Varios son los pueblos bonitos que podemos encontrar en la provincia de Huesca, algunos de los cuales tienen el encanto añadido de estar situados en el marco incomparable de los Pirineos. Aquí os hablamos de varios pueblos que hay que visitar en una ruta por la provincia oscense.
¡Comenzamos!
Los pueblos más bonitos de Huesca
Barbastro
Desde su fundación en el siglo IX, ha sido la capital de la comarca del Somontano. Guarda un gran patrimonio histórico-artístico, destacando la catedral, el conjunto de San Julián y Santa Lucía y varios palacios renacentistas. Tampoco hay que perderse la plaza del Mercado y las bonitas vistas de las casitas de colores desde el río Vero. Y, cómo no, degustar el famoso tomate rosa en verano.
Barbastro es también la capital del vino de Somontano, contando con el Espacio del Vino de la Denominación de Origen Somontano y siendo punto de partida para conocer las numerosas bodegas de los alrededores.
No muy lejos de Barbastro, aunque en direcciones opuestas, se encuentran Graus, con una preciosa plaza mayor, y Monzón, con un sorprendente castillo que se puede visitar.
Alquézar
Es la villa más monumental y mejor conservada del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, formando parte también del listado de los Pueblos más Bonitos de España. Su origen se remonta a un fortín musulmán en la cima de un cerro rodeado por el río Vero, siendo después conquistada por los condes aragoneses en el siglo XI. Su casco histórico medieval, de estrechas calles con arcadas, bien merece un tranquilo paseo, subiendo hasta llegar a la Colegiata de Santa María.
Saliendo del mismo pueblo, comienza la ruta de las pasarelas del río Vero, un recorrido de montaña de 3 kilómetros de longitud y 180 metros de desnivel que accede al corazón del cañón del río Vero en su parte final.
A poca distancia de Alquézar, se encuentra el Parque Cultural del río Vero, que forma parte del Arte Rupestre de Sobrarbe, un conjunto de cuevas con pinturas rupestres declaradas Patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1998 dentro del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica.
Roda de Isábena
Este pequeño pueblo medieval, cuyo origen fue una fortaleza romana, está incluido en la lista de los más bonitos de España, con toda razón a pesar de su tamaño. Ya al llegar, llama la atención su entrada a través de un arco. Paseando por sus encantadoras callecitas se llega a la catedral románica de San Vicente, del siglo XI, que acogió el primer obispado de la comarca de Ribagorza. Como curiosidad, indicar que esta catedral fue saqueada en 1979 por Erik el Belga, un famoso ladrón de arte en Europa.
Detrás de la catedral están los cimientos de la Torre Gorda, que formaba parte de un antiguo castillo. Rodeando el pueblo, hay un tramo de muralla medieval restaurado.
Aínsa
La capital de la comarca del Sobrarbe tiene una localización privilegiada entre tres lugares de espectacular naturaleza: Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y Parque Natural de Posets-Maladeta. Además, su bien conservado casco antiguo medieval ha hecho que figure entre los Pueblos más Bonitos de España, con sus muchos atractivos: las murallas, la plaza mayor, la iglesia de Santa María, el castillo, la cruz cubierta… Imprescindible en una visita a la provincia de Huesca.
Boltaña
A menos de 10 kilómetros del anterior, encontramos este pueblito situado en un cerro sobre el valle del río Ara, que ya existió en época romana con el nombre de Boletum o Municipium Boletanum. En el casco histórico destacan la plaza mayor, con la colegiata de San Pedro Apóstol, así como diversos escudos heráldicos y chimeneas troncocónicas. En la cima del cerro están las ruinas del castillo, fortificación cristiana del siglo XI, que se comunicaba con atalayas cercanas como las de Abizanda, Samitier, Aínsa o Muro de Roda.
En la parte baja del pueblo, hay una noria rehabilitada y justo enfrente, al otro lado de la carretera, la piscina natural de La Gorga, una gran poza natural del río Ara junto a un puente que lo cruza; es increíble el color del agua aquí:
A un 1,5 kilómetros aproximadamente, está el precioso puente medieval de Moscarales, sobre el arroyo de Ferrera. Para llegar, hay que tomar la carretera N-260 en dirección a Fiscal, desviarse a la izquierda por la A-1604 y parar en una pequeña explanada que hay enseguida. Merece la pena.
Broto y Oto
Broto es un pequeño pueblo de la comarca de Sobrarbe, situado a las puertas del valle del Ordesa y atravesado por el río Ara. Aquí, entre casas de piedra, podemos ver la iglesia de San Pedro Apóstol, del siglo XVI, una edificación fortificada de estilos gótico y renacentista, y con un campanario que tenía función defensiva. También la Casa del Valle, sede de la autoridad que impartía justicia, y la Cárcel, el edificio contiguo, que se puede visitar y en el que se pueden ver diversos grabados hechos por los presos durante el siglo XVIII; estuvo en funcionamiento hasta el siglo XX. Enfrente, los restos de un antiguo puente destruido.
