La Cabrera es un pueblo que pertenece a la comarca de la Sierra Norte de Madrid, y situado a los pies de la Sierra de La Cabrera, una hora escasa desde la capital. Los primeros asentamientos en la zona fueron en el Cerro de La Cabeza alrededor de la segunda mitad del siglo V. Durante la ocupación musulmana, la zona estuvo despoblada hasta la conquista castellana en el siglo XI a manos de Alfonso VI, en la que se repobló la zona con pastores segovianos y sus cabras, que le dieron el nombre el lugar. Después dependió del señorío de Buitrago, que pertenecía a Sepúlveda. En el siglo XIX se hizo una nueva división territorial, pasando Buitrago y sus dominios, entre ellos La Cabrera, a la provincia de Madrid.

Hoy en día, La Cabrera es un tranquilo pueblo muy apreciado por los madrileños para pasar el verano. Nosotros fuimos a pasar el día y aquí contamos lo que vimos.

La Cabrera

Qué ver en La Cabrera

Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción

Está situada en la céntrica Plaza de la Concordia. Su construcción data del siglo XIII, pero tras la invasión francesa de 1808 sufrió graves desperfectos, por lo que tuvo que ser reconstruida. Tiene una torre campanario con un reloj y está construida con granito de la zona, al igual que las de otros pueblos de los alrededores. No pudimos ver su interior por encontrarla cerrada.

Frente a la iglesia está la Estatua de las Tres Culturas, realizada en bronce y que representa la concordia entre cristianos, judíos y musulmanes a través de tres ilustres personajes de los siglos XII y XIII: un filósofo y teólogo cristiano, un médico y escritor judío y un poeta andalusí.

La Cabrera

Potro de herrar

En la calle Carlos Jiménez Díaz encontramos esta construcción tradicional, muy común en los pueblos de la Sierra Norte de Madrid debido a la actividad ganadera de los mismos. Se utilizaba para inmovilizar a los caballos y poder ponerles las herraduras de manera cómoda y sin peligro; también servía para realizar curas a otros tipo de ganado, como bueyes y vacas.

La Cabrera

Necrópolis Tumba del Moro

Está localizada en la carretera m-610, dirección Valdemanco, a mano derecha. Se trata de un conjunto de tumbas de época visigoda compuesta por diez sepulturas, nueve rectangulares y una antropomorfa. Este conjunto funerario presenta dos etapas de ocupación: siglo VII, con las nueve tumbas rectangulares que pertenecieron a una misma familia y entre las que está la de un niño, y siglos X-XI, con una tumba excavada en la roca, que es la que se llama Tumba del Moro y da nombre a todo el yacimiento.

Necrópolis Tumba del Moro

El conjunto está rodeado por una valla para protegerlo, pero se puede entrar corriendo el cerrojo de la puerta. Al salir, hay que volver a cerrarlo para evitar que puedan entrar animales que lo dañen. No tiene zona de aparcamiento, pero se puede dejar el coche en un camino de tierra que sale de la carretera unos metros antes del yacimiento.

Convento de San Julián y San Antonio

Se trata de un bonito templo que bien merece una visita, pues está considerado una de las construcciones medievales más valiosas de la Comunidad de Madrid. Su origen fue alguno de los eremitorios de los siglos VI y VII de la sierra, donde los monjes benedictinos construyeron una iglesia románica entre finales del siglo XI y principios del XII que dedicaron a San Julián.

Convento de San Julián y San Antonio

En el siglo XV llegaron monjes franciscanos que añadieron San Antonio al nombre y dedicaron el convento a la oración, la contemplación y el estudio. Los franceses lo ocuparon entre 1808 y 1809; los monjes volvieron y se quedaron hasta la desamortización de Mendizábal en 1835. Después lo compró Mariano de Goya y Goicoechea, nieto de Francisco de Goya, y después el médico Carlos Jiménez Díaz. Tras su muerte, volvieron los franciscanos hasta 2004 y ahora lo ocupan 4 misioneros identes.

