Penha Garcia es un pequeño pueblo de la región centro de Portugal perteneciente a Castelo Branco, a solamente 15 kilómetros de la frontera española con la provincia de Cáceres. Se encuentra situado en la ladera de una peña de rocas cuarcíticas y rodeado por el río Ponsul, dentro del Geoparque Naturtejo. Su origen se remonta al Neolítico, cuando fue un poblado que surgió por su buena posición defensiva. Hoy en día, sus principales atractivos son las ruinas de su castillo y una ruta de molinos e icnofósiles o huellas fósiles que demuestran que, hace 500 millones de años, el lugar estuvo cubierto por el gran océano prehistórico y habitado por seres que dejaron estas huellas.

Pero el pueblo tiene más cosas para ver, quieres saber ¿Qué ver en Penha Garcia? ¿nos acompañas?

Al llegar a Penha García, hay que seguir las indicaciones de aparcamiento para dejar el coche y comenzar el recorrido andando; llegaremos a una zona fácilmente reconocible por albergar un memorial a la guerra de ultramar con un tanque de combate.

Cerca está la oficina de turismo, que abre de 9:30 a 13:00 y de 14:00 a 17:30 y que cierra los lunes; allí nos pueden proporcionar un plano con los puntos principales para conocer.

Comenzamos por la travessa da Praça, donde hay una bonita fuente con una imagen de Nuestra Señora de la Concepción, patrona del pueblo; al lado está el horno comunitario, en el que se vende pan.

Después, en la rua do Pelourinho, llegamos al pelourinho, lo que conocemos como rollo de jurisdicción o picota.

Las calles se van volviendo empinadas y nos cuesta llegar hasta la iglesia matriz de Nuestra Señora de la Concepción.

Desde aquí ya se puede comenzar la ruta de los icnofósiles o bien subir por unas escaleras de piedra que nos llevarán a las ruinas del castillo. Nosotros optamos por subir al castillo, desde donde se tienen unas bonitas vistas del valle del río Ponsul encajado en paredes rocosas.

qué ver en Penha Garcia

Este castillo pudo haberse construido en los siglos XII-XIII, durante la guerra por la posesión de Galicia, sobre una antigua ruina romana que a su vez estuvo sobre un castro lusitano; probablemente, después fue cedido a los templarios y recuperado por la corona portuguesa en el siglo XVI.

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En lo más alto de #PenhaGarcia se encuentra su castillo que pudo haberse construido en los siglos XII-XIII, durante la guerra por la posesión de Galicia, sobre una antigua ruina romana que a su vez estuvo sobre un castro lusitano. #amazingplaces #amoviajar #aroundtheworld #backpacker #beautifulviews #exploringtheglobe #igersviajeros #ilovetravel #instatravel #mochilerosig #lugaresimperdibles #pasionporviajar #travelbloggerlife #best_worldplaces #travelblogger #travelcouple #travelgram #traveltheworld #travelphotography #viajaresvivir #viajeros #wanderlust #viajes #VisitPortugal

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Al bajar del castillo, ya iniciamos la ruta para ver los ictiofósiles. Se trata de un recorrido circular de 3 kilómetros, empedrado, por lo que recomendamos llevar calzado adecuado. Durante la ruta se pueden ver distintas capas geológicas y algunas rocas con los icnofósiles, huellas que parecen serpientes pintadas pero que en realidad son rastros dejados por trilobites al reptar por el fondo marino; corresponden al género llamado Cruziana rugosa.

Al poco tiempo, llegamos a los molinos, que son de rodillo (moinhos de rodizio). Estos se encuentran cerrados, pero hay un encargado que los va abriendo para ver el interior de los mismos. El primero alberga la casa de los fósiles, en la que hay una pequeña exposición, con paneles explicativos, de icnofósiles y algún fósil de trilobites.

Otros molinos están rehabilitados para ver en su interior los enseres utilizados en la época en la que los molinos funcionaban. En uno de ellos incluso se pueden ver el rodillo y la turbina en movimiento.

qué ver en Penha Garcia

También se pueden ver restos de unas cochiqueras. Seguimos con la ruta y vimos otra roca, más pequeña que las del principio, con huellas fósiles. Después hay una piscina natural, Praia Fluvial do Pego, surtida por una pequeña cascada, que en verano debe de ser una delicia.

Para terminar el recorrido, hay que seguir siempre los caminos hacia la derecha y en poco tiempo llegaremos de nuevo al pueblo, pero más debajo de donde se comenzó.

La verdad es que nos imaginamos este recorrido de otra forma, con más cosas para ver; al llamarse (de forma errónea) ruta de los fósiles, esperábamos ver más trilobites, pero los únicos ejemplares están dentro de la primera casa, y no se pueden ver si no la abre el encargado, aparte de que no hay mucha promoción del recorrido. El horario es de 9:30 a 12:30 y de 14:00 a 17:30; los lunes los molinos permanecen cerrados, así que no es posible ver el interior de ninguno de ellos.

Además, en Penha Garcia hay actividades para realizar escalada o paseos a caballo. Durante el mes de agosto, tiene lugar un festival templario, en el que la localidad se traslada de nuevo a la Edad Media. Cada 3 años, a finales de julio, se celebran las Jornadas Etnográficas de Penha Garcia Antiga.

¿Dónde comer en Penha Garcia?

Para comer, vimos dos restaurantes y decidimos probar uno de ellos, típico portugués, en el que comimos mucho por poco. Como no podía ser de otra forma, pedimos de entrada un chorizo a la brasa, bacalao a bras y cerdo a la plancha, pero tienen otros platos, entre ellos de jabalí y venado. Se llama O Raiano y, aunque está en las afueras, en la carretera que va a Monsanto, debe de ser muy popular, porque se llenó enseguida.

Y así termina nuestro paso por esta localidad portuguesa, de apenas unas horas pero muy bien aprovechadas.

Y tú, ¿conoces alguna actividad más que se pueda realizar en Penha Garcia?

¡¡Hasta el próximo post!!

Rebeca Gavilán Yela
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