especial, más bien porque vimos un camino y por allí fue que decidimos comenzar. Lo primero que encontramos fue un espeso bosque de árboles con musgo y muchos helechos.

Primer tramo – O Picón

Llegamos al inicio del primer tramo, que es la subida de los molinos de Picón. Recibe este nombre por las aguas del ramal Picón del río Cal, que está junto a este grupo de molinos.

En este tramo encontramos una hilera de unos 24 molinos ubicados estratégicamente sobre el cauce de la caída del agua; a medida que ascendíamos se escuchaba el sonido del agua correr entre las piedras de los molinos.

En algunos molinos encontramos los restos de cuadras utilizadas para tener animales mientras se hacían las labores del molido de los cereales, principalmente maíz y trigo, para obtener harina.

También encontramos una piedra con algunas inscripciones que parecían petroglifos y, aunque en los paneles informativos no se mencionaba nada al respecto, no sería extraño, ya que en Galicia existen muchas zonas con este tipo de dibujos grabados en piedra, de periodo prehistórico neolítico.

Lo cierto es que todos los molinos nos parecieron preciosos y cada uno tiene su rincón especial con sus helechos y el agua que va decorando sus laterales.

Tras recorrer los molinos de Picón, seguimos la ruta hasta llegar a un desvío en el que, si se continúa subiendo, se llega hasta la ermita de San Martiño. Nosotros no subimos hasta la ermita, sino que seguimos la ruta a la izquierda, hacia el segundo tramo de la ruta de los molinos.

Segundo tramo – O Folón

Antes de empezar el segundo tramo de la ruta nos tomamos, un descanso a orillas del ramal Folón del río Cal, que da nombre a este tramo de la ruta. A pesar de que era verano, el agua estaba bastante fría, pero vale la pena meter los pies y disfrutar de la sensación.

Empezamos la ruta, que en este tramo es de bajada, y el primer molino que encontramos estaba junto a una preciosa floración silvestre de un tipo de flor parecida a campañillas. Si alguien sabe cómo se llaman estas flores, que nos los diga porque nos encantaron.

Y, un poco más abajo, encontramos un mirador con un pasamanos de madera para evitar accidentes; desde allí se puede apreciar la fila de molinos que va descendiendo en cascada por la colina con el agua entre ellos.

El camino de bajada va serpenteando entre los molinos. Al llegar a una explanada de la colina y mirar hacia atrás, se tiene esta vista de los molinos, una imagen que representa la armonía de la naturaleza con la ingeniería hidráulica.

Bajamos la colina y cruzamos un pequeño puente de madera junto al último molino de esta hilera, aunque más adelante encontramos otros en lo que quedaba del recorrido. Cuando se llega al final del recorrido, vimos que en el último molino se encuentra el centro de interpretación, justo enfrente del aparcamiento.

Curiosidades de los molinos

Esta ruta contiene molinos clasificados como de rodezno o rueda motriz horizontal y, dentro de estos, se pueden encontrar molinos de canal y molinos de cubo donde se almacenaba agua que pasaba en cascada de molino a molino.

Algo que se puede observar en muchos de los molinos, específicamente en los dinteles, jambas, umbrales y paredes, son marcas de los canteros y propietarios; entre estas marcas son habituales las cruces y los cálices.

Ubicación de los molinos de Folón y Picón

Los molinos de Folón y Picón se encuentran en el municipio de El Rosal, en la ladera del monte Campo do Couto, a unos 15 minutos de A Guarda donde hicimos noche.

Datos de la ruta

La ruta de los molinos de Folón y Picón es una ruta circular de unos 3,5 kilómetros por la PR-G94, de una dificultad media, con un desnivel de unos 189 metros y de una duración de entre 2 y 3 horas dependiendo de las paradas que se hagan para disfrutar de las vistas y de los molinos. Lo mejor es ir a primera hora de la mañana, que es cuando menos gente hay; ¡nosotros hicimos la ruta prácticamente solos!

Es muy recomendable hacer la ruta de los molinos de Folón y Picón si te encuentras en esta zona de Galicia ya que, además de pasar unas horas disfrutando de la naturaleza, puedes conocer un sistema único de molinos y cómo se aprovechan los recursos naturales como lo es el agua.

¡¡Hasta el próximo post!!