Es importante conocer el lugar al que se viaja a través de su gastronomía. Son muchas las recetas que se elaboran con ingredientes autóctonos: carnes, legumbres, productos de la huerta… Además, al ser un lugar de paso, Toro dispone de otros productos de diversas procedencias como pescado, especialmente bacalao, y ¡pulpo!
La ciudad dispone de diversos lugares en los que degustar la sabrosa gastronomía local. Aquí os contamos los platos que pudimos probar en algunos de los restaurantes de la Ruta del Vino de Toro. Por supuesto, siempre acompañados de vinos tintos y blancos de la Denominación de Origen Toro.
Restaurantes
Doña Negra
Este famoso restaurante tiene una situación céntrica, en un antiguo palacio muy cerca de la Torre del Reloj, y dispone de un local acogedor con un buen servicio y una cocina excelente.
Tiene unos entrantes elaborados con esmero: carpaccio de solomillo de vaca, steak tartar, cecina de ternera, foie micuit… Los platos principales pueden ser de carne, como lechal con mollejas o rabo de toro, y de pescado, como rodaballo asado; también tiene unos fantásticos arroces, como el zamorano o el negro con langostinos. Los postres, una delicada delicia: cuajada de Tinta de Toro, cañas zamoranas, crème brùlée…
Bodega Restaurante La Viña del Abuelo
Está situada en un vasto edificio que fue la panera del antiguo monasterio de la Orden de la Merced. El restaurante se encuentra en alto sobre la sala de barricas, que se puede contemplar a través de un cristal.
Tomamos una cena maridaje con cuidados platos y selección de vinos de la D. O. Toro. Langostino en gabardina, salmorejo cordobés con tartar de tomate rosa, lomo alto de bacalao sobre base de puré de coliflor y rabo de toro al vino del Abuelo sobre patata panadera. De postre, torrija casera con helado de leche merengada.
La Panera de San Juan
Este restaurante está situado en lo que fue la panera de la antigua Iglesia de San Juan, del siglo XVIII, que ha sido rehabilitada y decorada con estilo rústico.
Tiene buenos entrantes: pulpo a la plancha en cama de puré de patata, cecina especiada, ensalada de ventresca… De los principales destacamos el cochinillo asado, la carrillera de ternera y la lubina a la espalda. Entre los postres, escogimos el flan de chocolate y la tarta de café.
La esquina de Colás
Este acogedor restaurante se sitúa frente a la Plaza Mayor, y tiene la típica arquitectura local con entramado de madera.
Lo mejor es disfrutar de sus elaboraciones en plan raciones para compartir y así poder probar de todo un poco: pulpo a la plancha con panceta, pastel de puerros, zamburiñas a la plancha… Nos quedamos con unas originales sardinas marinadas con crujiente de jamón y un sensacional sashimi de presa ibérica. También probamos un par de platos fuertes: bacalao al ajoarriero y guiso de pluma ibérica con toque de chocolate. De postre, cañas zamoranas y helado de pistacho.
Restaurante Castilla
Este restaurante se sitúa entre la Colegiata y la Iglesia de San Lorenzo el Real. Es un local moderno y amplio que ofrece una original cocina toresana con ciertos toques orientales.
Nos sorprendieron sus entrantes: hummus de garbanzo con tomates al tomillo, gambas marinadas, gyozas de rabo de toro, canelón de pato… Los principales tampoco nos dejaron indiferentes: arroz a la zamorana, rabo de toro, milhoja de solomillo de ternera con jamón y foie, pata de pulpo asada, lomo de bacalao premium, tataki de atún tempurizado… Y los postres no se quedaron atrás: tarta de queso y frutos rojos, tarta de lima, coulant de chocolate.
Alojamientos en Toro
Para disfrutar de la ruta del vino de Toro les recomendamos reservar un buen alojamiento para poder relajarse y descansar, algunos de los que nosotros utilizamos son los siguientes.
Hotel Alda Ciudad de Toro
Se trata de un hotel con ubicación céntrica, junto a la Iglesia de San Julián de Los Caballeros. Dispone de habitaciones amplias y funcionales para descansar tras una jornada de enoturismo. También hay restaurante y una cafetería donde tomar un desayuno continental básico.
Palacio Rejadorada
Situado a solo unos metros del anterior, se trata de un antiguo palacio rehabilitado con una triste historia: durante la guerra entre Isabel la Católica y Juana la Beltraneja, en el siglo XV, Antona García murió defendiendo a la primera, siendo ajusticiada en la reja de su casa; después, Isabel la Católica ordenó dorar la reja como premio póstumo a su lealtad. Además, el palacio cuenta con una acogedora entrada con un banco en el que se puede jugar al ajedrez, un bonito patio y una bodega subterránea. Se puede tomar un rico desayuno.
Esta visita fue una invitación de Ruta del Vino de Toro en septiembre de 2022.
¡¡Hasta el próximo post!!