Gijón es una ciudad para saborear, un verdadero destino gastronómico. Los productos del mar, la sidra y los dulces son algo que no podemos dejar de probar durante nuestra estancia en la ciudad. Nosotros tuvimos la oportunidad de degustar varias especialidades en algunas sidrerías y restaurantes y quedamos encantados.

¿Nos acompañáis? ¡Tenemos para todos los gustos y bolsillos!

¿Qué comer en Gijón?

Los productos del Cantábrico marcan claramente la gastronomía local, pudiendo encontrar una gran diversidad de ingredientes y recetas marineras. Pixín o rape, cabaracho, sardinas, bonito del norte, pulpín de pedreru, ñoclas o bueyes de mar, bugre o bogavante, andaricas o nécoras, oricios o erizos de mar, llámpares o lapas… Algunos solo se pueden encontrar en temporada, como las lapas en invierno o el bonito en verano; los erizos suelen consumirse en otoño y a inicios de primavera. Nosotros estuvimos en julio, así que no encontramos lapas, pero en cambio sí tomamos un rico atún.

Para los que prefieran carne, también existen opciones, como el tradicional cachopo, con múltiples variantes, o unos típicos escalopines al cabrales.

Y. como no, una auténtica fabada o un pote, guisos tradicionales por excelencia.

Los dulces más consumidos son la tarta gijonesa, con bizcocho y crema de turrón de almendra, y la charlota, con bizcocho, chocolate y turrón, los frixuelos y las casadielles, unas empanadillas dulces con relleno de nueces y/o almendras con anís… También probamos otros dulces típicos de la ciudad en varias de sus confiterías; algunas de ellas ya tienen cada una su dulce emblemático.

¿Dónde comer en Gijón?

Sidrerías

Las sidrerías o chigres, como se llaman en Gijón, son lugares de reunión y tapeo, comida, cena… Se pueden encontrar multitud de ellas por toda la ciudad, aunque quizás sean más abundantes en el barrio de Cimadevilla y en el entorno de la plaza Mayor, y son perfectas para combinar sidra y recetas típicas.

Nosotros probamos una de las más populares, El Centenario, más por el precio no tan caro de su menú del día y por la variedad de opciones para elegir. Tomamos pastel de cabracho, fabada, bonito con pisto y entrecot de ternera. Bien de cantidad y calidad correcta, aunque seguramente aquellas de precio más elevado, sean para paladares más exigentes.

Existe un “menú Ruta de la sidra”, que consiste en que diversas sidrerías ofrecen un menú cerrado a un precio que oscila entre los 20€ y los 35€ por persona (año 2020). Suele incluir entrante, primer plato con productos asturianos, segundo plato con carnes o pescados de temporada y postres caseros, además de pan, sidra y, en algunos casos, otras bebidas.

Algunas de las sidrerías más famosas son La Galana, El Globo o Tierra Astur Poniente, pero no quiere decir que las demás no sean tan buenas como ellas. ¡Una pena no haber podido probarlas todas!

Restaurantes

También mucha variedad de restaurantes encontramos en la ciudad, con el mismo problema de no poder ir a todos y no saber por cuál decidirnos.  Pudimos ir a cuatro:

El Zascandil, un restaurante de calidad con ingredientes frescos y gran cantidad de platos con pescados y mariscos. Nos atendió el dueño en persona y nos sirvió un fantástico arroz caldoso con oricios, algas y andaricas, acompañado de un delicioso pan de maíz. Quedamos tan llenos que no pudimos tomar postre L

Café Central, al que acudimos porque quedaba muy cerca de nuestro hotel, y fue toda una sorpresa. Además de ensaladas, hamburguesas y tostas, tienen arroces, pescados y carnes… Nosotros tomamos unos fritos de merluza y un gran cachopo de cecina y queso de cabra… ¡diferente y sabroso! Claramente, aquí tampoco pudimos tomar postre.

El Mirador de la Playa, al que acudimos porque también quedaba cerca de nuestro hotel y porque tenía menú de noche, típico asturiano. Resultó ser un lugar sencillo pero con una cocina muy rica. Tomamos una sopa de pescado y unos escalopines al cabrales que nos encantaron.

Auga, el restaurante con estrella Michelín de Gijón y con unas inigualables vistas del puerto deportivo. ¿Qué lugar mejor para darse un capricho? Tomamos un menú degustación incluido en el “menú Gijón Gourmet” y que nos pareció toda una experiencia sensorial, compuesto por:

Dos entrantes:

  • Degustación de pan de trigo sarraceno, pan de castaña y kefir.
  • Aperitivo de costra de queso de silo y salmorejo.

Dos primeros platos:

  • Bonito marinado con helado de gazpacho, espuma de cítricos y tomate,  lechuga y tomate.
  • Yema, setas, foie y caldo de setas con un toque dulce de mermelada de manzana.

Dos platos principales:

  • Merluza de pincho con sopa de patata, espárragos y algas.
  • Solomillo de ternera asado.

Dos postres:

  • Chocolate amargo, cacao y sopa de fruta de la pasión.
  • Bocaditos dulce de yogur y café.

¡Una comida que fue el broche de oro a nuestra estancia en Gijón!

Algunos de los restaurantes incluidos en el “menú Gijón Gourmet” son Ciudadela, Casa Gerardo, Zascandil o Bellavista, entre otros.

Llagares

Los llagares son los lugares donde se fabrica la sidra. Para conocer este proceso, algunos de los llagares de las afueras de Gijón organizan visitas guiadas que suelen incluir visita a la pomarada (plantación de manzanos), explicación del proceso de elaboración y una pequeña degustación; en algunos llagares también incluyen una cata de productos asturianos y en otros incluso se puede reservar la comida o la cena.

Existe un “bono Ruta de la sidra de Gijón” que incluye la visita guiada básica con degustación de sidra natural. Algunos de los llagares que aceptan este bono son Llagar sidra Trabanco, Llagar Bernueces o Llagar Castañón, entre otros.

Para poder llegar hasta estos llagares, pues como ya hemos comentado están en las afueras de Gijón, existe el taxi-llagar, con tarifas cerradas de ida y vuelta.

Confiterías

Más allá de los productos marineros y la sidra, Gijón es una ciudad que destaca por su tradición repostera, pudiendo realizar toda una ruta de dulces por las confiterías más afamadas y probar sus creaciones más destacadas.

Los dulces que nosotros probamos fueron:

– Las princesitas de La Playa, unos bocaditos de mazapán a base de yema, almendra y azúcar. También son muy famosas las pastas de nuez, que son dos pastas de mantequilla unidas por praliné, bañadas en chocolate y coronadas por media nuez.

– Los pelayos de Collada, pequeños dulces de mazapán rellenos de crema de manzana.

– El amagüestu de Pomme Sucre, pastelitos con avellana, castaña y sidra dulce; también lo hay en tamaño tarta.

– El helado de arroz con leche de la Heladería Islandia. Aquí se pueden encontrar otros sabores de helado muy curiosos, como fabes, oricios, cabracho, centollo… ¿quién se atreve?

Existe el “bono Gijón goloso”, que permite probar 5 o 10 especialidades en los locales que lo aceptan. Algunas de las confiterías que aceptan el bono son, además de las mencionadas, Imperial, La Fe, Bombonería Gloria… cada una con su especialidad, por supuesto. Los amantes del dulce no quedarán defraudados.

Como veis, Gijón es un lugar con muchas posibilidades para hacer turismo gastronómico. ¡Os lo recomendamos!

¡¡Hasta el próximo post!!