Así como la naturaleza ha creado formas impresionantes con el paso del tiempo, de igual forma el hombre ha aprovechado eso para construir sus viviendas. En nuestra ruta por Albacete visitamos Alcalá del Júcar, donde la gente ha construido sus casas excavadas en la ladera de un acantilado; después visitamos Jorquera, donde el pueblo se ha construido sobre una atalaya de piedra quedando las casas al borde del acantilado sobre el meandro que se forma sobre el río Júcar.
Jorquera se encuentra en una ubicación privilegiada y sobre todo imponente. Lo primero que hicimos es tomar la carretera AB-880 donde se encuentra un mirador donde se tiene la mejor vista de este pueblo, que se alza en un meandro sobre el río Júcar de un lado y por el otro lado la cañada de Abengibre.
Además, la zona de las hoces del Júcar es espectacular, desde ese mirador se puede apreciar cómo las formaciones rocosas van haciendo curvas creando diferentes meandros, debe ser impresionante realizar un trekking por toda la zona.
Incluso hay zonas que nos recordaron mucho al parque Isalo en Madagascar, por las formas rocosas que se aprecian en todas las hoces.
Después de disfrutar de las vistas, nos dirigimos al pueblo para conocerlo. Por su ubicación, es de lógica imaginar que en épocas pasadas era un sitio muy difícil de atacar y conquistar, pero de igual forma contaba con una muralla para estar más protegido.
Lo primero que hicimos fue subir a lo más alto del pueblo para ver los restos de esta muralla almohade del siglo XII. Hay que indicar que Jorquera tuvo una gran relevancia durante la época musulmana del siglo XII y estuvo inmerso en disputas con diferentes reyes como Alfonso VIII o Alfonso X el Sabio.
Desde los restos de la muralla se tiene una vista de la torre y tejado de la iglesia parroquial de la Asunción, que fue el siguiente punto que visitamos.
Hasta la calle Mayor nos fuimos para conocer esta iglesia, de la que se sabe que su construcción comenzó por el año 1577; este dato se obtuvo por una inscripción que se ha encontrado dentro del templo. Esta es la vista de la iglesia desde el exterior.
Al tener alrededor muchas casas, no se puede apreciar la forma que tiene en la parte de atrás, pero desde el mirador de la carretera AB-880 se puede apreciar bien; en sus laterales tiene varias capillas, en su mayoría barrocas.
Esta iglesia inició su construcción con un estilo gótico pero se finalizó con elementos renacentistas y esto se puede apreciar en su interior, donde hay detalles de ambos estilos en su capilla, altar mayor y arcos.
También en su exterior se puede observar una puerta de estilo jónico con dos columnas a ambos lados unidos por un arco.
En la parte baja del pueblo encontramos la torre de Doña Blanca, una curiosa torre de planta pentagonal en la que se mantuvo prisionera a la dama Doña Blanca, de ahí su nombre. Esta torre es del siglo XV y se dice que se construyó para defender la entrada al pueblo; hoy en día alberga un centro de exposiciones.
Ya saliendo del pueblo, junto a la ribera del río Júcar, se encuentra el santuario de la virgen de Cubas, patrona de Jorquera; este santuario se caracteriza por tener una parte excavada en la roca y una cúpula de perfil levantino.
También se puede seguir por la carretera B-5 que va bordeando todo el río Júcar pasando por Cubas y Alcozarejos, dos pueblos cuyas casas están construidas junto a la pared de las hoces del Júcar.
Otro pueblo que solo vimos desde un mirador y que se encuentra también junto al río Júcar es La Recueja, se encuentra de camino entre Alcalá del Júcar y Jorquera, por lo que sí están por la zona pueden visitarlo.
Y con la visita a Jorquera terminamos nuestra ruta de 4 días por Albacete, definitivamente una provincia que tiene muchos lugares que merece la pena visitar aunque no son tan turísticos. Si quieres ver al completo la ruta que seguimos, puedes hacerlo aquí:
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Qué ver en Albacete en 4 días
Esperamos volver a seguir conociendo esta zona. Y tú, ¿qué otro lugar de Albacete nos recomiendas visitar?
¡¡Hasta el próximo post!!