Francia es un destino que nunca defrauda, no por nada es uno de los países que más turismo recibe todos los años. Todas sus regiones ofrecen muchos atractivos turísticos y el sur es una región ideal para una escapada de una semana.
Aprovechamos otoño para realizar una ruta en coche por pueblos de las regiones de Provenza-Alpes-Costa Azul y Occitania. ¿Quieres saber qué ver en el sur de Francia en una semana? Toma nota de lo que visitamos.
Qué ver en el sur de Francia en una semana
Día 1: Marsella
Dedicamos un día para conocer esta ciudad portuaria que es la más antigua de Francia, la más poblada después de París y, en la antigüedad, uno de los puertos más importantes por ser contacto con Asia y África.
Aquí conocimos su impresionante catedral y sus fortalezas, anduvimos por su casco viejo y vimos sus principales monumentos.
Tenemos un artículo para esta ciudad, así que si quieres ampliar información te recomendamos leer:
Día 2: Lourmarin, Bonnieux, Saignon y Apt
Iniciamos la ruta en coche por la Provenza saliendo desde Marsella. El día lo dedicamos a visitar cuatro pueblos, primero paramos en Lourmarin, que se encuentra en el listado de los pueblos más bonitos de Francia.
Con sus calles de estilo medieval y renacentista, es un lugar de mucha tranquilidad que invita a descubrir rincones preciosos como sus casas con plantas trepadoras o las cuatro fuentes que tiene el pueblo.
En las afueras también visitamos su castillo de estilo renacentista, al que puedes llegar caminando o en coche.
Seguimos la ruta atravesando las montañas del parque Louberon hasta llegar a Bonnieux, pueblo que fue creciendo escalonado sobre una ladera de un monte, por lo que tiene muchas cuestas.
Aquí visitamos su iglesia vieja, que se encuentra en lo más alto del monte y a la que se puede llegar a través de una escalera de 86 escalones o, como hicimos nosotros, en coche hasta un estacionamiento desde donde puedes llegar caminando por un sendero. En la parte más baja está la iglesia nueva del siglo XIX.
El pueblo tiene aires medievales con sus calles empedradas, arcos y murallas, que lo hace más encantador. Es muy pequeño, pero vale la pena pasar a conocerlo.
Dejamos las montañas de la Provenza atravesando viñedos hasta llegar a Saignon, un pequeño pueblo que se levanta sobre una gran roca sobre El Valle de Luberon.
No goza de tanta fama turística como los dos anteriores, pero a nosotros nos sorprendió su belleza en sus estrechas calles y casas.
Finalizamos el día en Apt, una ciudad con un nombre curioso en la que hicimos noche y vimos algunos atractivos turísticos en su centro.
Día 3: Roussillon, Gordes, Modène, Vaison-la-Romaine y Orange
Iniciamos nuestro tercer día de ruta visitando Pont julien, un puente romano que se encuentra a unos 5 kilómetros de Bonnieux y que es parte de los monumentos históricos de Francia.
Después, continuamos hasta Roussillon, otro de los pueblos más bonitos de Francia, que sin duda lo es. Se caracteriza por el color ocre de sus casas, construidas con la arcilla que ha salido de sus canteras. En ellas se encuentra el sendero ocre, un recorrido por formaciones que se han ido tallando con el paso del tiempo.
Seguimos hasta Gordes, otro de los pueblos que se encuentran dentro de los más bonitos de Francia. Está ubicado en un acantilado donde las casas se han ido construyendo escalonándose hasta la cumbre donde se encuentran la iglesia y el castillo.
Subiendo en coche, hay un mirador desde donde se tiene la mejor vista del pueblo.
Muy cerca de Gordes están la abadía de Sénaque y Village des Bories, antiguas casas campesinas; en esta villa se cobra por la visita, más adelante descubrimos otras que se pueden ver de forma gratuita.
Seguimos el recorrido y nos encontramos con Modène, un pueblo que no estaba en la lista para visitar, pero al pasar nos encantó su entrada con un arco de piedra bajo un reloj y una torre con su campana, que es la iglesia parroquial. Frente a esta puerta encontramos una fuente con un antiguo lavadero.
Dejamos este pequeño pueblo para empezar a visitar pueblos con legado romano, primero visitamos Vaison-la-Romaine, donde encontramos ruinas de dos antiguas villas romanas, pero además cruzando el río también encontramos una ciudad medieval.
La última parada del día fue en Orange, otro importante enclave romano de la antigua Galia que vale la pena visitar solo por su espectacular teatro y arco romanos. Ampliamos más de la visita en Qué ver en Orange en un día.
