El sur de Francia tiene preciosos pueblos para descubrir. Muchos de ellos están en la Provenza, llamada en realidad Provenza-Alpes-Costa Azul o Provence-Alpes-Côte d’Azur en francés, que es una región muy famosa por la floración de sus campos de lavanda en verano. Doce de los pueblos que visitamos en este listado están en esta región, y cuatro en la vecina Occitania. Todos ellos son perfectos para pasear por sus callejuelas y castillos, por ejemplo en otoño, época en la que nosotros hicimos nuestra Ruta de 7 días por el sur de Francia en coche.

¿Conoces alguno de los que visitamos?

16 pueblos bonitos del Sur de Francia

Lourmarin

Situado en el Parc Naturel Régional du Luberon, a poco más de una hora de Marsella, este es uno de los pueblos más bonitos de Francia, con sus estrechas callejuelas medievales y sus bonitas fuentes. Tiene un castillo que fue construido en el siglo XV sobre los restos de una fortaleza del siglo XII; desde él se tienen unas bonitas vistas del pueblo. En el cementerio local están las tumbas de los escritores Albert Camus y Henri Bosco.

Bonnieux

También en el Luberon y a menos de media hora del anterior, lo más característico de este pueblo es que tiene dos partes: la alta, con la iglesia vieja del siglo XII a más de 400 metros de altitud (y a la que se puede llegar subiendo 86 escalones… ¡o en coche!), y la baja, con la iglesia nueva del siglo XIX. Se pueden ver restos de torres y muralla del siglo XIII. Entre ambas está la Place du 4 Septembre, con una fuente y un lavadero.

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Como curiosidad, en el pueblo está el museo Musée de la Boulangerie.

A unos 6 kilómetros hacia el norte, está el Pont Julien, una obra de la época romana sobre el río Calavon, en lo que antiguamente fue la Via Domitia que comunicaba Roma con Hispania.

Saignon

Situado en la cumbre de una elevación, este pueblito nos pareció absolutamente encantador. Lo que primero vimos fue la iglesia románica de Notre-Dame-de-Pitié, del siglo XII, con un pequeño cementerio adosado; caminando por sus calles llegamos a una placita donde están el Ayuntamiento, un lavadero, una fuente y dos preciosas fachadas cubiertas de hiedra con unos bonitos colores otoñales. Seguimos avanzando y, tras pasar la torre del reloj, encontramos una subida que conduce a las ruinas de uno de los tres castillos que llegó a tener la población en la Edad Media, ya que fue un punto defensivo para Apt, que está a menos de 5 kilómetros.

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Apt

Capital del Luberon, es una población ya más grande que las anteriores, fundada por los romanos en el año 50 a. C. como Apta Julia. En la Edad Media se construyó la catedral de Sainte-Anne, una de las más antiguas de la Provenza; tiene un campanario románico y unas criptas que no pudimos ver porque ahora solo es posible con visita guiada debido a actos de vandalismo. Está en el centro, al que llegamos por la rue Saint-Pierre, llena de tiendas; esta calle tiene un bonito arco de entrada llamado Porte de Saignon, y la torre del reloj, del siglo XVI, una de las imágenes más típicas de Apt.

También podemos ver la Tour de l’Hôpital, resto de lo que fue la antigua muralla de la villa medieval, y dos museos. Por último, la Maison Du Parc Naturel Régional du Luberon, donde se da información de toda la zona.

Roussillon

Este pueblo bien merece un tranquilo paseo por sus callejuelas de color rojizo debido a que sus casitas están construidas con ocre, una especie de arcilla que abunda aquí. No en vano, una de las visitas obligadas es el Sentier des Ocres, un asombroso paisaje de chimeneas de hadas formado tanto por la erosión como por la acción humana, que nos recordó a las Médulas de León. Se puede caminar por el colorido paisaje siguiendo los paneles explicativos sobre la formación y explotación de estas famosas canteras.

