Sin duda, algo que encontraremos por toda Costa Rica son lugares naturales que visitar y disfrutar. Siendo uno de los países más verdes del planeta, también tiene mucha agua que alimente todos sus bosques tropicales. Así que, al terminar la visita a los senderos del volcán Arenal, aprovechamos para visitar la catarata La Fortuna, que se encuentra también en las faldas del Arenal  y es una de la visita imprescindible en la zona. 
La catarata se encuentra a unos 10 minutos del pueblo de La Fortuna y es accesible por una carretera asfaltada. Al llegar hay un estacionamiento y las oficinas, donde se pagan 15 dólares americanos por ser extranjero; esto era así hasta 2016, año en que fuimos, la tarifa puede cambiar, por lo puedes verificarlo en esta página: 
Antes de empezar a bajar hasta la catarata, hay un mirador donde puedes apreciar el hilo blanco de agua que cae entre la verde selva tropical, un verdadero espectáculo, ya que son 70 metros de caída libre de agua que tiene esta catarata.
catarata la fortuna
Para llegar hasta los pies de la caída hay que bajar unos 500 escalones, un tranquilo paseo entre selva tropical en el que ir escuchando sonidos de la naturaleza y haciendo paradas para tomar alguna que otra foto. Mientras bajamos, también vimos que se puede hacer tirolina para ver la selva y la cascada desde el aire y, por lo que escuchamos de los que bajaban, parecía que lo pasaban muy bien.
A cada paso que dábamos se escuchaba más fuerte el rugido del agua cayendo y podíamos ver más cerca el hilo de agua que antes veíamos a lo lejos.
catarata la fortuna
Al llegar abajo, donde cae la catarata, encontramos un área para que los visitantes puedan dejar sus cosas y un pequeño mirador para sacar la mejor foto de esta belleza de la naturaleza. También hay una persona que vigila por la seguridad de los visitantes, ya que esta es una catarata apta para el baño pero sin acercarse mucho a donde cae el agua, ya que es muy peligroso por la fuerza y porque pueden caer troncos.
catarata la fortuna
No perdimos la oportunidad de darnos un baño en estas aguas, así que dejamos todo y nos dimos un chapuzón. Eso sí, ni os imagináis lo fría que estaba el agua, que casi cortaba la piel, pero la experiencia de bañarse aquí no tiene comparación.
Si quieres darte un baño con menos adrenalina o solamente meter los pies, a un lado hay una zona donde no cubre y que se encuentra llena de peces que nadan a tu lado.
Y desde esta parte también tienes una vista diferente de la caída de la catarata entre piedras y vegetación.
catarata la fortuna
Ya cansados del agua, tocaba regresar; eso fue lo más difícil pues había que subir los 500 escalones que con tanto entusiasmo bajamos, pero todo sacrificio tiene su recompensa, el poder disfrutar de esta maravilla de la naturaleza.
Pero el día no terminó con esta visita, sino que aprovechamos y nos fuimos hasta el pueblo para conocerlo. La Fortuna es el ejemplo de un pueblo que está aprovechando la naturaleza para explotar el turismo, todos los negocios que encontramos están enfocados a brindar algún servicio relacionado con turismo de naturaleza.
Desde el típico señor humilde que vende frutas tropicales como cocos, mangos, piñas, etc. hasta la empresa que te lleva a hacer trekking, tirolinas, paseos a caballo, caminatas sobre puentes colgantes…
catarata la fortuna
También visitamos su bonita plaza central, donde vimos una fuente y una pequeña iglesia. Nosotros dimos un paseo con un batido de frutas que compramos y que tienen con deliciosas combinaciones.
Nuestro hotel se encontraba en las afueras, así que, antes de ir a descansar, buscamos un restaurante local para cenar. Lo mejor para tomar el plato típico, el casado, es buscar los restaurantes llamados “sodas”. En La Fortuna recomendamos la Soda Víquez, un local pequeñito pero que cumple el parámetro bbb (bueno, bonito, barato); los platos que te sirven son muy abundantes y riquísimos, y también tienen batidos de frutas.
Y así terminamos nuestra visita a la catarata y el pueblo La Fortuna, tocaba regresar al hotel y descansar para el día siguiente seguir nuestro viaje hasta el siguiente destino: el volcán Tenorio y el río Celeste.
¡¡Hasta el próximo post!!