Día 4: La Roque-Sur-Cèze y Nîmes
El cuarto día lo iniciamos visitando un pueblo ubicado entre viñedos y que se alza encima de una roca, La Roque-Sur-Cèze, que es un pueblo medieval que se encuentra también entre los más bonitos de Francia y con todo mérito.
A pesar de que estaba lloviendo ese día, caminar por sus calles de piedra es uno de los imprescindibles, así como las cascadas de Sautadet.
Continuamos la ruta para entrar en Occitania y llegar a Nîmes, otra de las ciudades con gran legado romano donde visitamos, gracias a su oficina de turismo, la Maison Carrée, la Tour Magne, los Jardins de la Fontaine y su espectacular anfiteatro romano. Aquí hicimos noche, por lo que pasamos todo el día recorriendo estos rincones. Lo contamos todo en Qué ver en Nîmes en un día.
Día 5: Aigues-Mortes, Le Grau du Roi, Arles
Seguimos en Occitania y de Nîmes bajamos hasta el pueblo de Aigues-Mortes, que se encuentra en una zona de marismas. Esta comuna francesa es una ciudad amurallada del siglo XIII que se mantiene casi intacta.
Desde aquí tomamos rumbo a Le Grau du Roi, un pequeño pueblo pesquero de gran interés turístico por su gran puerto recreativo, el único de esta región.
Entre estos dos pueblos se encuentra las Salins du Midi, una impresionante salina que se puede ver desde la carretera y en la que se pueden realizar visitas guiadas.
De la costa volvimos a la zona de la Provenza hasta Arles, que conserva un gran legado romano y medieval. Aquí disfrutamos de varios monumentos que detallamos en Qué ver en Arles en un día.
Día 6: Acueducto Barbegal, Tarascon, Beaucaire, Abbaye Saint-Roman, Avignon
A unos 12 kilómetros de Arles visitamos el acueducto de Barbegal o lo que queda de este monumento arquitectónico romano que en su momento fue considerado “la mayor concentración conocida de energía mecánica en el mundo antiguo”, ya que este acueducto alimentaba de agua a un inmenso molino romano. Es impresionante estas ruinas y la perfecta vía por donde pasaba el agua.
Luego nos dirigimos a Tarascon, donde visitamos de pasada y por fuera su impresionante castillo que se encuentra junto al río Ródano y que fue construido para defender la Provenza de ataques fluviales.
Cruzando el puente sobre el río, llegamos a Beaucaire. El río hace frontera, ya que esta localidad pertenece a Occitania. Aquí visitamos también su castillo que es llamado Bellicadro y es un castillo-fortaleza de la época de las primeras cruzadas.
Dejamos esta zona para ir a conocer la abadía troglodita de Saint Roman, un lugar impresionante por su ubicación y por cómo se construyó la abadía dentro de la roca.
La última parada del día donde haríamos noche fue la ciudad Patrimonio de la Humanidad de Avignon, la llamada ciudad de los Papas que también se encuentra junto al río Ródano y que tiene muchos monumentos impresionantes dentro de sus murallas. Te contamos todo de esta ciudad en este post:
Día 7: Saint-Rémy-de-Provence, Les Baux-de-Provence, Lançon-de-Provence
El último día de ruta por el sur de Francia lo dedicamos a realizar tres visitas, primero fuimos a Saint-Rémy-de-Provence, uno de los pueblos más pintorescos y conocidos de la Provenza. Además de ser precioso, tiene mucho para ver, como que allí se encuentra la casa donde nació Nostradamus y el monasterio de Saint-Paul-de-Mausole donde estuvo internado Vincent Van Gogh.
Luego intentamos visitar Les Baux-de-Provence, que se encuentra en el listado de los pueblos más bonitos de Francia, pero a la hora que fuimos no había estacionamiento, ya que este es un pequeño pueblo medieval que se encuentra en una colina de los montes Les Alpilles. De pasada sólo pudimos ver de lejos su castillo.
Como nos quedaba algo de tiempo, visitamos Lançon-de-Provence, que tiene un castillo y calles bonitas, pero lo mejor es que desde aquí nos fuimos a conocer el circuito de los Bories, una antiguas casas de piedra que utilizaban los agricultores para refugiarse en el siglo XIX (visita gratuita); también conocimos el mur des abeilles, un muro de piedra que se utilizaba para la apicultura y que hoy en día es monumento histórico de Francia.
Y con esta última visita terminó nuestra ruta por el sur de Francia. Se nos quedaron muchos pueblos y rincones que descubrir, por lo que nos gustaría mucho poder volver.
Muchos de los pueblos que visitamos los hemos recopilado en nuestro listado de 16 pueblos bonitos del sur de Francia.
Cuéntanos, ¿qué más agregarías a esta ruta por el sur de Francia?
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¡¡Hasta el próximo post!!