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Al lado está el cementerio, que tiene bonitos panteones, también rojizos. En el pueblo podemos ver la plaza del Ayuntamiento, una torre campanario con un reloj y la iglesia de Saint-Michel con un bonito interior.

Gordes

Este es otro de los pueblos más bonitos de Francia. Antes de llegar, podemos detenernos en un mirador desde el que se una característica vista del pueblo sobre la ladera de un pequeño monte; suele haber muchas personas con lienzos pintando este paisaje.

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El sur de #Francia tiene muchos pueblos encantadores como #Gordes otro de los pueblos que se encuentran dentro de los más bonitos de Francia. Está ubicado en un acantilado donde las casas se han ido construyendo escalonándose hasta la cumbre donde se encuentran la iglesia y el castillo. #hello_worldpics #globaltravelers #discovereearth #theglobewanderer #101motivosparaviajar #roamtheplanet #travelawesome #traveladdict #travelstoke #beautifulplace #amazingview #wonderfulplace #beautifuldestinations #amazingplaces #best_worldplaces #wanderlust #worldtravel #travelcouples #instatraveling #igtravel #lifeofadventure #travelgram #aroundtheworld #travelaroundtheworld #lovetraveling #mochilerosig #Skyscannerespañol

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En el pueblo destaca su castillo, que es una típica fortaleza medieval construida en el siglo XI aunque también tiene estilo renacentista por una reforma efectuada en el siglo XVI. Actualmente alberga un museo y es sede del ayuntamiento.

A unos 4 kilómetros hacia el oeste, está la aldea Village des Bories, un conjunto de viviendas de piedra ligadas a actividades agrícolas temporales y que datan de los siglos XVII y XVIII; nosotros no la visitamos, pero descubrimos algunas casas parecidas cerca de otro pueblo y que se pueden visitar gratis (¡seguid leyendo hasta el final!). Hacia el norte, está la Abbaye Notre-Dame de Sénanque, una de las imágenes más típicas de la Provenza durante la floración de la lavanda.

Modène

Pequeño pueblito que vimos de pasada y que nos llamó la atención por su preciosa entrada con un arco y, sobre él, una torre campanario; en realidad, se trata de la iglesia parroquial, del siglo XVII, que tiene la única entrada al pueblo, y el campanario, de hierro forjado, se añadió a finales del siglo XIX.

Al otro lado de la carretera, hay un antiguo lavadero y una fuente del siglo XVIII con un obelisco y cuatro rostros que son alegorías a las cuatro estaciones; esta fuente estaba inicialmente delante del castillo que está en el interior del pueblo.

Vaison La Romaine

Muchos son los atractivos que tiene esta población, dividida en dos por el río Ouvèze. En la orilla derecha encontramos las maravillosas ruinas galorromanas de Puymin y La Villasse con columnas, estatuas, restos de calles y casas patricias, un teatro… Imprescindible para aquellos fans de todo lo romano, como nosotros.

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También está la Cathédrale Notre-Dame-de-Nazareth de Vaison, del siglo XI y con un bonito claustro. En la orilla izquierda están la ciudad medieval o ciudad alta, con empinadas callejuelas en las que perderse y encantadoras fuentecitas, la Cathédrale Sainte-Marie de l’Assomption del siglo XV y el Château Comtal en la cima.

Ambas orillas están unidas por un puente romano del siglo I. ¡Recomendamos dedicar suficiente tiempo para recorrer la ciudad medieval!

La Roque-sur-Cèze

Otro más de los pueblos más bonitos de Francia, esta vez en Occitania. Hay un aparcamiento de pago, pero nosotros pudimos dejar el coche en un llano en la orilla del río Cèze. Desde allí caminamos hacia el pueblo para ver sus casitas de piedra, un palacio y una capilla del siglo XII… Hay unos paneles explicativos para ir descubriendo todos sus rincones.

