La cultura del vino está muy arraigada en España, siendo uno de los pilares de la economía nacional y el modo de vida de muchas familias. Así, el enoturismo se ha convertido en una forma de conocer todas las actividades relacionadas con el mundo del vino, acompañado de forma indisoluble con el turismo gastronómico y el conocimiento del patrimonio y la cultura en zonas rurales.

La Mancha es una de las zonas vinícolas por excelencia de nuestro país: constituye la extensión de viñedos más grande del mundo y cuenta con tres rutas enoturísticas. En esta ocasión, nosotros hemos recorrido la Ruta del Vino de La Manchuela, que da a conocer algunos de los vinos de la D.O. La Manchuela con su uva autóctona, la uva tinta bobal, a través de visitas guiadas a bodegas, catas maridadas y también visitas culturales a algunas de sus bonitas localidades.

La Ruta del Vino de La Manchuela está situada entre los valles de los ríos Júcar y Cabriel, en la llamada Mesopotamia manchega. Comprende parte de la provincia de Cuenca y parte de la de Albacete, con hasta 28 localidades para descubrir.

¿Nos acompañas en este recorrido de fin de semana?

Manchuela

Visitas a bodegas de La Manchuela

Bodegas Don Florentino Pérez

Se trata de unas bodegas familiares, con un viñedo de 18 hectáreas de extensión del que se elaboran vinos naturales  ecológicos. En la bodega se realiza todo el proceso, desde el cultivo hasta la degustación del vino. El cultivo se lleva a cabo de forma tradicional, sin ningún tipo de herbicida ni insecticida. Nos llamaron la atención los rosales al inicio de cada hilera de plantas: al verse afectados por las mismas enfermedades que las vides, se utilizan para anticiparse a estas. Todas estas prácticas están orientadas a conseguir una producción menor pero con una mayor calidad.

Las variedades de uva cultivadas en el viñedo son: uva tinta tempranillo, cabernet sauvignon y bobal (esta última se utiliza para rosados además de tintos); uva blanca macabeo.

Manchuela

En nuestra visita, participamos en una cata de tres de los vinos elaborados en esta bodega: vino blanco Senda macabeo semiseco 2019 maridado con queso de rulo de cabra y foie de pato con pasas y cebolla caramelizada; vino rosado Senda bobal semidulce 2019 maridado con revuelto de boletus y setas de cardo; vino tinto crianza 2018 tempranillo y cabernet sauvignon maridado con jamón ibérico y queso manchego.

Manchuela

Las instalaciones de la bodega incluyen un gran restaurante en el que degustar la exquisita gastronomía local y celebrar eventos; no en vano la bodega recibió en 2011 el premio al mejor complejo enoturístico de Castilla La Mancha. Allí pudimos saborear uno de sus platos estrella, un exquisito arroz meloso de codillo acompañado de un vino tinto crianza tempranillo y cabernet sauvignon,  de edición limitada (7000 botellas). Como postre, un surtido con tarta Oreo, tiramisú, pan de Calatrava y tarta de caramelo. Como postre, un surtido con tarta Oreo, tiramisú, pan de Calatrava y tarta de caramelo.

Bodegas Moratalla

Esta bodega familiar está regentada desde 2013 por su tercera generación, y su objetivo es dar a conocer la variedad de uva bobal, autóctona de La Manchuela. Tienen 40 hectáreas de viñedos propios con variedades de bobal y macabeo y elaboran los vinos de forma artesanal y natural de la forma en que los hacían sus antepasados sin ningún tipo de tratamiento; próximamente tendrán el certificado ecológico.

Las variedades de uva cultivadas en el viñedo son: uva tinta bobal y uva blanca macabeo. De la producción de vinos, hasta un 80% se exporta y el resto se vende en el mercado nacional. Los vinos elaborados llevan nombres de la familia: Viña Virginia rosado, La Casilla de Adrián tinto y La Casilla de Adrián blanco…

En esta bodega participamos en una cata en la que degustamos: La Casilla de Adrián blanco macabeo 2018, Viña Virginia rosado bobal 2018 y Ángel tinto bobal 2017; todos ellos acompañados de platos de la zona. Por último, asistimos al degüelle de una botella de un vino espumoso Ángel macabeo  Brut Nature.