En el mismo pueblo, se puede dar un agradable paseo hasta la cascada de Sorrosal, que cuenta con una vía ferrata para los más atrevidos.
A 10 minutos de tranquila caminata, se llega a Oto. Allí encontramos la iglesia de San Saturnino, de estilo románico con elementos mozárabes, y la casa-fortaleza de don Jorge, del siglo XVI.
Torla-Ordesa
A escasos 5 kilómetros del anterior, está Torla-Ordesa (Torla antes de 2014), la entrada al valle de Ordesa, por lo que es punto de partida ideal para realizar varias rutas de senderismo. Entre ellas está la del Valle de Ordesa y la de las cascadas de Torla.
En este pueblo, al igual que en Broto y Oto, podemos ver la típica arquitectura pirenaica de piedra, tejados de pizarra y chimeneas con espantabrujas. En el casco histórico destacan la iglesia románica de San Salvador del siglo XVI, la plaza mayor y varias casonas medievales.
Aquí se encuentra el Centro de visitantes y punto de información del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un más que recomendable lugar en el que se hace un detallado recorrido por los 100 años de historia del Parque Nacional. Hay una sala con el nombre del que fue su director, Ricardo Pascual García, dedicada al bucardo, un tipo de cabra montés autóctona del Pirineo, actualmente extinguida.
Benasque
Es el centro de los deportes de montaña del Pirineo aragonés como escalada, descenso de barrancos, rafting… Últimamente se ha hecho más famoso por haber sido escenario de una serie de televisión en España. Situado a las puertas del Parque Natural de Posets-Maladeta, es punto de inicio para numerosas rutas senderistas.
En el casco histórico, igualmente con casas de piedra, están la iglesia románica de Santa María la Mayor, el palacio de los condes de Ribagorza y varias viviendas nobiliarias.
Cerca se pueden ver varias aldeas románicas, como Sesué, Vilanova, Sahún y Anciles. También Baños de Benasque, uno de los más famosos centros termales de Aragón. Y la explanada de Llanos del Hospital, cuyo antiguo albergue ha sido reconvertido en hotel de montaña y estación de esquí de fondo.
Ansó
Situado en el valle del río Veral, último valle occidental del Pirineo aragonés, Ansó conserva casonas, tejados de arcilla cocida y chimeneas troncocónicas con espantabrujas que bien le han valido su inclusión entre los Pueblos más Bonitos de España.
Entre sus calles encontramos la iglesia renacentista de San Pedro, que data del siglo XVI y tiene un bonito interior, una torreta medieval y el ayuntamiento. También se puede visitar el museo del Traje Ansotano, ya que se trata de uno de los trajes tradicionales más ricos y variados de España.
Como muchos de los pueblos anteriores, es punto de partida de varias rutas senderistas. Además, no muy lejos está el Hayedo de Zuriza, considerado el único bosque puro de hayas de Aragón, en la cabecera del río Veral.
Hecho y Siresa
En pleno valle de Hecho están estos dos pueblitos, de arquitectura característica con casonas y, de nuevo, chimeneas troncocónicas. En Hecho está la iglesia románica de San Martín y un original Museo de Arte Contemporáneo al aire libre. En Siresa encontramos el poco conocido monasterio románico de San Pedro de Siresa, unos de los primeros de Aragón, ya que data del siglo IX aunque ha tenido posteriores reconstrucciones; según la leyenda, en él estuvo el Santo Grial…
Muy cerca está la Selva de Oza, en el Parque Natural de los Valles Occidentales de la Jacetania, en el que se pueden practicar multitud de actividades deportivas en cualquier época del año.
Jaca
Más que un pueblo, Jaca es una ciudad. Capital de la comarca de la Jacetania, su origen se remonta a un pueblo íbero llamado Iaccetano. Hoy en día conserva un importante patrimonio, en el que destacan la catedral románica del siglo XI, la iglesia de Santiago, el monasterio de Santa Cruz, la iglesia del Carmen, la torre del Reloj o la ermita de Sarsa. Cómo no, la Ciudadela, una espectacular fortificación de planta pentagonal del siglo XVI.
Mención especial merece el Museo Diocesano, al que se accede desde el interior de la catedral. Tiene una excelente colección de pinturas murales medievales, rescatadas de varias iglesias de la comarca que estaban abandonados; además hay esculturas y diversos objetos litúrgicos.
En las afueras están el fuerte de Rapitán, del siglo XIX, y el puente medieval de San Miguel sobre el río Aragón.
A unos 25 kilómetros está el espectacular conjunto de San Juan de la Peña, formado por el monasterio viejo, de los siglos XI-XII, el monasterio nuevo, de los siglos XVI-XIX, y los centros de interpretación del monasterio y del Reino de Aragón.
Estos son los pueblos más bonitos de Huesca que recomendamos visitar cuando vayáis a esta provincia, aunque sabemos que hay otros también muy bonitos, como Benabarre, Montañana, Lanuza, Tella… ¿Cuáles más añadiríais?
¡¡Hasta el próximo post!!