Después de pasar la primera noche en Selfoss, asombrados de ver cómo a las 11 de la noche todavía había luz (en realidad era como si fuera un día nublado, pero lo suficientemente poco oscuro como para estrenar nuestros antifaces), iniciamos nuestro recorrido por la isla y principalmente alrededor de la famosa Ring Road (carretera 1).
 
Como ya mencionamos en «Ruta de 14 días por Islandia por libre» realizamos nuestra ruta en sentido contrario a las manecillas del reloj, por lo que lo primero que vimos fueron las maravillas del sur de Islandia.
 
La primera parada del recorrido fue a aproximadamente a 1 hora de Selfoss, donde encontramos Seljalandsfoss, una de las cascadas más visitadas de Islandia por varios motivos: está cerca de la capital, está a un costado de la Ring Road (se ve desde el coche mientras se circula) y porque es la única por la que se puede caminar por detrás, lo cual asegura que uno se va a empapar de agua. Recomendación: ¡¡ir con un buen chubasquero!!
 
Ya en la distancia se veía un pequeño hilo de agua que estaba cayendo de la montaña, pero, al estar frente a la cascada, impresiona la caída de agua desde 60 metros. Como todo turista, nos cansamos de sacarle fotos desde todos los ángulos posibles para luego caminar por detrás de la caída de agua.
 
Seljalandsfoss
 
 
Es muy fácil a través de una senda pasar por su lado, donde se puede sacar fotos desde otra perspectiva de la caída de agua, para seguir por detrás y sentir la fuerza del agua al caer. 
Seljalandsfoss
Al final del recorrido, se baja por una escalera que hace más fácil terminar el recorrido. En este punto, hay un letrero que te indica que solo a 560 metros se encuentra Gljúfrabúi, una pequeña cascada que nadie menciona en sus posts y que es muy interesante.
 
A menos de 10 minutos caminando se puede llegar hasta Gljúfrabúi, donde, a  través de una grieta, uno se adentra hasta la caída de esta cascada. Es impresionante estar allí dentro y escuchar el sonido del agua al caer en el espacio cerrado… ¡no se puede dejar de ir a ver esta cascada! 
Gljúfrabúi
Tomamos nuevamente la Ring Road hasta el siguiente punto: a unos 15 kilómetros de Seljalandsfoss encontramos el mirador del volcán Eyjafjallajökull. Este volcán, además de tener este nombre impronunciable, es muy famoso  por su erupción en 2010, que ocasionó una nube de cenizas que obligó a cerrar el espacio aéreo de la mayor parte del norte de Europa por un tiempo.
 
Tras unos minutos de admirar el Eyjafjallajökull, continuamos al siguiente punto. Seguido al mirador, lo próximo es la cascada Skógafoss, pero como el hotel de ese día se encontraba cerca de esta cascada, lo dejamos para lo último en el recorrido y seguimos hasta los acantilados de Dyrhólaey, que era el último punto más lejano de donde estaba el hotel en el que dormiríamos por la noche.
 
Desde el mirador del volcán Eyjafjallajökul se llega en unos 20 o 25 minutos al acantilado. Hay un desvío en la Ring Road para tomar una carretera secundaria de tierra (F 218), pero por la que se puede circular con un turismo. En el camino a la cima y en toda Islandia hay muchas ovejas (de hecho, ¡hay más ovejas que habitantes!), pero nos llamaron mucho la atención estas dos negras, nunca mejor dicho “las ovejas negras de la familia”.
Seguimos subiendo hasta llegar al faro de Dyrhólaey, que se encuentra en los acantilados del mismo nombre. Desde allí hay unas vistas increíbles de una playa de arena negra impresionante; el día que fuimos había lluvia y mucho viento frío, pero nos dejó estas maravillosas vistas.
Dyrhólaey
Seguimos caminando y, por casualidad, nos encontramos refugiándose de la lluvia en el acantilado a un pequeño frailecillo (puffin en inglés). Pero el avistamiento de estas aves la teníamos programada para la visita de días más adelante en la excursión a Papey.
 
Frailecillo islandia
 
Ya al final del acantilado, se encuentra el faro y al fondo una formación rocosa muy parecida a la Ventana Azul de Malta, es impresionante lo que la naturaleza puede llegar a crear. 
Después de visitar el acantilado, seguimos con el coche hasta otro punto donde se tenía una vista de la playa Reynisfjara, punto que teníamos reservado para visitar en el día 2 de este road trip.
 
Dejamos Dyrhólaey y regresamos dirección Skógafoss para visitar el siguiente punto del día, no estaba en el planning de las visitas, pero ya habíamos visto a lo lejos una formación de hielo que tenía una entrada o camino para llegar y decidimos ir.
 
Se trata de Sólheimajökull, la lengua del glaciar Mýrdalsjökull, al cual se puede llegar desde la Ring Road por una carretera (F221) de tierra pero que llegan los turismos. Tras recorrer unos 5 kilómetros, se llega a un estacionamiento desde donde hay que caminar hasta llegar a la comienzo del glaciar y apreciar una inmensa masa de hielo cubierta en parte por arena negra; ¡Es impresionante! 
Sólheimajökull
Tras pasar casi una hora apreciando Sólheimajökul, tomamos rumbo al último punto a visitar en el día; se puede decir que dejamos lo mejor para lo último. Nos dirigimos hasta Skógafoss, desde nuestro punto de vista una de las cascadas más perfectas de todas las que vimos; es como una cortina de agua gigante.
Skógafoss
Es muy fácil llegar hasta ella, solamente se encuentra 1 kilómetro de la Ring Road, desde donde ya se puede divisar. Al llegar a ella hay un gran estacionamiento y un área para camping.
 
Esta cascada tiene una anchura de 25 metros con una caída de 60 metros. Al acercarse a la caída, el agua genera una nube que moja por completo, siendo común en los días soleados ver un arco iris permanente. Por desgracia, el día en que estuvimos, el tiempo no nos acompañó.
Skógafoss
Además de verla desde abajo, también se puede, a través de una escalera lateral, subir hasta un mirador donde apreciar el inicio de la caída y el afluente del río Skógá. Pero a mitad de camino durante el ascenso, hay otro mirador natural que tiene la cascada de donde se puede tener estas vistas.
 
Después de todo este recorrido del primer día, tocaba descansar, así que nos fuimos al hotel que se encontraba a más o menos a 1 kilómetro de Skógafoss. Pero no me conformé con solo verla una vez, al día siguiente me levanté a las 6 de la mañana para tener otras tomas diferentes, desde el aire. Si quieres ver esta cascada filmada con un Dron mira este vídeo:

Terminamos este relato del primer día de nuestro road trip por Islandia. Si os resultó tan impresionante como a nosotros, no dejéis de leer los relatos del resto de días del viaje, ya que esto solo fue el inicio de una sucesión de lugares realmente increíbles.