Manchuela

Visitas culturales

Alarcón

La villa de Alarcón es un precioso pueblo conquense en el sureste de la provincia. Situado sobre una elevación en un meandro del río Júcar, tuvo orígenes íberos y romanos, aunque alcanzó su mayor esplendor durante la época musulmana; de hecho, su nombre proviene del árabe “la fortaleza”. Después fue conquistado por el rey Alfonso VIII, estableciendo aquí su corte, y posteriormente cedido a la Orden de Santiago. Por la villa pasaron importantes personajes como Don Juan Manuel y Juan Pacheco, primer Marqués de Villena. Hoy en día, sigue manteniendo su patrimonio, que es Conjunto Histórico-Artístico desde 1981.

El recinto fortificado de Alarcón está considerado como uno de los mejor conservados de España, y data del siglo XIII, siendo de origen árabe. Consta de tres líneas de murallas, cada una con su puerta, y torreones. El castillo data del siglo VIII, aunque posteriormente fue reformado tras la reconquista; actualmente es Parador Nacional de Turismo.

En cuanto a los monumentos religiosos, están las iglesias de Santa María, la de Santo Domingo de Silos, y la de San Juan Bautista con las espectaculares pinturas murales de Jesús Mateo.

Manchuela

Iniesta

Esta localidad conquense fue la antigua Ikalesken ibérica, Egelasta romana y Yanasta musulmana. Conquistada en 1186 por Alfonso VIII, tuvo gran importancia económica durante los siglos XIV, XV y XVI, y fue lugar de residencia de diversas familias ilustres como así lo demuestran las fachadas renacentistas y barrocas de las casas nobles repartidas en el trazado medieval de sus calles.

Destaca el torreón hispano musulmán que actualmente alberga la oficina de turismo. Antiguamente era el acceso al desaparecido castillo, con almenas defensivas y dos puertas en codo; a ambos lados estaba la muralla. En el lugar donde estaba el castillo está actualmente la plaza de toros.

Manchuela

Pero la joya de Iniesta es su Museo Arqueológico, ubicado en la antigua ermita de La Concepción, que tiene una gran colección de piezas encontradas en los cercanos yacimientos  de Punta del Barrionuevo y Cerro Gil. La más importante es el mosaico romano conocido como La diosa Astarté y el lobo, que data del siglo V a. C.

Manchuela

Alcalá del Júcar

Este pintoresco pueblo de la provincia de Albacete es uno de los más bonitos de España y con razón. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1982, se eleva sobre un cañón del río Júcar. En su punto más alto está el castillo de origen árabe y sus calles están jalonadas de casas- cueva, algunas de las cuales se han habilitado como locales de restauración en los que tomarse algo con una temperatura muy agradable y con unas bonitas vistas del río.

Alcalá del Júcar

Bajando por las sinuosas calles, está la Iglesia de San Andrés con una llamativa cúpula verde, cuya construcción se inició en el siglo XVI y se terminó en el XVIII. En la parte baja está el puente romano, sobre el Júcar, que en realidad data de época medieval.

Qué ver en Alcalá del Júcar en un día

Además,  en 1986 obtuvo el tercer premio a la mejor iluminación artística, concedido por la empresa Phillips de Holanda, quedando por detrás de la Torre Eiffel y la Gran Mezquita de Estambul.

Villanueva de la Jara

Situada al sureste de la provincia de Cuenca, no es una localidad muy turística, pero bien merece una parada para conocer su patrimonio. Fue parte de la Villa de Alarcón, señorío del Marqués de Villena, y los Reyes Católicos le otorgaron el Privilegio de Villazgo. La Plaza Mayor es el corazón de la villa, concentrando varias construcciones de los siglos XV y XVI dignas de admiración: el Ayuntamiento, con dos plantas de arcos de medio punto; la Torre del Reloj junto al Antiguo Pósito, que fueron las primitivas Casas del Concejo y Cárcel Real; la espectacular Posada Massó, una bonita casa manchega de dos alturas, con un gran patio interior y atravesada por un corredor. Cierra el conjunto un edificio del siglo XIX, llamado Villa Enriqueta, con una original fachada de ladrillo.

No hay que dejar de ver la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XV, de carácter fortificado por haberse construido aprovechando los restos de una construcción árabe. En su interior destacan el Retablo Mayor y la impresionante Capilla del Rosario.

Villanueva de la Jara

También hay diversas casas nobles, un rollo de justicia, la Iglesia del Carmen y el Convento de Santa Ana, fundado por Santa Teresa de Jesús. Villanueva de la Jara forma parte de la ruta Huellas de Teresa de Jesús, formada por 17 localidades donde la Santa levantó fundaciones.

Pasamos un gran fin de semana recorriendo la Ruta del Vino de La Manchuela. ¡Esperamos poder volver para seguir conociendo más bodegas y pueblos con bonitos monumentos!

¡¡Hasta el próximo post!!