Un sitio que no podíamos dejar de visitar estando en Miami es el Kennedy Space Center; nos hacía una especial ilusión ver el escenario de tantos lanzamientos espaciales. Como estaba a 3 horas y media al norte desde nuestra ubicación en Miami, decidimos viajar el día anterior a la visita y alojarnos en la ciudad más cercana, Titusville, a unos 20 minutos (que es lo que hace mucha gente). Pero primero te contamos nuestra visita al Kennedy Space Center.

Visita al Kennedy space center

El lugar es un gran parque temático, un fantástico homenaje a los astronautas y a todos los avances que los estadounidenses han conseguido en su camino hacia el espacio.
visita al Kennedy space center
Llegamos a primera hora (sobre las 9:00) y comenzamos dejando el coche en el parking, que cuesta 10 dólares, y haciendo como los que aparcaban a nuestro alrededor: dejando el ticket de pago bien visible en el salpicadero del coche.
Después seguimos a la gente y llegamos hasta las taquillas, donde se abona el importe de 50 dólares. Puede parecer algo caro, pero la intención era pasar todo el día viendo cosas; al fin y al cabo en España no tenemos nada parecido… ¡Un día es un día!
Ya desde el principio se adivina el esplendor con el que hacen todo los americanos.
Visita al Kennedy space center
Primero llegamos a un pequeño edificio en el que se puede alquilar una audioguía por 16 dólares, coger mapas del parque, folletos con todas las actividades incluidas y sus horarios, explicaciones de guías, e incluso configurarse uno su propia visita con horarios según sus intereses en una máquina de la que después sale un ticket con el plan configurado.
¡Y comienza por fin la visita! Nos recibe un impresionante jardín de cohetes (Rocket Garden), con reproducciones de naves utilizadas en diversas misiones; incluso se puede entrar en algunos para sentirse astronauta por un momento.
Visita al Kennedy space center
Al lado está el salón de la fama de los astronautas (Heroes and Legends, United States Astronaut Hall of Fame), donde, tras ver un documental en 3D, se puede conocer quiénes fueron todos los astronautas que fueron al espacio en los viajes tripulados, las misiones en las que participaron, ver sus trajes y hasta una réplica del centro de control de la misión Mercurio. También hay maquinitas simuladoras de aterrizajes y conducción de vehículos por Marte.
En la entrada está incluido un recorrido en un bus que lleva hasta el edificio de ensamblaje de vehículos (VAB en inglés, de Vehicle Asembly Building; no se puede visitar), las plataformas de lanzamiento, los impresionantes bloques de hormigón que contienen las emisiones de los cohetes al despegar y Banana Creek, el lugar desde donde el público puede presenciar algunos lanzamientos.
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El bus deja en un inmenso edificio, el centro de Apolo/Saturno V (Apollo/Saturn V Center), donde se pueden admirar los espectaculares aparatos que hicieron posible la llegada del hombre a la luna. Es increíble poder ver todo con tanto detalle, incluso para los que no entendemos mucho del tema.
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También se puede ver una proyección acerca de las misiones Apolo después de que la antigua URSS lanzara al primer hombre al espacio en el Sputnik, una recreación de cómo se vive el lanzamiento de un cohete desde un centro de control (firing room) con ventanas que vibran y todo y unas imágenes de la llegada del primer hombre a la luna con aterrizaje de una cápsula en el teatro lunar. ¡Asombroso!
Se puede permanecer en el en el edificio todo el tiempo que uno quiera, que será bastante con todo lo que hay por ver. Para volver al complejo central, solo hay que esperar el siguiente bus que llegue y deje otra tanda de visitantes. Si os pilla aquí la hora de la comida, tranquilos, también hay una cafetería donde comer algo.
Ya de vuelta tras dejar el bus, decidimos ir a un enorme edificio con forma de cohete, el transbordador espacial Atlantis (Space Shuttle Atlantis), en el que se puede ver una proyección con la historia de la construcción del primer cohete reutilizable, el shuttle.
 
Pero la principal atracción es que se puede vivir en primera persona el momento del lanzamiento de un cohete espacial. De esta experiencia no tenemos fotos, ya que había que dejar todos los objetos personales en unas taquillas antes de acceder al simulador. ¡Nos pareció bastante realista!
 
En el mismo edificio, también hay máquinas simuladoras de aterrizajes que se podían pilotar y una gran exposición con transbordadores para poder ver todo lo que hay en el interior de estos gigantes, e incluso sentarse dentro.
Visita al Kennedy space center
 
Lo último que hicimos fue ir a una de las proyecciones en 3D del Cine IMAX en la que, a lo largo de unos 40 minutos de duración, se veían imágenes de nuestro planeta visto desde el espacio exterior.
Y ver un parque memorial a los astronautas (Astronaut Memorial).
Para despedirnos del parque, fuimos a una de las tiendas de souvenirs, con infinidad de artilugios para recordar nuestra visita.
Seguro que nos dejamos cosas sin ver, pero terminamos nuestra visita con la sensación de haber aprovechado el tiempo y con estas preciosas vistas nocturnas.
Visita al Kennedy space center
Por último, mencionar que el Kennedy Space Center está ubicado en un entorno rodeado de naturaleza, pudiéndose ver mucha flora y fauna, como por ejemplo cocodrilos, manatíes, ardillas, águilas y garzas.
Como consideraciones generales a tener en cuenta:
  • El horario es de 9:00 a 18:00. Importante llegar cuanto antes porque es un lugar que se llena bastante.
  • No se puede entrar con comida del exterior, aunque hay buen surtido de restaurantes y furgonetas de comida rápida.
  • Hay que guardar la entrada porque la pueden pedir después, como en el bus que lleva al centro de Apolo/Saturno V.
  • Todas las proyecciones y explicaciones de los guías son en inglés.
  • La simulación de despegue no es recomendable para personas con algún problema de salud, como por ejemplo dolor de cervicales, porque tiene bastante movimiento prolongado.

Y después de esta fantástica jornada, regresamos a nuestro alojamiento de Titusville, un motel al más puro estilo norteamericano del que sale en las películas. ¡Hasta con máquina de hielo!

También tenemos que mencionar la cafetería que estaba al lado del motel en la que desayunamos al día siguiente.
También más americana imposible, la tazas de café era patrocinadas por negocios locales y la comida eran panecillos con huevo o chorizo. 
La cafetería es como de esas películas que siempre esta lleno de camioneros y que pasan con la jarra de café ofreciéndote más, pues como esas.
Titusville nos sorprendió gratamente, pues tenía varios atractivos que no esperábamos.
Visitamos un tranquilo parque en homenaje a veteranos de guerra, Veterans Memorial Park. Tiene hasta un pequeño embarcadero desde el que se ve un moderno puente y, si miramos justo al frente, el edificio VAB de la NASA.
Al lado hay un canal en el que se avisa del peligro de cocodrilos con un letrero en el que sale una figura igual a la de Lacoste.
Al otro lado del canal hay otro parque, Space View Park, en homenaje a los astronautas y el espacio en general.
Ambos parques y sus inmediaciones resultan perfectos para contemplar los lanzamientos espaciales desde la distancia.
Y hasta aquí nuestra visita al Kennedy Space Center y Titusville que, sin duda, recomendamos. Desde aquí continuamos viajando hacia el norte, concretamente a la base naval de Mayport en Jacksonville, pero eso lo contaremos en otra ocasión.
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¡¡Hasta el próximo post!!
Rebeca Gavilán Yela
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