Cerca del aparcamiento está el puente romano de Charles Martel, construido entre los siglos XII y XIV y que tiene 12 arcos. Más allá, andando unos minutos por el chemin des cascades, llegamos al otro punto imprescindible del pueblo, las Cascades du Sautadet. No pudimos avanzar hasta las cavidades conocidas como ollas de gigantes por estar la roca resbaladiza a causa de la lluvia ☹

Aigues-Mortes

Seguimos en Occitania para conocer esta localidad amurallada levantada en el siglo XIII. Fue construida por orden del Luis IX, San Luis, para disponer de un puerto mediterráneo aunque, en realidad, el lugar se levantó en una zona pantanosa y maloliente, de ahí su nombre. Actualmente es una localidad muy turística, sobre todo en verano, con sus murallas perfectamente conservadas en las que hay 10 puertas de entrada, 5 de ellas con torres a sus lados; estas se pueden visitar desde la Tour de Constance, que está separada de la muralla pero conectada por un puente de 3 arcos. Es una delicia pasear por los alrededores de la muralla y sus calles medievales hasta llegar a la céntrica Place Saint-Louis y ver la Église Notre-Dame des Sablons.

Hay varios lugares para aparcar fuera del perímetro de la muralla.

Le Grau-du-Roi

Muy cerca del anterior, cruzando las Salins du Midi, está este pueblo con puerto pesquero y deportivo, que sí da al Mediterráneo. Más turístico incluso que Aigues-Mortes, es el típico lugar de veraneo con montones de tiendas y restaurantes, hasta una plaza de toros, un acuario y un casino. A nosotros nos gustó especialmente el antiguo faro.

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Como curiosidad, el puente del puerto es giratorio para permitir el paso de las embarcaciones.

Tarascon

Esta localidad a orillas de río Ródano, en la Provenza, destaca por su magnífico castillo, construido en la primera mitad del siglo XV por orden de los Luis II de Anjou. Debido a su situación estratégico, tuvo función militar además de residencial, llegando a albergar una prisión. Se puede visitar su interior ricamente decorado, con una colección de tapices del siglo XVII, grafitis de los prisioneros y cerámicas del antiguo boticario del hospital Saint-Nicolas de Tarascon.

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Prácticamente enfrente, está la Collégiale Royale Sainte Marthe, construida durante los siglos XII y XIII en honor a Marta de Betania, que derrotó al dragón Tarasque que amenazaba a la ciudad. Justo al lado del castillo hay una estatua que representa este monstruo.

Beaucaire

En la orilla contraria del Ródano, de nuevo en Occitania, está esta localidad, que fue el antiguo poblado romano de Ugernum. Actualmente tiene las ruinas de un impresionante castillo, llamado Bellicadro, que se construyó en el siglo XI y que estaba protegido por una muralla que aún se puede recorrer. Se puede entrar libremente para descubrir una capilla románica y una torre poligonal en una roca. En los jardines está el museo municipal Auguste-Jacquet.

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También es muy recomendable pasear por el centro para encontrar al dragón Drac que, según la leyenda, se escondía sumergido en las aguas del Ródano para atacar a sus víctimas. También encontraremos la Église Notre-Dame des Pommiers con su bonita fachada.

En Beaucaire comienza el Canal du Rhône à Sète, que ofrece una bucólica imagen con muchos barquitos amarrados en el puerto.

Por último, ya que por aquí pasaba la Via Domitia, en las afueras de la ciudad, al oeste, se pueden ver cuatro miliarios romanos. Nosotros nos enteramos tarde de su existencia… ☹

A unos 7 kilómetros hacia el norte, está la espectacular Abbaye de Saint-Roman, una abadía muy cingular por ser troglodita, es decir, excavada en la roca. Verdaderamente asombrosa es su necrópolis.