Convento de San Julián y San Antonio

La iglesia del convento es de estilo románico sencillo con influencia mozárabe y visigótica, de los siglos X y XI sin ninguna reforma posterior. Es la única iglesia románica completa que se conserva en la Comunidad Madrid, por lo que ha sido declarada Bien de Interés Cultural en 2020. En su interior, hay piezas de gran valor como una Virgen con Niño renacentista, las tallas San Antonio de Padua y San Francisco de Asís y el cuadro de la Comunión de la Virgen, de Claudio Coello.

En el exterior, llaman la atención los 5 ábsides semicirculares y una preciosa arcada renacentista del siglo XV, resto de un antiguo claustro, formada por 5 arcos con capiteles isabelinos.

Convento de San Julián y San Antonio
Convento de San Julián y San Antonio

Un aspecto que destaca en este convento es su sistema hidráulico, que fue construido entre los siglos XV y XVIII y continúa en uso. Sirve para canalizar el agua de varios manantiales, pudiendo verse diversos elementos de este sistema, como un estanque redondo de granito del siglo XVI.

Convento de San Julián y San Antonio

Del estanque parte una escalinata de piedra que conduce a la zona más alta del convento, donde se ven los restos de tres eremitorios de los siglos XV y XVI; junto a ellos, canales de piedra que conducen el agua hasta fuentes.

El convento se puede conocer solamente con visita guiada, que hay que concertar previamente llamando por teléfono o escribiendo a la dirección de correo electrónico especificados en su página web. Apenas dura media hora.

El Convento tiene un pequeño espacio para unos pocos coches, pero se puede aparcar en el camino de subida, que tiene un Vía Crucis con 12 monolitos de granito.

Qué comer en La Cabrera

Como en el resto de pueblos de la Sierra Norte, predomina la cocina serrana con carnes y hortalizas locales. En La Cabrera hay varios restaurantes donde disfrutar de platos de cuchara y asados, pero también de pescados, arroces caldosos e incluso cocina catalana. Esta última opción es la que escogimos nosotros, porque ya llevábamos tiempo queriendo tomar una calçotada. En el hotel y restaurante Huerto San Antonio tomamos dos menús compuestos por: delicioso pan con ajo y tomate, una teja de calçots con salsa romesco y un plato de butifarra con mongetes (alubias blancas) y patata cocida; se puede añadir pollo y chuletillas de cordero. Para beber, un vino blanco y de postre, una típica crema catalana. ¡Todo delicioso!

Qué comer en La Cabrera

En 2022 la calçotada cuesta 30€ por persona, 33€ si se añade pollo y 36€ si se añade pollo y chuletillas. También se pueden pedir raciones individuales.

Qué hacer en La Cabrera

Al estar situado el pueblo a a los pies de la sierra del mismo nombre, hay varias rutas de senderismo que se pueden hacer, por ejemplo:

  • Ruta circular desde Cancho Gordo al Pico de la Miel.
  • Ruta al Collado Alfrecho.
  • Ruta al Cancho de la Bola.
  • Ruta al antiguo castro del Cerro de la Cabeza.

También hay rutas para hacer con bicicleta de montaña.

Cómo llegar a La Cabrera

Además de en coche, se puede llegar desde Madrid en varias líneas de autobuses interurbanos: 191, 194, 195, 196 y 199; todos salen del intercambiador de Plaza de Castilla.

Alrededores de La Cabrera

  • Pueblos con encanto de la Sierra de Guadarrama como Patones de Arriba, Torremocha de Jarama, Torrelaguna, El Berrueco…
  • También está cerca la bonita localidad de Talamanca de Jarama.
  • Preciosos lugares de naturaleza como las cárcavas del Pontón de la Oliva, el Embalse de El Atazar o el de El Villar.

¡¡Hasta el próximo post!!