Escalona, villa medieval, es un pueblito de la provincia de Toledo, a poco más de 50 kilómetros al noroeste de Toledo ciudad y a unos 90 kilómetros desde Madrid. Está situado en una llanura sobre una ladera a orillas del río Alberche, lo que le confirió una posición estratégica para defender Toledo de los musulmanes andalusíes. Su fundación puede remontarse a hace más de 2500 años, puesto que se han encontrado restos celtas, romanos y visigodos. Cuna del infante Don Juan Manuel, el príncipe autor de El Conde Lucanor, vivió una edad de oro que fuimos descubriendo a través de sus monumentos.
¡Bienvenidos a Escalona, la Corte de los Prodigios!
Qué ver en Escalona
Castillo
Fue lo primero que vimos al llegar y nos pareció precioso. Originalmente fue una fortaleza romana y después fue ocupado por los musulmanes.
Durante la reconquista en el siglo XI, el rey Alfonso VI lo convirtió en fortaleza militar por estar situada sobre un risco, a 25 metros de altura sobre el río, que la hacía prácticamente inexpugnable. Más tarde, en el siglo XV, don Álvaro de Luna (quien también levantó el castillo de Alburquerque en Badajoz), lo amplió y en su interior estuvo el palacio más lujoso del reino de Castilla. Tenía hasta siete torres albarranas (obra del infante Don Juan Manuel), una muralla, un foso e incluso un puente levadizo.
Este castillo también fue propiedad de Don Juan Pacheco, primer marqués de Villena. Otros castillos del marqués de Villena están en la provincia de Cuenca y los puedes ver en la siguiente ruta:
Ruta de los castillos del Marqués de Villena
Actualmente, el castillo es de propiedad privada, así que solo lo vimos por fuera.
Está considerado como uno de los castillos más bonitos de la provincia de Toledo. Si queréis conocer otros, podéis consultar nuestra ruta de castillos de Toledo.
Torre del Agua
Fue levantada en la primera mitad del siglo XX para el abastecimiento de agua y hoy en día alberga la oficina de turismo, siendo uno de los iconos del centro histórico de Escalona.
Plaza del Infante Don Juan Manuel
Es la plaza del pueblo, del siglo XV, genuinamente castellana y muy bonita con suelo de arena y soportales con columnas de granito.
En ella está la Casa del Concejo, actualmente biblioteca municipal, que tiene unas características columnas de 8 caras que en otro tiempo estuvieron en un patio del castillo. Una de estas columnas, la que hace esquina, tiene su leyenda, pues el Lazarillo de Tormes consiguió recuperar su libertad al golpearse su amo la cabeza contra ella. La tradición pasa por darse un pequeño cabezazo contra esta columna para alejar la negatividad.
Otras escenas relacionadas con el Lazarillo están en los azulejos que decoran el quiosco que hay en el centro de la plaza.
Iglesia de San Miguel Arcángel
Fue construida sobre los restos de una antigua iglesia románica y el siglo XVII se convirtió en colegiata. Tiene un bonito retablo mayor de estilo barroco, pero no pudimos entrar a verlo por celebrarse la misa.
Entre una de las paredes de la iglesia y la pared del Arco de San Miguel está el Callejón de la Iglesia, con unos bonitos arcos.
Arco de San Miguel y Arco de San Ramón
Escalona fue una villa amurallada, por lo que tuvo varias puertas de acceso de las que se conservan estas dos. La puerta de San Miguel o de las Camapanas es un arco gótico que era el acceso a la villa por el norte y, como curiosidad, sobre él se construyó la torre de la Iglesia de San Miguel; durante el día, la puerta era custodiada por un portero y por la noche cerraba con llave.
El Arco de San Vicente fue construido entre los siglos XII y XIII, anteriormente se llamó de San Vicente por estar cerca una iglesia mudéjar con ese con ese nombre, hoy desaparecida, en la actual plaza de San Vicente. En realidad está formado por dos arcos paralelos, sobre los que se puede ver el sello del Concejo de Escalona.
Hubo una tercera puerta, la Puerta del Río, que era el acceso sur, de la que hoy solo queda el hueco en el que estaba y restos de un escudo. Hoy en día hay un mirador al río Alberche.
Muralla medieval
La muralla data del siglo XII y rodeaba el casco histórico con 1500 metros de longitud, 9 metros de altura y 2,5 metros de grosor. Actualmente se conserva un 70% del perímetro de la muralla, y gran parte de ella se puede ver desde el río.
Monasterio de la Santísima Encarnación
Data del siglo XVI y es de estilo gótico tardío. Tiene iglesia y claustro, pero nosotros sólo vimos la primera. Su fachada tiene unos bonitos ventanales y una portada plateresca de piedra; en su interior destaca el techo con nervaduras.
Paseo por el río Alberche
Saliendo por el hueco de la puerta del Río, bajamos hasta el río por la Cuesta Pico y llegamos al Paseo Fluvial de la Orilla Derecha. Este es un lugar muy tranquilo, con el Arenal de los Reyes, que debe su nombre a que dos reyes acamparon aquí para intentar conquistar el castillo (sin conseguirlo).
Desde aquí se tiene una vista espectacular tanto del castillo como de gran parte de la muralla. Es perfecto pasear por aquí al atardecer.
Más adelante está la Charca Oscura, separada del cauce del río.
Camino de Santiago
Por si todo esto fuera poco, Escalona se encuentra en la confluencia de dos ramales del camino: el del Sureste, que llega desde Alicante y Murcia, y el de Levante, que llega desde Valencia. Por ello, el pueblo cuenta con un albergue para peregrinos.
Ruta de pinturas callejeras
Otra forma de conocer Escalona es a través de sus murales artísticos, situados en diversos puntos de las calles de Escalona. Unos hacen referencia a las costumbres y la historia del lugar, otros al camino de Santiago, a la literatura, al cine…
En la oficina de turismo os dirán dónde encontrarlos.
Ruta de libros
Por último, existe una ruta para conocer Escalona a través de los libros. Puesto que mantiene una relación especial con la literatura, hay 10 lugares identificados con paneles en los que figura el fragmento de alguna obra relacionada con la villa. El Lazarillo de Tormes, el Conde Lucanor, Poemas de Santa Teresa de Jesús, Jorge Manrique… ¡Una forma original de conocer lugares y de aprender además!
¿Dónde comer?
Hay varios lugares para comer, aunque encontramos un par de ellos cerrados, suponemos que por haber ido en invierno. Fuimos a un pequeño restaurante de la plaza, el Infante, que tiene un menú del día a un precio muy económico aunque sea fin de semana.
¿Qué os ha parecido Escalona? A nosotros nos sorprendió muchísimo por la cantidad de lugares interesantes y bonitos que tiene para ver, y además tan cerca de Madrid, ¡perfecto para una excursión de un día!
¡¡Hasta el próximo post!!