Saint-Remy-de-Provence

Este es uno de los pueblos más conocidos de la Provenza, y se encuentra a los pies de los montes Alpilles. Muchos son los atractivos que podemos encontrar aquí, así que recomendamos dedicar suficiente tiempo. Se puede dejar el coche en alguno de los varios aparcamientos del pueblo (nosotros lo dejamos en uno muy grande y gratuito en la rue Marius Jouveau) e ir paseando por las preciosas callecitas del centro para encontrar las puertas de Saint-Paul y de Trou de l’orme, la casa natal de Nostradamus, una fuente del siglo XIX dedicada a este personaje, la Collégiale Saint-Martin y la plaza del Ayuntamiento, con una fuente de delfines.

En esta plaza comienza el circuito de Van Gogh, unos 2 kilómetros de agradable paseo que llega hasta las proximidades del hospital mental Saint Paul de Mausole. Consta de 21 placas conmemorativas con obras del artista, de entre las más de cien que pintó durante su estancia en el hospital, de mayo de 1889 hasta mayo de 1890.

Muy cerca está Les Antiques, dos monumentos que indican la entrada a la ciudad galorromana de Glanum. Se trata de un mausoleo de 17 metros de altura con bonitos bajorrelieves y de un arco municipal que fue la puerta de entrada a la ciudad por la Via Domitia.

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Si quedase más tiempo, también hay museos: Musée Estrine, con el Centro de Interpretación Vincent van Gogh, Musée des Alpilles y Musée des Arômes.

Les-Baux-de -Provence

Precioso pueblo medieval amurallado, otro de los más bonitos de Francia. Está muy orientado al turismo y suele estar muy concurrido, por lo que es muy difícil estacionar a pesar de que hay varios aparcamientos, que son pequeños y de pago; hay uno gratuito en las afueras, enfrente del museo Carrières des Lumières, pero luego toca subir a pie la carretera en cuesta ☹ Callejeando se llega hasta los restos de la ciudadela, en la que está el castillo, desde donde hay unas bonitas vistas del pueblo y de les Alpilles.

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En la parte baja, en la place Saint-Vicent están la Chapelle des Pénitents Blancs y la Église Saint Vincent.

En cuanto a museos, además del ya mencionado Carrières des Lumières, que es una antigua cantera en cuyas paredes se proyectan obras de reconocidos pintores, están Musée des Santons, con colecciones de santones o figuras de barro cocido típicas de la Provenza.

Lançon-Provence

Llegamos a este pueblito por casualidad y se convirtió en un gran descubrimiento. El pueblo tiene algunas cosas para ver: calles en pendiente con pasajes abovedados, las puertas Bouissière y de la Glacerie, un castillo elíptico con torres cuadradas cuyo interior no se puede visitar por ser propiedad privada, la Église de Saint-Cyr y Sainte-Julitte y la Chapelle Saint Cyr.

Pero lo que más nos fascinó fue la solitaria ruta de bories que encontramos en los alrededores. Yendo desde Lançon-Provence hacia Cornillon-Confoux, antes de llegar tomamos un desvío a la derecha por la Route de la Garrenne, dejamos el coche en un camino de tierra y seguimos las indicaciones hacia Chemin des Bories. A los pocos minutos pudimos ver maravillas como esta:

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También encontramos algo que no habíamos visto nunca antes: una pared de roca con cavidades, que resultó ser un sistema de protección de colmenas contra el mal tiempo y los animales salvajes; fue construido en el siglo XVIII aunque la misma técnica ya fue utilizada en época romana. Es el segundo “muro de abejas” más importante de Francia, con 60 metros de longitud y 53 nichos. ¡Impresionante!

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Y hasta aquí nuestro recorrido por algunos de los pueblecitos más encantadores de la Provenza. Nos faltaron otros como Lacoste, Seguret, Ansouis, Carpentras… Y tú, ¿Te gustaron estos pueblos bonitos del sur de Francia? ¿cuáles más añadirías?

¡¡Hasta el próximo post!!